Según fuentes aportadas por APSAS mueren anualmente en el mundo por suicidio aproximadamente unos diez Camp Nou llenos a rebosar, esto es, más o menos un millón de personas.
Solo en Cataluña durante el año 2017 murieron unas 510 personas.
Ante tal grave problema de salud pública y en vísperas del día mundial de la prevención del suicidio (10 de septiembre), el pasado sábado día 7 la asociación APSAS (Associació per a la Prevenció del Suïcidi i l’Atenció al Supervivent) organizó en el centro cultural La Mercè de Girona una Jornada Multidisciplinar fundamentada en tres principios básicos: escuchar, comprender, atender.
Según fuentes aportadas por APSAS un millón de personas mueren anualmente en el mundo por #suicidio. #DíaMundialParaLaPrevenciónDelSuicidio #JornadaMultidisciplinar: escuchar, comprender y atender. @XavierAlcover. Share on XAPSAS: Qué y quiénes son
APSAS es una asociación sin ánimo de lucro que pretende sensibilizar a la opinión pública sobre el suicidio y apoyar a las personas afectadas. Está formada por un grupo de supervivientes (personas que han perdido un ser querido por suicidio) que han creado dicha asociación con la esperanza de que las personas que pasen por su misma situación no estén tan desamparadas.
APSAS es una asociación sin ánimo de lucro que pretende sensibilizar a la opinión pública sobre el #suicidio y apoyar a las personas afectadas. #DíaMundialParaLaPrevenciónDelSuicidio #JornadaMultidisciplinar. Crónica de @XavierAlcover. Share on XTambién quieren aportar su granito de arena para la prevención y contribuir a que cada vez menos personas vivan una experiencia tan dolorosa. En el grupo hay terapeutas y profesionales de diferentes ámbitos (social, salud, educación, etc), con una sensibilidad especial respecto al suicidio por haberlo vivido en primera persona. También hay personas que no tienen formación específica relacionada con esta temática pero que aportan su experiencia personal, su empatía y gran humanidad. A todos les unen las ganas de ayudar, la esperanza de ver cómo cambian las cosas y el afecto y conexión especial que sienten los unos con los otros alrededor de una misma vivencia.
APSAS, Jornada Multidisciplinar
La Jornada Multidisciplinar, presentada por los miembros de APSAS, estaba organizada en cuatro mesas de debate.
Crisis de emergencias
La primera mesa, Crisis de emergencias, formada por las ponentes Cristina Ventura y Glòria Marsellachs del SEM Girona y Pedro Martín-Barrajón, experto en psicología de emergencias, se inició con experiencias de Intervención Psicológica Avanzada.
Según las psicólogas, han aumentado las «activaciones» en la ciudad de Girona, una de las ciudades con mayor tasa de suicidios consumados. Y ante tal aumento de la demanda se ha requerido de la presencia de más psicólogos de emergencias.
El cometido de estos profesionales lo explica Gloria con una acertada metáfora: cuando un familiar cercano ha muerto por suicidio tu vida se rompe y el asfalto de la carretera por la que transitas queda interrumpido por un abominable abismo. Y ahora qué, se preguntan los supervivientes.
El profesional deberá de alguna forma tender una mano, «hacer de puente» para que las personas afectadas puedan cruzarlo, si cabe, narrando lo sucedido, ventilando emociones, dando un sentido y sacando la parte de resiliencia del superviviente. Otra tarea consiste en tratar de reconectar la red social de los familiares que han sufrido una pérdida. Una de las máximas básicas del psicólogo de emergencias es que la ayuda nunca debe imponerse, pues puede haber personas que no quieran recibir ayuda al no estar preparadas. Sin embargo –explicaban las ponentes durante la Jornada Multidisciplinar– las personas en situación de estrés o ‘alta reactividad’ son más receptivas en cuanto a la ayuda ofrecida, pero se debe actuar con pausa y brevedad por tal de que puedan asimilar la información más elemental. Luego hay otras que quedan en estado de shock, y estas son las que más deben preocupar.
Cristina Ventura: «Si la persona está en estado de shock tendida en el suelo yo debo estirarme con él en el suelo»
Tras aportar datos que confirman las elevadas cifras de muerte violenta por suicidio —superiores incluso a los accidentes de tráfico— y tras corroborar el aumento de suicidios en la ciudad de Girona, Cristina y Gloria aseguran que actualmente existen también más programas preventivos dentro de la red sanitaria.
Durante el transcurso de la misma mesa de la Jornada Multidisciplinar de APSAS, Pedro Martin-Barrajón nos aporta unas pautas para el auxilio psicológico en casos de suicidios no consumados. De entrada, rompe con un mito social que reduce el suicidio a un problema exclusivamente atribuido a personas con algún problema de salud mental. Por tanto, es falso que todas las personas fallecidas por suicidio hayan tenido un problema de salud mental.
Después el experto en psicología de emergencias nos explica cómo procede a la hora de atender a una persona que quiere lanzarse al vacío. Nos explica qué cosas no deberíamos decir nunca a una persona que está a punto de lanzarse desde la azotea de un edificio (por ejemplo, «venga, hombre, que la vida está para vivirla!»). Él explica que es importante no juzgar a la persona, respetarla, y limitarse a «ganar tiempo»: «¿Qué ha hecho que llegues a esta situación?». Con este tipo de preguntas, el psicólogo pretende «anclarlo» un poco más a la «vida». «¿Te has despedido de tus familiares? Querrías hacerlo? Quizá podrías despedirte primero y siempre podrás suicidarte más tarde».
Explica Pedro que existe una casuística muy variada y que no todas las personas suicidas aceptan negociar, pues están quizá demasiado nerviosas, drogadas y prácticamente preparadas para saltar. Otras, en cambio, merced a la intervención del psicólogo logran expresarse y reconsiderar algunas propuestas hechas por el experto.
Sin embargo, la intervención no finaliza técnicamente hasta el momento en que la persona está físicamente dentro de la ambulancia acompañada por los diferentes profesionales. Finalmente, y esto es una realidad, el buen trabajo realizado por ese «primer eslabón» puede echarse a perder en situaciones en que los médicos dan el alta al día siguiente a la persona que ha intentado suicidarse, cuando por regla general debería estar al menos cuatro días atendida.
Pedro Martin-Barrajón: «El suicidio es una solución definitiva para un problema temporal»
Prevención y acompañamiento en salud mental
La segunda mesa, Prevención y acompañamiento en salud mental, formada por los ponentes Hugo Rovira de Activament Girona y Alicia de Maya de l’Espai Situa’t, ha hecho referencia al proyecto «Activa’t per la salut mental» cuyo objetivo es empoderar a la persona con algún problema de salud mental o en riesgo. En dos palabras, la persona con una enfermedad mental debe tomar las riendas de su vida.
El proyecto ofrece un servicio de asesoramiento individual (situa’t) a personas con dudas acerca de un problema determinado relacionado con la salud mental propia o de algún familiar. En función de las necesidades de la persona esta puede regresar a casa o bien subir el escalón de la capacitación mediante un grupo terapéutico multifamiliar apoyado por profesionales. El grupo en cuestión ayuda a la persona a resolver dudas acerca de su enfermedad mental, aumentando así su conocimiento sobre si mismo y sobre su enfermedad (por ejemplo, pueden aprender estrategias para evitar recaídas) así como fortalecer vínculos que a la postre pueden llegar a «salvar vidas» en casos en los que la persona flirtee con la idea del suicidio.
El tercer escalón (empoderamiento) ya debe prescindir de cualquier ayuda de los profesionales, pues para empoderar a la persona con enfermedad mental es necesario que no haya nadie que le diga qué debe hacer y, por lo tanto, se trata ya de formaciones grupales dirigidas por personas con experiencia propia en una enfermedad concreta, además del soporte mutuo o espacios de ayuda mutua que ofrecen las distintas asociaciones familiares.
Se trata, a la postre, de dar voz a aquellas personas que desde tiempo inmemorial han sido tratadas como infantes, como personas sin voz, como hijos inferiores recibiendo órdenes de sus padres superiores bajo el pretexto de su protección.
Alicia de Maya: «Es por ello que horizontalizar es humanizar»
Por su parte, Hugo Rovira ha hablado sobre la necesidad de garantizar los derechos de las personas con discapacidad en el ámbito educativo y laboral.
En el ámbito educativo es muy importante trabajar el respeto a la diferencia, la comprensión y la empatía. Es fundamental ver detrás de la enfermedad a una persona que es igual que los demás y no verla como un mero enfermo.
En el ámbito laboral y en vistas a una inserción efectiva es muy importante dar el paso de informar a la empresa de turno sobre tu problema de salud mental —sobre todo si no puedes disimular ciertos síntomas— para que esta –así como las personas trabajadoras– pueda adaptarse a las necesidades específicas de esta (como más descansos que el resto para poder gestionar mejor el estrés que puedan ocasionar, por ejemplo, los delirios) y demostrando que, a pesar de ciertas limitaciones que precisan de ciertas adaptaciones, se puede ser tan productivo o más que cualquier otra persona carente de alguna enfermedad mental.
Prevención en el contexto educativo
La tercera mesa de la Jornada Multidisciplinar de APSAS, Prevención en el contexto educativo, estuvo formada por las ponentes Anna Nolla, maestra y especialista en pedagogía sobre vida y muerte, Andrea Sayago, miembro del EAP de Girona y Cristina Lorenzo, profesora de Educación Secundaria.
Por una parte, se ha hecho hincapié en la pedagogía del duelo, entendida como aquella que trata de acercarse a la vivencia desde la propia vivencia. Por ejemplo, en una reunión de docentes se puede llegar a hablar sobre la hermana de cierta alumna que está a punto de nacer y en cambio nada decir sobre la hermana que ha fallecido ese mismo verano. Esta es una realidad que parece estar cambiando poco a poco, de manera que estas situaciones podrían estar gestionándose —y no debe ser fácil— más adecuadamente en los centros educativos. Y, claro está, es necesario que también se hable en família y así rompan el tabú también.
Por otra parte, se ha hablado sobre la pedagogía de la vida y de la muerte como un modo de acercarse a la experiencia (a la vivencia dolorosa) sin haber vivido necesariamente la vivencia. Se trata de ir derribando el tabú de la muerte que tanto daño ha hecho y nos hace a todos a corto, medio o largo plazo. En cualquier caso, ambas pedagogías se antojan fundamentales para ayudar al alumnado a dar un sentido a la vida, relajando quizá esas dudas existenciales que agonizan en su interior y que necesitan verbalizar (palabras como ‘muerte’ o ‘suicidio’ deben incluirse en el repertorio diario). Silenciándolo, flaco favor nos hacemos a nosotros mismos y a la comunidad educativa. Además, hablar sobre la muerte en las escuelas permite hablar de valores, de gestos solidarios, invita a reflexionar sobre la esperanza de vida y abrir una puerta que ha permanecido vedada por largo tiempo: la puerta hacia la trascendencia, la cual, huelga decir que esta no es patrimonio de religión alguna, sino que pertenece a la humanidad misma.
Hablar sobre la muerte en las escuelas permite hablar de valores, de gestos solidarios. #DíaMundialParaLaPrevenciónDelSuicidio, APSAS, JornadaMultidisciplinar #escuchar #comprender #atender. #Crónica de @XavierAlcover. Share on XEncuentro con autores
La cuarta mesa, Encuentro con autores, formada por Marta Albadalejo, autora del libro Cartes a la mare de Octaedro editorial, y un servidor —además de viejo colaborador de MoonMagazine— que es autor de Vida después del suicidio, de Terra Ignota ediciones.
Durante la Jornada Multidisciplinar, Marta Albadalejo nos ha explicado la historia de la muerte de su hijo por suicidio a finales de los años noventa. Tenía 17 años. Explica cómo aquello le impulsó a escribir una obra, Cartes a la mare donde Marta se pone en la piel de su hijo Arnau hablándole a su madre (que es ella misma). Debo decir que cada palabra de Marta es, casi de una forma mágica, la voz de su propio hijo tratando de comunicarse con ella. Y además estoy convencido de que el chico hubiera pensado y hablado así, porque solo una madre es capaz de ponerse en la piel de su hijo difunto y «darle vida» con palabras. Extraordinaria y conmovedora obra que es fruto de la maravillosa magia de la inspiración.
Y, finalmente, sobre Vida Después del Suicidio decir que ha tratado de aportar una idea más a esta jornada: la posibilidad de que, como dice La Bíblia, la muerte no tenga la última palabra. Solo comentaros que leáis la fabulosa reseña de Rosa Berros en esta misma revista.
El testimonio de Rosalía
Finalmente, la inesperada y quinta mesa de esta Jornada Multidisciplinar de APSAS la ocupó Rosalía, la estrella (trá-trá!) que irrumpió fugazmente en la sala para explicarnos su extraordinaria experiencia de tentativa de suicidio tras una grave enfermedad que le fue diagnosticada. Rosalia Díaz nos habló sobre la necesidad de una asistencia psicológica adecuada a personas que han sido diagnosticadas con una enfermedad grave como fue su caso. Al recibir un tratamiento experimental le dieron una medicación cuyos efectos secundarios provocaron en ella un descontrolado impulso de querer suicidarse. Explica cómo a pesar de todo, logró remontar milagrosamente una enfermedad que la había dejado prácticamente sin peso y sin movilidad. También logró, tras escapar inconsciente y espontáneamente del hospital a raíz de una errónea medicación, ser atropellada por un autobús y contarlo de la manera que lo hizo.
Y así fue como «Iron Woman» cerró una Jornada Multidisciplinar «de puro cine» tanto en su contenido como en su organización.
Xavier Alcover Fernández
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