Mi pequeña Marilyn:
No llegaste a conocer a tu padre, un tal C. Stanley Gifford, panadero ambulante que dejó preñada a tu madre —quién sabe si a alguna más— y desapareció. Nunca tuvo noticia de tu existencia. Mientras tú, bebé abandonado e indefenso, deambulabas por los hospicios, ella —una humilde obrera de la industria cinematográfica— hacía lo propio por los manicomios. Ser madre soltera era un pecado imperdonable en aquella época.
Oh, mi pequeña Norma Jean, ¿sabes que llevas el nombre de una estrella de cine? Tu madre admiraba a Norma Talmadge y te dejó en única herencia un nombre de actriz que, años más tarde, alguien cambió por el de Marilyn. Marilyn Monroe…
Oh, mi pequeña Norma Jean, ¿sabes que llevas el nombre de una estrella de cine? Carta a #MarilynMonroe en el aniversario de su muerte. @txaro_cardenas. Share on XFuiste una pequeña transeúnte de orfanatos y casas de adopción. La ausencia de cariño acabó por consolidar esa fragilidad y la profunda sensación de amargo desamparo que nunca te abandonaron. Jamás supiste lo que era un auténtico hogar, ni el amor de unos padres. Pobre Norma Jean, niña de risa nerviosa y triste.
¿De qué te sirvió escapar, Norma Jean Dougherty? El matrimonio precoz no te salvó de tu pasado, tampoco pudo detener la incipiente eclosión de tu belleza. ¡Maldita belleza! Ni la fama ni el glamur te ayudaron a alcanzar el equilibrio que buscabas; al contrario, te sometieron a un control cruel para el cual no estabas preparada.
Mi preciosa Marilyn, sé que ellos confundieron tu sensibilidad con la estupidez, tus ansias de saber con la ignorancia, tus más íntimos miedos con las veleidades de una estrella caprichosa y oxigenada. Escúchame bien: no lo eres.
No lo eres.
Mírate: la melena castaña, la naricilla ligeramente abultada en su vértice, esa mirada… Eres Norma Jean, la pequeña Norma. Frágil pero llena de luz. Agárrate a ella.
No abras ese frasco.
No lo hagas.
Tu buscabas y encontrabas, los que te amaron, pasaron, de algunos pocos , perdurara su recuerdo en el futuro , como Arthur Miller pero tú serás recordada por ser una mujer abierta al amor que los demás deseaban pero no perduraba. Tú hubieras sido Feliz siendo Karen Blixen. Tu alma te lo pedía .
De una belleza inmortal la gran Marilyn
Imperecedera su memoria. Siempre en el imaginario colectivo. Gracias por comentar.
Bien dicho…..y tan sentido, Txaro Cárdenas…!!
Gracias, Adela, siempre la admiré.
La gran Marilyn Monroe siempre acompañará nuedtros sueños. ¡Era preciosa!
Sigue gustando, tanto a hombres como a mujeres por ese aura especial, dulzura, fragilidad… Aquella sonrisa…