Sería improcedente contarte a estas alturas, aficionado al cine negro, quién es Marlowe, uno de los referentes del detective noir. Sin embargo, es mucho menos conocida la lista de los diferentes actores que le dieron vida en la gran pantalla.
Hasta la fecha, son siete, unos más conocidos que otros. A algunos, como al mítico Mitchum, les llegó el papel tarde y mal; otros, como Bogart, grabaron su cara en el imaginario colectivo para siempre. Su creador, Raymond Chandler, lo consideró ideal para interpretarlo: «Bogart sabe ser duro sin una pistola. Además, tiene aquel sentido de humor que contiene un sutil matiz de desprecio. Bogart es un artículo genuino».
Bogart sabe ser duro sin una pistola. Es un artículo genuino. Raymond Chandler. @joseviblender Share on XLos siete actores que encarnaron a Marlowe
Humphrey dió vida a Marlowe en El sueño eterno, dirigida por Howard Hawks en 1946, cineasta al que Chandler también bautizó como el director que mejor supo reflejar el auténtico ambiente chandleriano. Fue la única vez que Bogart encarnó a Marlowe, pero su imagen estará unida a él «eternamente».
Pero vayamos a los inicios, que Bogart es un liante. El primer actor que encarnó a Marlowe fue Dick Powell en la película Murder, my sweet —traducida al castellano como Historia de un detective—, estrenada en 1944 con Claire Trevor en el papel de mujer fatal y dirigida por Edward Dmytryk, uno de los “Diez de Hollywood” junto a Dalton Trumbo, del que se habla tanto últimamente por el estreno cinematográfico de su biografía.
Al año siguiente, Dmytryk y Powell se volvieron a reunir para rodar Cornered (Venganza). A partir de aquí, la carrera de Powell como actor dio para poco más (ya llevaba protagonizadas más de 40 películas de todo tipo), aunque llegó a debutar como director con Split Second en 1953 dentro del cine negro.
Avancemos. En 1947 se estrenaron dos películas basadas en novelas de Chandler y con Philip Marlowe como protagonista: La dama del lago, protagonizada y dirigida por Robert Montgomery, y La ventana siniestra (The Brasher Doubloon), interpretada por George Montgomery y dirigida por John Brahm, con críticas muy dispares.
Descubre de la mano de nuestro crítico #noir, @joseviblender, las 7 caras del inolvidable Marlowe. Share on XLa dama del lago supone un hito, al menos estético, en la trayectoria del cine negro. La realización de la película en términos de cámara subjetiva, con una utilización, a mi entender, abusiva de ella, rompe con las concepciones dramáticas atribuidas al cine de la época y consigue un efecto —quizá contrario al deseado— de monotonía y aburrimiento, sin ninguna tensión narrativa, convirtiéndola únicamente en un ejercicio de virtuosismo, a pesar de su propuesta narrativa arriesgada, que condiciona todo el entramado temático y formal. Se consigue un punto de vista exclusivo, pero también excluyente. De hecho, este recurso nunca más se volvió a emplear, si exceptuamos La senda tenebrosa dirigida por Delmer Daves, también en 1947, pero de una manera más comedida y parcial. Solo el pionero Orson Welles, en su malograda Heart of Darkness, que nunca se llegó a rodar, había planteado este recurso narrativo de una manera tan exclusiva.
Por su parte, La ventana siniestra (The Brasher Doubloon), George Montgomery interpreta a un Marlowe bastante alejado de la definición de Chandler, en ella se le presenta jovial, despojado de su cinismo y sarcasmo. Poco recordable.
Estas fueron las únicas cuatro películas rodadas en vida de Chandler. Sin embargo, no fueron las únicas, se rodaron cuatro más. Pero para verlas, tenemos que dar un salto hasta 1969, doce años desde el último rodaje. La primera de ellas fue Marlowe, detective muy privado, una lamentable visión de Chandler en opinión de los críticos, dirigida por Paul Bogart e interpretada por James Garner. Sin embargo, El largo adiós (1973) de Robert Altman, con Elliot Gould en el papel de un renovado y casi posmoderno Marlowe, fue mucho más valorada que la versión de Garner.
El largo adiós, de Robert Altman. Elliot Gould, un renovado y casi posmoderno Marlowe. Share on XEste sexteto se completa con el gran Robert Mitchum, el único que interpretó a Marlowe en dos ocasiones: Adiós, muñeca (1975), de Dick Richards, donde la historia, los personajes y la ambientación estuvo supeditada a la moda «retro» que imperaba en el momento; y Detective privado (1978) —basada en El sueño eterno—, dirigida por Michael Winner. En ambas, el resultado se asemeja más a un film televisivo que a una cinta cinematográfica. Una película de sobremesa. Mitchum siempre había sido mejor.
Marlowe es, en definitiva, un personaje legendario, protagonizado por actores legendarios, poco llevado al cine y de manera muy dispar, para aquellos que estamos sometidos a su influjo, al igual que al de la luna, al igual que a las palabra de the boss Chandler.
Un consejo: bebed cine. Y siempre noir.
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