Desde que la vi anunciada en el suplemento cultural de un periódico de difusión nacional, me atrajo. No sólo era el título, llamativo e inusual en el teatro, de Prostitución, sino sobre todo porque del trío de actrices que lo protagonizaban sabía del buen hacer de dos de ellas (Carmen Machi y Nathalie Poza); tras ver la representación supe que a la tercera en discordia, Carolina Yuste, también la conocía al haberla disfrutado en la película Carmen y Lola por la que fue distinguida con un Goya a la mejor actriz de reparto. Y luego, claro es, me llevó a ella, como no podía ser de otro modo, saber que la dirección, texto y dramaturgia se debía a la mano de Andrés Lima, hombre de teatro con el que jamás me he sentido engañado.
Con las entradas ya en el bolsillo fui leyendo no pocas crónicas realizadas por críticos en los que tengo confianza plena como Marcos Ordóñez, por ejemplo, que hicieron que mis expectativas fueran creciendo más y más. Tanto crecieron que miedo tenía cuando sentado ya en la butaca del Teatro Español del Ayuntamiento de Madrid, abarrotado hasta el último palco del último piso, me disponía a ver la representación. Pero lo digo ya (¡bufff!), qué barbaridad, qué pedazo de espectáculo teatral, qué creación actoral por parte de cada una de las actrices, qué escenografía, qué… todo! Todo en la obra me satisfizo plenamente.
Un escenario ocupado tan sólo por una especie de container como los que suele haber en las zonas portuarias o, quizás, arrumbados en algún polígono empresarial de esos que suelen existir a las afueras de las ciudades donde se suelen apostar las profesionales del sexo y a donde suelen acudir los consumidores del mismo. En ese espacio frío y desnudo van apareciendo los personajes del espectáculo y allí realizan sobre la prostitución un ejercicio de denuncia, documentación explicación, reivindicación, justificación, argumentación a favor o en contra de su legalización, clasificación de los tipos de prácticas en el exterior o en el interior de casas de madames o en garitos vigiladas por proxenetas, cuentan la procedencia de estas chicas… Y también, esto es muy importante, las vemos a ellas, a las personas que la ejercen, dialogando, riendo, discutiendo, manifestándose sobre su oficio según sus distintas ideologías y formas de pensar. Sí, se trata de una función que versa sin ambages, sin falsos pudores, sobre el fenómeno de la prostitución.
La obra de Andrés Lima versa sin ambages, sin falsos pudores, sobre el fenómeno de la #Prostitución. En el @TeatroEspanol de #Madrid hasta el 23 de febrero. No te la pierdas. #Reseña: @juancargalan #actualidad #teatro. Share on XLo anterior se acompaña de una escenografía a base de luces cenitales y laterales que realzan el deambular de los personajes por la escena; una escena que salta en ocasiones al patio de butacas por donde entran las actrices al inicio del espectáculo y por donde lo abandonarán a su finalización. En este patio ocupado por los espectadores se produce la participación de los mismos en la función bien activamente cuando las actrices directamente se dirigen a algunos de ellos convirtiéndolos de esta manera en eventuales actores de la representación —increíblemente divertida es la interacción llevada a cabo por la gran Carmen Machi en este sentido—, bien de manera pasiva como cuando en otro momento la participación de todos los espectadores se asemeja a la de la potencial clientela de ese imaginario polígono que ve cómo en silencio y seriamente las prostitutas los abordan, contratan el servicio, lo realizan y lo finalizan con un pañuelo de papel y un enjuague bucal; así una y mil veces más, hasta el infinito.
Andrés Lima ha extraído los parlamentos que dicen las actrices de textos escritos por Virginie Despentes (Durmiendo con su enemigoe e Imposible violar a una mujer tan viciosa), Amelia Tiganus (La rebelión de las putas) y Juan Cavestany (Natural). Y también de la realidad española: esa infinidad de clubes de alterne –aproximadamente 1400 locales donde en cada uno de ellos trabajan entre 10 y 50 prostitutas- que crecen como setas en nuestras carreteras, el hecho de ser España un país donde existen unas 100.000 personas (prostitutas -90%- y chaperos -10%-) dedicadas al ejercicio de la prostitución, la cantidad de dinero negro que mueve el sector (5 millones de € diarios según el Ministerio del Interior), ser el país europeo que más prostitución consume (el 39% de su población, la mayoría varones entre los 35 y 55 años) sólo superados por Costa Rica y Tailandia, los juicios morales que merecen a la sociedad las violaciones… A través del guion teatral realizado por Lima partiendo de estos documentos se lanza al espectador de una manera directa y sin remilgos cuestiones espinosas como el discurso del dominado, la falsa revolución feminista, la sexualidad lúdica, la patología del consumidor de nuestros días que siempre es un consumidor inseguro, la mujer heterosexual pero viril, el miedo al castigo, la «madre todopoderosa» en relación al «estado fascista», la práctica de la prostitución como fórmula de libertad y/o mero medio para poseer objetos inalcanzables de otra manera en esta sociedad de consumo, la legalización o no de la misma, una emigración legal y ordenada que evite la trata de blancas, la casi omnipresente presencia de la violación en el origen de no pocas prostitutas…
Andrés Lima ha extraído los parlamentos que dicen las actrices de textos escritos por Virginie Despentes, Amelia Tiganus y Juan Cavestany. Y también de la realidad española. #Prostitución @TeatroEspanol de #Madrid @juancargalan. Share on XLo interesante de esta representación puesta en escena por Andrés Lima y Albert Boronat es que prácticamente no deja fuera ningún aspecto del fenómeno soslayando el discurso panfletario y populista casi por completo. Al respecto es impresionante por la sinceridad que contiene la conversación habida en ese polígono ¿Marconi? entre las tres prostitutas en la que el personaje de la Machi ante la retahíla de frases hechas emitidas por la más joven de las tres (paternalismo burgués, estado fascista, empoderamiento de la mujer, etc.) no puede por menos que decirle que pare ya, que la tiene harta con tanta palabrería hueca que no sirve para nada. También es de lo más interesante la desmitificación que los personajes de Nathalie Poza y Carolina Yuste realizan de ese buen hombre que —dice la Machi— tanto la ama. ¡Es un chulo, hija mía. Es tu chulo!, le espetan entre risas sus compañeras.
Tres actrices que, además de romper magistralmente la #cuartapared, resplandecen en la interpretación de sus personajes: @cCarmenmachi @CarolinaYuste_O @poza_nathalie: Sencillamente magníficas. @TeatroEspanol @juancargalan. Share on XEs un teatro que cabría calificar de documental por la indagación y trabajo de campo realizado por los creadores del mismo en la realidad que teatralizan: la calle, los clubes de alterne, los pisos, las casas de madames, el diálogo directo con personas reales que profesionalmente se dedican a la prostitución y que en la representación primero son citados sólo con sus nombres (Ana María, Isabela, Lukas, Lucía, Alexa, Alicia…) y al final en proyección sobre ese container en el que se centra la representación muestran su verdadero rostro en su auténtico día a día.
Por último sólo queda destacar el acompañamiento de música en directo ejecutado con maestría por Lucía Vallés quien en un momento dado de la representación se incorpora también al elenco de actrices ejecutando el papel de un cliente. La música y la canción sirven para incorporar al espectáculo características propias del Cabaret y la Revista. El sonido que sale de las manos de la pianista Lucía Vallés es acompañamiento perfecto en la vorágine visual que en ocasiones se convierte ese contenedor dentro del cual estas mujeres realizan sus servicios sexuales y que gira, gira y gira vertiginosamente al tiempo que sobre sus paredes se proyectan imágenes de prostitución que nos dejan sin aliento posible.
En fin, ya no más. Sólo una palabra: ¡Magistral!
En el Teatro Español de Madrid hasta el próximo 23 de febrero.
Prostitución
Dirección: Andrés Lima
Dramaturgía y Autoría: Albert Boronat y Andrés Lima
Reparto: Carmen Machi, Nathalie Poza, Carolina Yuste
Piano Laia Vallés
Actriz de la grabación: Lucia Juárez
Juan Carlos Galán
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Una magnífica reseña que me ha dado dos sorpresas, ambas por culpa de mi ignorancia: que se trata de una obra teatral y no de una película, como creía, y que es también un musical. Me gustaría poder verla, pero lo dudo. He consultado la gira por España y Barcelona no está en la lista de ciudades donde se representará. al menos este año. Es una verdadera lástima que ua capital como Barcelona, no tenga más teatros.
Un abrazo.