Aunque se ha convertido en un tópico hablar de la actual crisis creativa del cine, tras ver, por ejemplo, las películas de la presente edición del Atlántida Film Fest, habría que replantearse en qué consiste exactamente esa crisis. Posiblemente, el problema sea que, con la actual situación de fragmentación de la audiencia (que afecta tanto al cine como a la televisión), sea imposible encontrar títulos que logren captar la atención, como en el pasado, de la totalidad del público o, alternativamente, de un apreciable Atlántida Film Fest, un escaparate online para ver el mejor cine independiente.porcentaje del mismo y solo cabe el objetivo de captar segmentos más o menos amplios de espectadores. Partiendo de esa realidad y admitiendo que es la que es, en el Festival hemos podido ver 60 películas de, entre otros países, España, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Grecia, Austria, Rumanía, Bulgaria, Rusia, Estonia, Turquía…, con diversidad de temas, argumentos, enfoques y concepciones estéticas. Hablar de crisis creativa cuando se hacen más obras audiovisuales que nunca, en países cuya presencia en el séptimo arte había sido, hasta la fecha, meramente testimonial y comprobando que se pueden ver seis decenas de títulos sin que te veas invadido por la sensación de repetición o monotonía, resulta paradójicamente contradictorio.
Atlántida Film Fest es un festival online organizado por Filmin. Este año, entre el 27 de junio y el 27 de julio, se ha celebrado su sexta edición y, como el año pasado, ha contado con una sede física en Palma de Mallorca (el año anterior, fue en Barcelona) donde se han organizado conciertos y actividades y se han proyectado parte de los títulos seleccionados. Ha contado con seis secciones, cuatro de largometrajes (“Memoria” —centrado en películas de temática histórica—, “Generación” —con films de temática contemporánea—, “Política” y “Fronteras” —con títulos que giraban en torno a la emigración y los problemas fronterizos—) y dos de cortometrajes (una, internacional y otra dedicada a los cortometrajes producidos en Baleares), con un hilo común para todas ellas: Europa.
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Lo mejor en Atlántida Film Fest
La sección “Memoria”, que tuvo la cruz de la decepción de la última película de Werner Herzog, La reina del desierto (2015), narrada de forma rutinaria, muy alejada del fascinante estilo poético del director alemán, tuvo la cara de incluir la que fue, en mi opinión, la joya de esta edición del festival, The Childhood of a Leader (2015) del británico Brady Corbet. Su argumento gira en torno a las rabietas de un niño rebelde, hijo de uno de los negociadores estadounidenses del Tratado de Versalles tras el final de la I Guerra Mundial. Magníficamente rodada, a partir de una anécdota mínima, la película va creciendo hasta llegar a un majestuoso y desconcertante final que nos obliga a replantearnos qué es lo que en realidad hemos visto hasta ese momento y qué sentido debemos darle. Con grandes interpretaciones de Bérénice Bejo y Liam Cunningham, la soberbia dirección de Brady Corbet en su primer largometraje nos hace albergar grandes esperanzas sobre el futuro de este realizador.
The Childhood of a Leader. Atlántida Film Fest.
The Childhood of a Leader @Filmin Soberbia dirección de Brady Corbet #AtlántidaFilmFest @jmcruzbar Share on XOtras películas interesantes de la sección “Memoria” fueron la turca Memorias del viento (2015) de Özcan Alper, la cual empieza girando en torno a la represión de los armenios durante la II Guerra Mundial y termina siendo, con un estilo visual sutil y delicado, una reivindicación de los sentimientos y de la trascendencia de la poesía, la germana Refugio (2015) de Marc Brummund, duro retrato de la situación de los internados alemanes en los años 70, y la israelí Rabin, el último día (2015) de Amos Gitai, la cual, con un áspero estilo documental y un montaje fragmentado, desgrana todas las sombras que aún permanecen en torno al atentado en 1995 contra el primer ministro Isaac Rabin.
Memorias del viento. Atlántida Film Fest.
Memorias del viento. Sección Memoria. Una reivindicación de los sentimientos. @Filmin @jmcruzbar Share on XLa sección “Generación” fue la que presentó la mayor calidad y variedad en su programación, Destacó especialmente la danesa Bridgend (2015) de Jeppe Ronde, que cuenta la investigación sobre una oleada de suicidios de adolescentes que sacude un pequeño pueblo galés. La trama va dejando poco a poco atrás su aire inicial de thriller para acabar desembocando en un extraño y original territorio donde lo lírico, lo psicológico, lo sociológico y lo antropológico se dan la mano hasta dibujar un título difícilmente clasificable. Brillante la interpretación de Hannah Murray, quien tras aparecer en God Help the Girl (2014) de Stuart Murdoch y en la serie Juego de Tronos, ha sabido añadir a su trayectoria un papel muy distinto al que nos tenía acostumbrados.
Bridgend. Atlántida Film Fest.
#Bridgen Una oleada de suicidios de adolescentes sacude un pequeño pueblo galés @Filmin @jmcruzbar Share on XOtras dos películas que brillaron en la sección también tenían como protagonista el mundo infantil y juvenil. La rumana Toto y sus hermanas (2015) de Alexander Nanau, es un neorrealista e implacable retrato, carente de todo eufemismo, de la situación de la infancia y la juventud del país en las zonas marginales. Es una de esas películas que acaba arañando el alma y que deja una huella indeleble sabiendo el director rehuir inteligentemente el tremendismo o la demagogia hueca. La sueca The Here After (2015) de Magnus van Horn es una gélida exploración de la reacción de una pequeña comunidad ante el retorno de un joven que había sido condenado por asesinato. Despiadado análisis sobre el origen y aprendizaje de la violencia, su frialdad se acaba convirtiendo en su mejor arma para lograr un contundente impacto en el espectador.
The Here After. Atlántida Film Fest.
The here after @Filmin @jmcruzbar Despiadado análisis sobre el origen y aprendizaje d la violencia Share on XDos documentales radicalmente diferentes también enriquecieron el nivel de la sección. Por un lado, Chemsex (2015) de William Fairman y Max Gogarty es un recorrido descarnado y sin tapujos por las orgías con consumo de drogas que han proliferado en determinados ambientes de la comunidad gay de Londres. No apto para todos los estómagos, es un film valiente que sabe abordar un problema complicado sin ningún tipo de rodeos con el fin de que se tome conciencia para lograr su solución. Por otro, el documental austríaco 10 años de amistad (2015) de Nikolaus Geyrhalter es un recorrido a lo largo de una década de un grupo de personas que empiezan trabajando en una fábrica textil y que, tras su cierre, tienen que reajustar sus vidas e iniciar nuevos caminos. A la vertiente emocional de su desarrollo, hay que sumar el análisis de los cambios económicos que han tenido lugar en Europa y su impacto a nivel social y personal.
Chemsex. Atlántida Film Fest.
Chemsex @Filmin @jmcruzbar Un relato descarnado, un film valiente. Share on XTambién en esta sección pudimos ver dos películas españolas muy diferentes entre sí pero que resultaron francamente interesantes. El primero de ellos, Berserker (2015) de Pablo Hernando. Pablo Hernando también ha estrenado este año Esa sensación, codirigida con Juan Cavestany y Julián Génisson y forma parte de esa corriente que se ha venido en llamar post-humor. Yo creo que la etiqueta de post-humor ha quedado algo desfasada y las dos películas comentadas, como Gente en sitios (2013) de Juan Cavestany, tienen ya un estilo absolutamente original y, más allá de la comicidad, proponen una reflexión desde un ángulo insólito de determinados aspectos de nuestra realidad. Berserker, en este sentido, puede ser vista tanto como una deconstrucción (reconstruida) del género negro, como una parodia del mismo o como un reflejo de los recovecos o frustraciones del acto creativo… Una fascinante película que invita a muchas reflexiones y revisiones para encontrarle nuevos pliegues y sentidos. Por su parte, Bittersweet days (2016) de Marga Meliá es una película ágil y fresca que retrata con desparpajo y sin ningún tipo de complejos las nuevas problemáticas que afectan a las relaciones actuales.
Berserker. Atlántida Film Fest
Berserker de Pablo Hernando post-humor deconstrucción del género negro @Filmin @jmcruzbar Share on XFinalmente, hay que destacar la griega A blast (2014) de Syllas Tzoumerkas, protagonizada por la carismática Angeliki Papoulia, y en la que las vivencias de la protagonista van trazando un ácido paralelismo con las circunstancias de su propio país. Narrada a través de continuos flash-backs acaba siendo un retrato desolador de la actual situación de Grecia.
Blast. Atlántida Film Fest
Blast de Syllas Tzoumerkas, protagonizada por la carismática Angeliki Papoulia. @Filmin @jmcruzbar Share on XEn la sección “Política”, me gustó especialmente el film austríaco Thank You for Bombing (2015) de Barbara Eder, una desoladora versión sobre los límites y condicionantes del periodismo de guerra. Por su parte, dos películas francesas también resultaron interesantes: El gran juego (2015) de Nicolas Pariser, sobre el juego sucio y maniobras oscuras de la alta política y, sobre todo, Objetivo: París (2015) de Nicolas Boukhrief, historia de un periodista que se infiltra en un grupo de fundamentalistas islámicos y que constituye casi una actualización de Corredor sin retorno (1963) de Samuel Fuller.
Thank you for bombing. Atlántida Film Fest
Thank You for Bombing. Límites y condicionantes del periodismo de guerra. @Filmin @jmcruzbar Share on XEn esta sección de Atlántida Film Fest, como en la de “Fronteras”, fue intensa la presencia del género documental. Cinco títulos destacaría en esta sección: Democracy (2015) de David Bernet, que muestra el funcionamiento del Parlamento Europeo a través del proceso de aprobación de una directiva europea destinada a reforzar la protección de los datos personales; Metamorphosis (2015) de Manuel Pérez Cáceres, que refleja el desarrollo de la candidatura que llevó a Ada Colau a la alcaldía de Barcelona a través de las vivencias de una voluntaria; Next Stop: Utopia (2015) de Apostolas Karakasis, que narra la historia de un grupo de trabajadores griegos que retomaron la actividad de la empresa en la que trabajaban, víctima de la crisis del país heleno, creando una cooperativa; Guerra sin huella (2015) de Manon Loizeau, que nos habla de la dura represión que aún vive Chechenia por parte del gobierno ruso y Drone (2015) de Tonje Hessen Schei sobre la utilización de drones por parte del gobierno estadounidense y todo el mundo que existe en torno a estos dispositivos.
Democrazy. Atlántida Film Fest
Democracy de David Bernet. El Parlamento Europeo y la protección de datos.@Filmin @jmcruzbar Share on XEn la sección “Fronteras”, creo que hay dos largometrajes de ficción que deben ser destacadas: la franco-belga Los caballeros blancos (2015) de Joachim Lafosse, cuya historia está inspirada en el escándalo que estalló en 2007 en torno a la ONG El Arca de Zoé y la búlgarala El juicio, de Stephan Komandarev, (2014), un complejo drama donde la emigración ilegal de Turquía a la Unión Europea y las heridas sin cerrar que dejó el anterior régimen comunista se entremezclan en una historia precisa y, a la vez, emotiva. Lampedusa in Winter (2015) de Jakob Brossmann, sobre los problemas de esa pequeña isla italiana ante la llegada masiva de inmigrantes, y Bakur (2015) de Cayan Demirel y Ertugrul Mavioglu, una incursión en las motivaciones e ideas de la guerrilla kurda, constituyeron las apuestas más atractivas en la vertiente del documental.
El juicio. Atlántida Film Fest
El juicio. La emigración ilegal de Turquía a la Unión Europea. @Filmin @jmcruzbar Share on XEn la sección de cortometrajes, resultó fascinante A Man Returned (2016) de Mahdi Fleifel, una incisiva mirada a un refugiado palestino en el Líbano y al entorno que lo rodea que rompe muchos esquemas y que nos hace llegar a la insólita conclusión de que los problemas que allí contemplamos difieren menos de lo que podíamos imaginar de los que podemos encontrar en la periferia de cualquier gran ciudad europea.
Aunque nos dejamos muchos títulos en el tintero, es obvio que la diversidad de perspectivas, de países y de temas dejaron escaso espacio para el aburrimiento y el desinterés. Toda una muestra del vitalismo que actualmente vive el séptimo arte.
Y Atlántida Film Fest es el escaparate ideal.
Todos los meses os informaremos sobre los últimos estrenos de Filmin y otras plataformas online.
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