Hace unos pocos días unos amigos y amigas de Moncho Alpuente le hicimos un homenaje en el Circo Price de Madrid, al año de su fallecimiento.
Vamos a ver si consigo reflejar en pocas palabras una definición que exprese lo que fue Moncho: un tipo extremadamente alerta e inquieto que le entraba a lo que se le ocurriera, cercano, solidario, anarquista, sobre todo comprometido con las injusticias de todo tipo y con la defensa de la libertad individual, creador, tremendamente vital. También vicioso. Y amigo.
La muerte se lo llevó pronto, como a muchos otros del mismo ambiente: el maestro Reverendo, Hilario Camacho y un larguísimo etcétera que cada año se amplía más. Y a pesar de ese corte brusco, nos dejó un montón de cosas hechas: de artículos publicados, de libros, de canciones, de conciertos, de montajes hechos, de conversaciones, de programas televisivos, de ideas y de la estela de una personalidad variopinta y al tiempo unívoca que impide desmentirle, ignorarle o tergiversarle. Un hombre protestatario, insurgente, provocador y calzado con un humor despilfarrador.
Moncho Alpuente era protestatario, insurgente, provocador y calzado con un humor despilfarrador. Share on XCon rigor profesional y mucho cariño, se organizó por AMA (Amigos de Moncho Alpuente) el homenaje del 21 de marzo de este 2016 que, significativamente, transcurre sin gobierno. Fue una espléndida oportunidad de hacer con el propio Moncho (en sus vídeos) y con el paso de un puñado de artistas y relacionados con él, un recorrido por toda su trayectoria.
Seguramente desde aquella entrañable y fantástica Castañuela 70, para lo que se unieron el grupo de teatro independiente Tábano y su grupo entonces: Las Madres del Cordero, hasta un montaje que, de la mano de Jesús Cracio, se ha quedado en la reserva y que era Franco, el musicalísimo, del que también se pudo ver la primera escena. Pasando por revistas emblemáticas como Madrid me Mata, que hizo un equipo que capitaneaba Oscar Mariné y el propio Moncho. El empeño de hacer La Reina del Nilo, ópera frustrada en el sentido de que, sin él en la dirección, no alcanzó las cotas de calidad y éxito que hubiera podido lograr. Su participación en varios programas de televisión. Su País Imaginario en el diario que comenzó siendo viento fresco y ha terminado en la más rancia de las alineaciones del sistema.
Yo también bebí mucho con Moncho, y fumé con él, y me metí algunas rayas con él, y conversamos, y construimos proyectos juntos, y nos reímos, y hasta soñamos.
Yo también bebí mucho con Moncho, y construimos proyectos, y nos reímos, y hasta soñamos. Share on XAunque le conocía de antes, sobre todo tuve mucha relación con él durante el Elígeme, en los años 80. Para quien no la conociera, Elígeme fue una sala de actuaciones en directo, y mucho más, que duró entre el 85 y el 91, en pleno Malasaña. Él fue de los muchos asiduos que tuvo la sala. Era un tiempo, más allá de la movida (superficial en gran medida, y ya entonces terminando) de efervescencia creativa. Elígeme fue un local de reunión del mundo de la música, sobre todo de la canción de autor, y también de las otras artes, de la política de izquierdas, del periodismo más progresista, en la que Moncho actuó bajo diferentes formatos como Los Tres Tristes Tigres, con Wyoming y Reverendo, éste último su ingeniero musical durante gran parte de su vida.
Hicimos a partir de la sala una discográfica, Elígeme Discos, y dos de los 10 álbumes que conseguimos sacar al mercado fueron de él, uno fue The Moncho Alpuente Experience, también con el Gran Wyoming y la dirección musical, de nuevo, de Reverendo. Y un maxi single colectivo: Todos por el humo, del que también hicimos un vídeo. Una grabación musical y un vídeo al que se sumaron grandes fumadores y defensores de la libertad personal, de los que tampoco están ya entre nosotros el propio Reverendo, Hilario Camacho y Javier Krahe. No es que animáramos al vicio, que también, sino que se peleaba, precisamente, para que se respetara la libertad individual, algo en franca decadencia desde hace años, y que ha terminado siendo objeto de una persecución fanática.
Sobre el inolvidable #MonchoAlpuente nos habla su amigo, el escritor @VClaudn. Share on XFue un privilegio ser amigo del fuera de serie que fue Moncho, lo bueno es que nos queda mucho de él, así que aunque lo pretendiéramos, nos va a costar olvidarle. Te seguimos queriendo, Moncho.
Fue un privilegio ser amigo del fuera de serie que fue #Moncho, nos va a costar olvidarle. @VClaudn Share on X
Todos por el humo
«Cantaremos hasta enroquecer, fumar es un placer sensual…»
Sin Comentarios