Ayer se cumplieron 59 años de la muerte de Béla Lugosi, uno de los personajes más conocidos (y fácilmente reconocibles) de Hollywood. El 16 de agosto de 1956 fallecía el que fuera el mejor Drácula del cine, Béla Lugosi. Será recordado como uno de los mejores actores de cine de terror de la historia, junto a personajes tan ilustres como Christopher Lee, Boris Karloff y Lon Chaney Jr.
Lugosi es una figura extraña dentro de ese mundo estrafalario de Hollywood, amaba tanto al personaje que le dio la vida, que murió creyendo ser el Conde. La suya, como la de muchos actores de la época, fue una vida llena de excesos, varios matrimonios, drogas, bancarrotas y una lenta caída que lo relegó, ya en su vejez, a películas de serie B y de muy bajo presupuesto.
Lugosi nació en Transilvania, la patria de su personaje más reconocido. Durante la Primera Guerra Mundial fue teniente de infantería, tras la cual, participó activamente en la política de su país, militante en diversos partidos de izquierdas, llegó a fundar el sindicato de actores. Sin embargo, tras casarse con su primera esposa y hambriento de éxitos, emigró a Alemania, donde estaría actuando durante unos años, allí interpretó a Shakespeare y otros personajes clásicos sin demasiado revuelo. Por fin, cansado de no conseguir el éxito que merecía, decidió probar suerte en el nuevo mundo.
Béla Lugosi, un transilvano en Hollywood
Sería en Broadway donde recibiría el papel de su vida, interpretando al Conde Drácula en un teatro. La obra fue un éxito instantáneo que lo llevó a realizar varias giras por el país, tras las cuales se ganó un puesto como estrella en la Drácula de Tod Browning (1931).
En este punto, el actor ya estaba tan cegado por su personaje que no atendía a razones, por el rodaje de la película que lo convirtió en leyenda cobró menos que el actor principal, su única preocupación era interpretar al Conde y se olvidó de negociar el contrato.
Por suerte el cine de terror fue su refugio, aunque encasillado dentro del género, Lugosi supo especializarse y reinventarse en cada película. Actuó en White Zombi (La legión de los hombres sin alma) y Scared to Death. El mayor error de su carrera fue rechazar el papel de Frankenstein que tomaría Boris Karloff y que le daría una fama incomparable dentro del género. La leyenda cuenta que Lugosi no se perdonó haber rechazado el papel y que entre Karloff y él creció una amarga enemistad, sin embargo, otras fuentes apuntan a que fueron grandes amigos, al menos durante un tiempo.
Aunque rechazó el papel de monstruo en la primera película, Lugosi supo brillar en sus interpretaciones de Ygor en las dos secuelas; The Son of Frankenstein y Ghost of Frankenstein. También interpretó el papel del monstruo en el crossover Frankenstein meets the Wolf Man. Lugosi tocó el cine clásico con un pequeño papel en Ninotchka, junto a Greta Garbo, aunque no supo ganarse un lugar entre las grandes estrellas del momento, en parte por sus problemas con el idioma, debido a su fuerte acento, se veía obligado a memorizar párrafos cortos ya que de otra forma le resultaba imposible actuar.
El declive de Drácula
Sin embargo, su fama estaba ligada al cine de terror y, en concreto, a su papel de vampiro. Lugosi siguió interpretando papeles de terror en films como The Black Cat. Pero su carrera está ya en clara decadencia, Béla Lugosi ha pasado por demasiados matrimonios, por demasiadas malas experiencias, su fuerte acento y su constitución peculiar, lo tienen encasillado, aunque él adora su papel (incluso dormía en un ataúd), hay algo roto dentro. Su última interpretación de Drácula sería en la comedia But Abbot y Lou Costello Meet Frankenstein.
Hacia el final de su carrera, Lugosi aceptaba casi cualquier papel que se le ofreciera, así fue cómo terminó trabajando en películas de bajo presupuesto. Ed Wood, el peor director de cine de la historia y fan de Lugosi, lo rescata del olvido para ofrecerle un pequeño papel en su película Glen or Glenda. Después de eso interpretó el papel de científico loco en La novia del monstruo, lo que le valió un puesto fugaz en la televisión.
Wood volvió a rescatar a Lugosi para su infame película Plan 9 from outer space, considerada la peor película de la historia del cine. La película contenía escenas muy cortas de Lugosi, intercaladas con otras interpretadas por un doble suyo que no se parecía en nada al actor rumano. El motivo fue que Béla Lugosi falleció tres años antes de que Wood pudiera terminar la película (nadie quería financiar aquel despropósito), así que el director contrató al quiropráctico de su esposa para terminar las escenas…
Béla Lugosi moría de un ataque al corazón a los 73 años, en la indigencia, olvidado por el cine y por los aficionados, presa de graves trastornos psicológicos que lo llevaban a dormir en un ataúd y a portar siempre el disfraz de Conde Drácula. Adicto a la morfina desde que sufriera una herida en el frente húngaro, dicen que murió con los brazos destrozados.
Tuvo que ser Frank Sinatra, amigo de Lugosi el que financiara el funeral del actor. Como última voluntad pidió ser incinerado como el personaje que le dio la vida. Béla Lugosi se marchó de la misma forma en que había vivido: siendo Drácula.
Lugosi se marchó de la misma forma en que había vivido: siendo #Drácula. @Excentrya Share on X
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