Doce películas para recomendar del Atlántida Film Fest 2018

Atlántida Film Fest 2018

Entre los pasados 25 de junio y 25 de julio, se ha celebrado, organizada por Filmin, la octava edición del Atlántida Film Fest, el mayor certamen online que se organiza en este país y que ha crecido hasta tener una sede física en Palma de Mallorca. Durante un mes, se han podido ver en el Atlántida Film Fest 2018, nada más y nada menos, que 83 películas, divididas en seis secciones (Generación o Euromillenials, Identidad, Memoria histórica, Política y controversia, Muros y fronteras y Ciclo Kikol Grau) y que abarcan un amplio abanico de nacionalidades, empezando por España y siguiendo por Portugal, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Suiza, Austria, Israel, Suecia, Rusia, Polonia, Bélgica, Canadá, Turquía…

Cartel del Atlántida Film Fest 2018

Las tres películas vencedoras del Atlántida Film Fest 2018 han sido el documental portugués No intenso agora de Joao Moreira Salles, que realiza un amplio recorrido a través de imágenes de la época por las revoluciones y procesos de cambio que se produjeron a finales de los 60 en China, Francia, Checoslovaquia y Brasil, el cual ha ganado el Premio de la Crítica; el documental austríaco El caso Kurt Waldheim de Ruth Beckermann, del que hablaremos posteriormente, ganó el Premio del Público; y, finalmente, Samantha Hudson, Una historia de fe, sexo y electro-queer de Joan Porcel, que retrata a una figura del movimiento LGTB muy popular en redes sociales, fue la película más vista del festival.

Palmarés del Atlántida Film Fest 2018

Habiendo seguido, a lo largo del mes de celebración del evento, todas las secciones en mi blog de cine, donde podrán encontrar reseñas de las ochenta y tres películas, en el artículo de hoy en MoonMagazine vamos a recomendar doce títulos que han podido verse en el Atlántida Film Fest 2018 y que aún están disponibles en la plataforma de pago organizadora del certamen. Podrán comprobar que, aunque solo son doce títulos, la variedad y diversidad de temas y enfoques son ricas y abundantes.

Doce películas para recomendar del Atlántida Film Fest 2018

1.- Sami Blood de Amanda Kernell

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La primera virtud de esta película sueca es dirigir su mirada a un tema poco conocido y poco tratado en el cine que ha llegado a nuestro país: la represión cultural y discriminación sufridas por los ciudadanos lapones, que vieron cómo su cultura era arrinconada y cómo los niños recibían su formación (limitada, además, a un conjunto determinado de materias y sin poder progresar a niveles superiores a la primaria) en idioma sueco y arrinconando al lapón como idioma de segunda categoría. El tema expuesto se desarrolla a través de la vida de la protagonista, a quien conocemos ya anciana, y que recuerda su pasado a través de un largo flash-back que constituye la columna vertebral de la película. Sami Blood acaba siendo la historia de quien se ve obligada a renunciar a sus raíces para poder avanzar socialmente y la denuncia implícita sobre la actitud de la sociedad sueca frente a los lapones y su cultura. Narrada con un ritmo preciso y delicado y a través de un depurado clasicismo visual, estamos ante una magnifica película, sólida y perfectamente articulada, que consigue causar impacto en diferentes niveles y que será uno de los títulos del Atlántida Film Fest 2018 que, sin duda, recordaremos en los próximos años.

2.- Queerama de Daisy Asquith

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Este documental británico es un auténtico prodigio de montaje al ser capaz de desarrollar, sin voz en off de respaldo, la evolución de los problemas de gays y lesbianas en el Reino Unido desde inicios del siglo XX hasta nuestros días, solo con el respaldo de imágenes de películas y reportajes tomadas del archivo del British Film Institute y las canciones de James Grant, Hercules & Love Affair y Goldfrapp. A pesar de la ausencia de un discurso explicativo, en esta narración clara y muy bien estructurada somos capaces de apreciar la evolución desde la criminalización y la patologización de la homosexualidad hasta su progresiva (aunque costosa y complicada) aceptación social. Este documental cumple sobradamente en una triple dimensión de indagación y exploración del hecho LGBT en Gran Bretaña, rescate de imágenes para cinéfilos y creación musical para amantes del pop indie y arty. Una buena propuesta en este Atlántida Film Fest 2018.

3.- Soy un asesino de Maciej Pieprzyca

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Esta película polaca no es solo uno de los mejores títulos del certamen sino que, probablemente, también es uno de las mejores de los que han salido a la luz en nuestro país en este 2018. Centrada en las pesquisas policiales sobre los asesinatos del llamado «vampiro de Silesia» a finales de los 70, termina siendo un certero retrato de cómo y por qué se diseñan las verdades oficiales, del efecto de descomposición que genera la violencia en el cuerpo social y en las vidas individuales, más allá del ámbito concreto en que se materializa, y en las consecuencias de la pérdida de referentes éticos y morales en una sociedad construida sobre la presencia de un poder omnipotente. Realizada con agilidad, vigor y brío, resiste muy bien la comparación con posibles modelos como El detective (1968) de Gordon Douglas o Zodiac (2007) de David Fincher.

4.- Porno e libertá de Carmine Amoroso

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Más analítico y pedagógico que morboso o escandaloso, el documental Porno e libertà nos cuenta como elemento central el auge de la pornografía en Italia en la década de los 70 del pasado siglo. Pero, inmediatamente, las preocupaciones del film se dirigen a varias direcciones de forma que se habla de las posiciones filosóficas e ideológicas que había detrás de este estallido, de la aparición simultánea de los movimientos de liberación sexual, de sus posturas y de la lucha que debieron mantener, al mismo tiempo, con el poder del Vaticano en la sociedad italiana, con la Democracia Cristiana y con el puritanismo del Partido Comunista Italiano y de muchas tendencias de izquierda, hasta llegar a la consecución de un puesto en el Parlamento italiano por la actriz porno Ilona Staller (Cicciolina) por las listas del Partido Radical de Marco Pannella.

Este documental de Carmine Amoroso tiene la gran virtud de intuir que, detrás de todo fenómeno sociológico de importancia, hay mucho más que la apariencia y la gran habilidad de saber contar y desarrollar esta idea con rigor, concreción y claridad. Toda una lección de análisis social desarrollado a través del cine que hemos podido descubrir en este Atlántida Film Fest 2018.

5.- La noche cae sobre Grecia de Sylvain L’Espérance

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Este documental canadiense se enmarca en la tradición de los grandes documentales históricos que retratan momentos claves y decisivos con grandiosidad formal y gran ambición narrativa. Recordemos títulos como Octubre (1927) de Sergei M. Eisenstein, La hora de los hornos (1968) de Fernando Solanas, Le chagrin et la pitié (1969) de Marcel Ophüls, La batalla de Chile (1975, 1976 y 1979) de Patricio Guzmán, Informe general (1977) de Pere Portabella o Shoah (1985) de Claude Lanzmann. La noche cae sobre Grecia dura casi cinco horas y constituye un vasto recorrido por la desolación que la crisis financiera iniciada en 2007 ha provocado en el país heleno. Para ello, se combinan con habilidad varias subtramas (unas empleadas de la limpieza que se encuentran en un limbo legal sobre su situación laboral, unos médicos que hacen enormes esfuerzos por mantener el precario sistema de salud griego, unos inmigrantes que malviven en condiciones de vida lamentables, unos amigos que mantienen tertulias interminables sobre la situación del país…) que, básicamente, quedan agrupadas en dos niveles: los efectos de la crisis sobre la ciudadanía griega y la situación en la que quedan los inmigrantes que, llegados a la Unión Europea con la esperanza de acceder a un lugar con mayores niveles de vida que sus países de origen, se encuentran atrapados en un país devastado por la crisis y que no les ofrece oportunidades de empleo.

Aunque puede parecer que esos dos niveles dan lugar a un documental desgajado en dos bloques inconexos, el mensaje implícito es el de dibujar la jerarquía que el sistema establece entre los distintos niveles de acceso a la riqueza y cómo la propia situación de Grecia y la forma en que ha sido tratada por las instituciones de la UE guarda un estrecho paralelismo con el modo en que la propia Grecia trata a los inmigrantes extracomunitarios.

La noche cae sobre Grecia es un documento excepcional que quedará para la Historia y que servirá para testimoniar un grave cataclismo social que no soólo representa el fracaso de Grecia sino el fracaso de Europa en lograr que funcione el modelo económico, social y político que ha instaurado como el único posible y sobre el que no permite discusión o debate alguno.

6.- El venerable W. de Barbet Schroeder

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El prestigioso director Barbet Schroeder, autor de películas tan conocidas como El borracho (1987), adaptación de un texto de Charles Bukowski, El misterio Von Bülow (1990), Mujer blanca soltera busca… (1992), Antes y después (1996), Medidas desesperadas (1998) o La virgen de los sicarios (2000) participó en el Atlántida Film Fest 2018 con la culminación de su «trilogía del mal», que inició en 1976 con General Idi Amin Dada y amplió en 2007 con El abogado del terror. El venerable W. es una aproximación a la figura del fanático monje budista de Birmania Ashin Wirathu, uno de los principales inspiradores de la persecución contra la minoría musulmana de los rohingya. El peculiar monje expresa sus opiniones abiertamente a la cámara, dejando al espectador con una sensación que es mezcla de perplejidad e incredulidad (muy curioso, por otra parte, o no, que el monje apoyó abiertamente a Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016). Película valiosísima en la medida en que sirve de termómetro para diagnosticar que el nacionalismo y el paradigma identitario se están convirtiendo en vectores políticos decisivos en esta segunda década del siglo XXI.

7.- Banksters de Marc Roche y Jerôme Fritel

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No puedo ser objetivo con este documental en que su temática, el lavado de dinero procedente de la evasión fiscal o de actividades ilícitas a través de la banca comercial, coincide con la de dos de mis novelas: El Enclave – El temor del mensajero y El Enclave – Casandra encadenada. Conforme avanzaba la trama del film, no podía dejar de pensar en que los sucesivos eslabones fueron los mismos que utilicé para ir construyendo el argumento de ambos libros. Por lo tanto, debo decir que el documental me ha encantado. En vez de abordar el asunto de forma general, se centra en las prácticas y maniobras del HSBC, banco fundado por los británicos y que comenzó sus actividades en Hong Kong tras la derrota china en la Guerra del Opio. Tras reorientar su funcionamiento después de la devolución del mencionado territorio a China en 1997, se convirtió en un banco global que ha acabado por estar por encima de gobiernos y legislaciones nacionales. Banksters es una radiografía implacable del opaco funcionamiento del banco y sus oscuras conexiones con el dinero negro y con las intenciones del poder chino de alcanzar la hegemonía a nivel mundial. Documental apasionante e imprescindible, descubierto en este Atlántida Film Fest 2018.

8.- Alto el fuego de Emmanuel Courcol

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Este film galo nos habla de los traumas derivados de la I Guerra Mundial a partir de las historias de dos hermanos que fueron soldados en dicha contienda. Con una espléndida ambientación y unas magníficas interpretaciones de todo el reparto (aunque habría que destacar las de Romain Duris, Grégory Gadebois, Céline Sallette y Julie-Marie Parmentier), Alto el fuego es un brillante drama histórico que, con su entrecruzamiento de tramas y su elegante acabado, bebe del mejor cine clásico de los años 50 y que reconstruye a la perfección el espíritu y los aspectos materiales de una época dominada por la desolación, el desencanto y la destrucción de todo tipo de referente ético o moral.

9.- El caso Kurt Waldheim de Ruth Beckermann

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En las elecciones presidenciales austriacas de 1986, se produjo la gran polémica. El candidato conservador Kurt Waldheim, el gran favorito para vencer en los comicios, que se había ganado un sólido prestigio tras haber sido Secretario General de la ONU entre 1972 y 1981, fue acusado, a raíz de un scoop publicado en la revista Profil, de haber participado en crímenes de guerra durante la II Guerra Mundial y de haber tenido una importante implicación, mucho más relevante que la admitida por él en su autobiografía, en las acciones de los nazis y del ejército alemán en Salónica (Grecia) en el período 1942-1943. De lo sucedido en esa tensa campaña electoral, nos habla este documental, que realiza un detallado recorrido por los hechos que acaecieron durante unas pocas semanas y que colocaron a Austria en el centro de la atención mundial.

A pesar de haber sido una de las participantes en las acciones de protesta contra Waldheim, Ruth Beckermann logra mostrar en este documental una mirada objetiva sobre lo ocurrido, haciendo que sean las propias imágenes las que hablen por sí mismas y presentando todos los puntos de vista y todos los aspectos posibles del tema, de modo que se deja espacio a que cada espectador puede formar su propia opinión y, sobre todo, se nos transmite sutilmente que la información que acaba llegando a la opinión pública siempre se halla filtrada por estrategias políticas y por revanchas inconfesables que, demasiadas veces, permanecen ocultas a ojos de la ciudadanía.

10.- El Príncipe y el Dybbuk de Elvira Niewiera y Piotr Rosolowski

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Este documental polaco sigue un modelo ya contrastado que suele conquistar a todo tipo de espectadores aunque no sean asiduos al género documental: una historia que mezcla cine y vida, una historia real que parece una historia de película, una historia que resiste a quedar cerrada y que se abre a mil historias posibles, a mil películas que podrían realizarse aportando su propia versión sobre unas circunstancias que han quedado nubladas por los cataclismos por los que pasó Europa Oriental en los años de la II Guerra Mundial. El Príncipe y el Dibbuk investiga a quien es conocido como el Príncipe Michael Waszynski, productor y director de renombre que colaboró con Samuel Bronston en la producción de La caída del Imperio Romano, se codeó con las grandes estrellas de la época y llegó a aparecer con un pequeño papel en La condesa descalza de Joseph Leo Mankiewicz. Pero, poco a poco, sorpresa tras sorpresa, vamos viendo que la personalidad de este cineasta ha sido construida a partir de varias huidas, de varios intentos de borrar las huellas para no dejar rastro. Fascinante y apasionante, la moraleja del desenlace es que, quizás, nunca sepamos quién era realmente el Príncipe Michael Waszynski.

11.- West of the Jordan River de Amos Gitai

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Tras participar en el Atlántida Film Fest de 2016 con Rabin, the Last Day, el director israelí Amos Gitai repite en la edición de 2018 con este documental, que supone un encomiable esfuerzo por exponer un retrato equilibrado y objetivo del estado actual de la situación del conflicto entre israelíes y palestinos. Amos Gitai se sitúa en la órbita de la izquierda israelí y, a raíz de ello, está a favor de la negociación con los palestinos para llegar a una solución con dos Estados. Por tanto, está distante a las posturas del actual primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Ello le convierte en la persona idónea para hacer de puente entre ambos lados del conflicto y hay que reconocer que Gitai sabe dar la voz a todas las posiciones y obtenemos una perspectiva plural de toda la complejidad del problema y de la dificultad de su solución. Narrada con gran agilidad y claridad y con un montaje absolutamente preciso, West of the Jordan River se convierte en una magistral aproximación a un conflicto que dura ya más de un siglo (si nos remontamos a los orígenes lejanos del mismo) y que es una de las principales asignaturas pendientes de la diplomacia internacional.

12.- Moctezuma-Grau. Descendencia mortal de Kikol Grau

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De todas las películas que se pudieron ver en el ciclo dedicado al cineasta Kikol Grau en el Atlántida Film Fest 2018, esta fue, junto a Magnicidios Poe, mi preferida. Posiblemente, ello tenga que ver con que en el último Festival de Málaga, tuve la oportunidad de ver dos títulos (Traigan la hierba y Casa Coraggio) en los que la combinación de realidad y ficción daba lugar a resultados estimulantes y ha servido para abrir caminos prometedores. A estos títulos, hay que añadir ahora este curioso «experimento» de Kikol Grau, en el que, a partir de la posible vinculación entre el apellido del director y el linaje de Moctezuma (una de las hijas del último emperador azteca se casó con un conquistador llamado Joan Grau), se genera una historia que se va desdoblando en numerosas ramificaciones en las que, más allá del punto de partida, se ahonda en la memoria cinéfila, en el género de terror y en la búsqueda de niveles de la realidad que están más allá de la simple apariencia. Hábil y fascinante, Moctezuma-Grau: Descendencia mortal quizás nos indique la vía que va a seguir en el futuro la obra de este interesante realizador.

Atlántida Film Fest 2018: Doce películas que puedes ver en Filmin

José Manuel Cruz