El pasado viernes, 17 de abril, tuvo lugar en el Quoncor Café de Madrid la presentación de una editorial recién nacida. Hija de una revista que aún no ha cumplido un año, Revista Argonautas, los tres jóvenes que componen su equipo directivo decidieron lanzarse a la aventura y agregar una editorial a la familia.
En un local demasiado pequeño para la cantidad de público que asistió -ante la que los propios organizadores se asombraron-, Elena A. G, Santiago Sánchez y Juan Ignacio González Fejèr presentaron las dos antologías con las que la editorial se ha estrenado: I Antología Argonautas, con 20 relatos y 14 poemas, y I Artbook Argonautas.
Los autores hacen Argonautas
La encargada de abrir la presentación fue Elena: «Queríamos celebrar el primer año de la revista y el paso que hemos dado para convertirnos en editorial, y la mejor forma de hacerlo era junto a los autores, muchos de los cuales llevan con nosotros, derrochando talento, desde el primer número». El co-director, Santiago Sánchez, redundó en la idea al añadir que «Argonautas no son ellos tres, sino los autores».
Y para demostrarlo, algunos de los escritores presentes en la Antología son invitados a leer unas líneas de su obra. Aránzazu Mantilla Santiuste elige para ello los párrafos finales de su relato Marea alta. Yo, sin embargo, me quedo con la frase que cierra la historia, también firmada por ella, El vestido rojo:
La memoria no es caprichosa ni traicionera, es una auténtica cabrona.
La elijo porque son los sinsabores de una travesía por un desierto sin fin los que llevaron a estos tres jóvenes a fundar la revista. Y es que Argonautas nació como un acto de rebeldía, según lo que se desprende de las palabras de Elena A. G. cuando se le pregunta por sus comienzos: «Estábamos cansados de dar vueltas sin encontrar salida para nuestros textos, de modo que decidimos fundar nuestra propia revista, un foro pensado también para dar voz a todos aquellos autores noveles que no encontraban un lugar donde se les escuchara».
Pero para los tres fundadores de Argonautas, la revista no era suficiente. Con la mirada en el futuro, sus proyectos alcanzaban sueños más amplios. Sí, afirma Elena cuando le pregunto si al fundar la revista ya tenían en mente dar vida también a la editorial. «No nos habíamos fijado una fecha, pero era algo que entraba dentro de nuestros planes».
Nuevos proyectos
Y los planes de estos tres jóvenes corren que se las pelan. Recién publicadas las antologías, ya están preparando nuevos proyectos: un poemario de Óscar Sejas, un autor que tiene muy clara la filosofía de Argonautas de la que, dice, «prima la calidad sobre las ventas; una novela gráfica muy particular», la define Elena. Ambos a punto de entrar en imprenta, no son los únicos, sin embargo. «Hay algunos proyectos más para este año», me cuenta, pero prefiero no hablar de ellos todavía». Sin embargo, sí nos da algunos detalles: no van a limitarse a publicar relatos cortos. Tienen ya pensadas algunas antologías de narrativa y de micronarrativa, «un género que no tiene nada que envidiar a la novela». Y, por supuesto, todo tipo de géneros.
Una editorial con ideas propias
En su web se definen como una editorial decidida, valiente y pasional, que tiene la mente despejada y las ideas muy claras. «¿Qué les dice la Editorial Argonautas, tras definirse a sí misma de esta manera, a los autores que andan en busca de editorial?», pregunto. «Que se pueden hacer las cosas de otra manera», asegura Elena, «y que nosotros queremos hacerlas de esa otra manera».
Apoyadas en una máquina de hacer palomitas, frente a la estrecha escalera que sube al pub donde la música se confunde con las charlas inconexas de los clientes, Elena sonríe ante mi móvil, que graba sus palabras. Se la ve feliz y es obvio que está disfrutando la noche. «Vamos a leer todos los manuscritos que nos lleguen», asegura. «Algo que no hace nadie. Pero también vamos a salir ahí fuera en busca de nuevos autores». No se ponen restricciones de ningún tipo. Incluso la literatura infantil está dentro de sus proyectos.
¿Y por qué valientes y pasionales? Se ríe ante mi pregunta. «Porque hay que tenerlos bien puestos para lanzarse a algo como esto», dice. Y apostilla: «Estamos un poco locos. Pero hay que sentir mucha pasión por lo que haces para trabajar dieciséis horas al día sin ganar un duro».
La veo bajar el par de escalones que llevan a la sala donde ha tenido lugar la presentación. Sonríe, saluda a todo aquel que se acerca a ella, firma ejemplares. Cuando tomo el otro tramo de escaleras para abandonar el local, me quedo con el rostro de los tres jóvenes que están viviendo su sueño, ahora sí en la realidad. «La memoria que les quede de este día«, me digo mientras subo, «seguro que no tiene nada de cabrona».
Acabo de leer todos estos maravillosos comentarios y no he podido evitar emocionarme.
Mil gracias a todos por vuestras palabras de apoyo, por vuestro reconocimiento en esta locura tan sana que hace de la ilusión nuestro escudo y espada. Gracias también de corazón a Txaro, Ana y Javier, por haberse fijado en nosotros y habernos tratado con tanto cariño y profesionalidad.
¡A viajar, Argonautas!
Gracias a vosotros por brindarnos tan bonito estreno. Iniciativas como las vuestras nos hacen sentir que no perseguimos una quimera, que no estamos solos y que se puede disfrutar del camino. Vuestras palabras han sido muy motivadoras, Elena. Cuando leí el artículo -un trabajo de gran calidad de Ana y Javier- me sentí hondamente implicada. Así que, recojo tu invitación, y a volar, Argonautas, lunáticos y todos los que luchan por sus sueños.
Magnífico reportaje. Y magníficas fotos. Mi enhorabuena a ambos, a Ana y a Javier, por vuestro excelente trabajo. Gracias, compañeros.
En cuanto a los chicos de Argonautas, no he podido evitar emocionarme al tiempo que me contagiaba de su entusiasmo. Sí, hay que estar un poco loco para ir en pos de sueños imposibles y causas perdidas; sobre todo en este mundo tan lleno de cuerdos muertos por dentro, sin ilusiones ni ganas de hacer algo diferente con sus vidas. Ojalá hubiera más locos y menos cuerdos. Os lo dice un cuerdo que ansía dejar de serlo.
Mi emoción ha alcanzado su cénit cuando he leído la frase: «Vamos a leer todos los manuscritos que nos lleguen». Bendita locura la vuestra. Brindo por ella. 🙂
Un abrazo a todos.
Ahora les llamo para que comparezcan.Gracias por comentar. Ya vienen…
Siempre que sale una editorial a la palestra es una gran noticia, teniendo en cuenta que en los últimos años deben haber cerrado muchas. Felicidades.
José Pimat
Y que esté dirigida por tres entusiastas que anteponen la cualidad a la cantidad, el arte a lo comercial, el autor al dinero, la ilusión al interés, es lo más maravilloso.
Gracias, José Pimat por tu visita. ¡Que sea MoonMagazine tu casa lunar!
Enhorabuena a Revista Argonautas, buen nombre para un buen comienzo viajeros. Empezamos bien la nueva senda de MoonMagazine.
Caminando, Josevi. De la mano de las letras y el ser humano. Gracias por tu visita, a la luna le ha encantado.
Un gran artículo, mi enhorabuena para Ana y Javier. A los chicos de Argonautas ya los conozco (los conozco muy bien) y les tengo mucho cariño, sé cómo trabajan y el empeño que le ponen en todo lo que hacen. Esta gente vale la pena.
Espero que tengan mucha suerte y que les vaya todo genial.
Un saludo!!
A mí también me ha gustado mucho la crónica de Ana y Javier. Muy en la línea de MM. Gracias, Jaume.
Buen trabajo Ana y Javier, un buen comienzo para esta nueva andaina de la revista. Argonautas, una editorial a tener en cuenta para todo el que quiera publicar. Les deseo muchos éxitos a estos tres jóvenes !!!
Gracias en nombre de los protagonistas de esta historia tan bien contada por nuestros compañeros. Bienvenida, Mar. Muchos besos.