Hoy voy a hablaros de una novela que me ha gustado especialmente tanto por su forma como por su contenido. Se trata de Belleza Roja, de Arantza Portabales y los que ya me conocéis sabéis que no me gusta hablar del argumento para no haceros ningún spoiler, así que traigo sencillamente la reseña oficial y luego me centraré en el comentario personal.
Sinopsis
«Seis sospechosos cenan en el jardín de una lujosa casa de las afueras de Santiago de Compostela mientras el cadáver de Xiana Alén, de quince años, yace en el suelo anegado de sangre de su dormitorio, como si fuera una instalación artística: sus padres, su tía Lía Somoza —pintora de fama internacional—, una pareja de amigos y la anciana tía de las hermanas Somoza. Todos los indicios apuntan a Lía, pero a los pocos días esta trata de suicidarse y es internada en un hospital. El comisario Santi Abad, con la ayuda de Ana Barroso —una policía joven, fuerte y temperamental con la que le irá uniendo una intensa y conflictiva relación—, deberá destapar los secretos mejor enterrados de los Alén Somoza, una de las familias más poderosas y adineradas de la alta sociedad gallega».
Reseña: Belleza roja
Al igual que en su novela anterior, Deje su mensaje después de la señal, en Belleza roja Arantza Portabales nos habla de sentimientos, de relaciones personales, de observar, guardar y contar desde dentro. En resumen, nos habla de gente.
Al igual que en su novela anterior, en #BellezaRoja @aranportabales nos habla de sentimientos, de relaciones personales, de observar, guardar y contar desde dentro. En resumen, nos habla de gente. #Reseña: @Sintaxia_t. @LumenEdit. Share on XEn la entrevista que le hice a Arantza en ‘Lletres i música’ de Radio Sant Cugat, la autora afirmó que todos llevamos un cotilla dentro. Es por eso que, cuando leí en una reseña que Arantza Portabales era la nueva dama de la novela negra le comenté que a mí me había gustado más la historia de relaciones y sentimientos que la trama negra en sí, a lo que respondió que Belleza roja era un homenaje a la novela policial clásica de círculo cerrado, tipo enigma, como Los asesinatos de la calle Morgue de Edgar Allan Poe o Diez negritos de Agatha Christie.
Y es cierto, Belleza roja no es una novela de bajos fondos. En ella, el asesinato es una excusa para hablar de un montón de cosas cotidianas y de sentimientos. Y así como en Deje su mensaje después de la señal destacaba la soledad y los problemas de comunicación, en esta todo el argumento gira en torno a la culpa. A la culpa y a cómo ella no nos deja seguir adelante y nos pasamos la vida mirando hacia atrás. El crimen es solo el pretexto para que los personajes manifiesten qué experimentan ante lo que ha sucedido.
#BellezaRoja de @aranportabales no es una novela de bajos fondos. En ella, el asesinato es una excusa para hablar de un montón de cosas cotidianas y de sentimientos. #Reseña: @Sintaxia_t. @LumenEdit. Share on XCuando Xiana, la hija adolescente, aparece muerta, el caso recae en una pareja de policías que mantienen dos relaciones: una profesional y otra personal, que no pueden separar y que esconde tantos secretos como el caso en sí. A lo largo de la investigación saldrán a la luz todos los trapos sucios de los vínculos entre cada uno de los integrantes de la familia y cada uno de ellos está marcado por el odio, la envidia, los celos, el deseo o la pasión.
Nos habla también Arantza —ayudada por un elenco de personajes principales y secundarios, todos ellos muy bien creados y perfilados— del amor, en un abanico tan amplio que va desde el amor absorbente al amor frustrado, pasando por el amor paterno-filial, a un amor fraternal muy complicado, al miedo a amar y la superación de la pérdida de un ser querido.
Sara asintió, sin emitir un sonido. Hacía días que se comunicaban por medio de silencios. De leves gestos. Asentimientos. Negativas. Inclinaciones de cabeza. Movimientos de manos. Estaban descubriendo un nuevo código de comunicación entre ellos.
Entró en la casa a por las cervezas. Mientras abría la puerta del frigorífico, oyó a la tía Amalia y a Olga indicándole que se agarrase bien al andador. Cogió dos cervezas y un par de vasos y salió deprisa para evitar encontrarse con la vieja. Estos días andaba trastornada. Confundida. Esa era la palabra exacta. Confundida. Mezclaba el pasado y el presente hasta el punto de afirmar el día anterior que Xiana había estado esa misma tarde en su cuarto para pedirle veinte euros.
Sara y Lía, la madre y la tía de Xiana respectivamente, son gemelas, pero totalmente diferentes, como Sancho y Quijote. Una pragmática, pegada al suelo, preocupada por ser buena esposa, madre, abogado. La otra es la que quiere matar gigantes. Artista, se dedica a pintar y sabe que eso significa renuncia, tanto en la vida familiar como en las responsabilidades. Y, sin embargo, las dos anhelan lo que tiene la otra.
Lía hizo un ademán de asentimiento. A Connor le llamaba la atención lo menuda que era en comparación con su gemela. Los rostros eran idénticos, pero Lía tenía un aspecto frágil, que rayaba en la androginia. Pelo muy corto, pechos pequeños y delgadez extrema. Parecía una figura de hielo a punto de desvanecerse gota a gota. Por el contrario, Sara Somoza era una mujer sensual. Más bien sexual. Connor solo había visto a la gemela de Lía en los periódicos y en la televisión, pero, más allá de sus rasgos faciales, eran tan distintas que uno casi podía olvidar que eran gemelas.
Toca de manera magistral la autora el tema de los secretos inconfesables y de las palabras inadecuadas. Las mentiras siempre salen a la luz y la verdad no nos hace más libres.
Ella le puso el dedo índice sobre la boca.
—Ni una palabra. ¿Y tú?, ¿cuál es tu error inconfesable?
«Ya está —pensó Santi—. Es ahora el momento.» Se quedó callado. Se acercó a ella y la abrazó hasta cubrir la espalda de ella con su cuerpo. Le murmuró muy bajito al oído:
—Si son inconfesables, no se pueden confesar.
La abrazó y la besó, esta vez sin delicadeza, como queriendo callarla. No quería darle oportunidad de hablar. De preguntarle. No quería más palabras. Tan solo la quería así, en su cama. Quería su cuerpo. Quería acariciarla. Fundirla consigo. Fundirse en ella.
Belleza roja es una novela que no puedes explicar en cuatro frases porque no harías honor a la esencia de lo que vas a leer en sus algo más de cuatrocientas páginas. Narrada a dos voces, y con un lenguaje que destila elegancia, nos habla de pasiones, de arte, de debilidades, de sufrimiento, de vida y de muerte. Si esperas leer una novela de procedimiento policial al uso, no es lo que estás buscando. La autora va más allá: disecciona cada uno de los personajes hasta hacerlos tan humanos que duelen. Arantza es una espía de todo lo que pasa a su alrededor y lo traslada al papel retratando un montón de vidas que parecen de lo más normal pero que esconden las peores inquietudes y temores.
➡@aranportabales es una espía de todo lo que pasa a su alrededor y lo traslada al papel retratando un montón de vidas que parecen de lo más normal pero que esconden las peores inquietudes y temores. @Sintaxia_t. @LumenEdit. Share on XEl estilo en un escritor debe llamar la atención, cautivar, emocionar o impresionar al lector sin que se note, de una manera muy natural. Si quieres empatizar desde la primera línea con lo que la autora te narra, te recomiendo que leas Belleza roja sin más demora. Y luego vas y me lo cuentas.
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