Black is Beltza es la película de animación dirigida por el músico Fermín Muguruza, premio del público del Zinemaldia de esta 66 edición.
Black is Beltza, película de animación de Fermín Muguruza
Con Black is Beltza, cinta de animación de ritmo trepidante al estilo Tarantino, Muguruza demuestra su afinidad con el mundo de los audiovisuales, porque consigue atraparte desde el principio. Los secretos del éxito pueden ser varios, pero entrelazados para cobrar sentido al final.
Por un lado, la trama se centra en un momento histórico convulso de la década de los 60, repleto de conflictos a nivel mundial. Manex, el protagonista vasco, lleva la iniciativa con un descaro y agilidad que consigue arrastrarnos con él. En el caso de los Estados Unidos, Black is Beltza se centra en los problemas raciales, con los que comienza la historia. La excusa para la unión de dos mundos tan lejanos la ofrece el desfile de la comparsa de los gigantes de Sanfermines por la 5ª avenida neoyorquina. Una iniciativa salpicada de polémica por la prohibición de la presencia de los muñecos negros en la misma, uno de los cuales debería portar Manex. Esta noticia llamó la atención de Muguruza años más tarde hasta convertirla en el motivo de este trabajo.
Tráiler de Black is Beltza
#CineDeAnimación. Con ritmo trepidante, @muguruzafm nos introduce en los acontecimientos sociales y políticos más relevantes de los años 60 en @Black_Is_Beltza. #Racismo #Sanfermines #Cuba #MalcomX. @Elenacerezas. Share on X
El racismo de un país con una población de color tan considerable parece inexplicable, y sin embargo, de actualidad. La confusión del protagonista y su amigo en el metro neoyorquino no es casual. La cara de asombro cuando el suburbano pasa de largo por su parada es una experiencia con la que más de una nos hemos identificado. De repente reparas en el luminoso: EXPRESS to Harlem, que ha estado ahí desde el principio, pero que sólo entonces comprendes. Al igual que el aspecto de los viajeros también ha cambiado ante tus narices, sin que te hayas percatado. Compruebas esa realidad, por supuesto sin llegar al extremo de la experiencia de Manex y su amigo en aquel año 1965. Ellos se dan de bruces con los disturbios originados ante las protestas por el conflicto racial en plena ebullición, marcado por el asesinato de Malcolm X. Un chaval del barrio les ayuda a escapar del peligro, y les conducirá hacia nuevas amistades con quienes enseguida congenian. Sobre todo Manex, dispuesto a continuar el periplo de aventuras ya en solitario. La mirada crítica de este joven le lleva a apoyar las causas más desfavorecidas, lejos de su tierra natal. El primer destino es Cuba, donde en plena guerra fría se une a un operativo secreto para ayudar al movimiento de los Black Panthers de Estados Unidos.
Qué mejor que un nuevo compañero de aventuras músico, un homenaje a Otis Redding. A través de los ojos y la música de los protagonistas nos adentramos en una vertiginosa trama, compuesta por los más inesperados ingredientes. La visión crítica de Manex, convertido en reportero gráfico, se hace palpable a través de las instantáneas de su cámara. El director lo aprovecha para mostrarnos hechos y personas relevantes de la época, a través de fotografías reales. Entre ellos, Mohamed Alí, el Che, Fidel Castro, etc. Mientras, la música se revela como parte esencial de la película.
Las escenas se engarzan a la perfección gracias al texto escrito por Harkaitz Cano, mordaz y certero, ayudado por una música seleccionada con precisión. Aquí es donde queda patente el dominio del director en ese arte. No se limita a ser una banda sonora de acompañamiento, sino que se convierte en un personaje más que llena las escenas. Algunos silencios dejan paso a colaboraciones especiales de grandes maestros como Maika Makovski, Anari, Iseo, Yacine, Amel Zen, The Sey Sisters, Ceci Bastida de Tijuana No!, Ana Tijoux y Manu Chao. Ellos nos adentran sin esfuerzo en ese viaje a través de diversos países. Toca todo tipo de temas en esa mezcla de realidad y ficción como el espionaje, la revolución o el amor. Sobrevuela la actualidad mundial, desde Vietnam, a la guerra de los 6 días de Israel, pasando por la KGB, la CIA y el MOSSAD, la guerrilla en Bolivia, los movimientos de liberación en todo el mundo, las drogas psicodélicas y la liberación sexual.
Todo alcanza un clímax perfecto al final de Black is Beltza. Tal vez ayude el hecho de que el director se ha rodeado de un grupo de amigos. Incluso hasta para poner voz a los personajes animados. Grandes actores de estilos muy diferentes se han unido al proyecto: Unax Ugalde, Iseo, Sergi López, Rossy de Palma, Willy Toledo y Emma Suárez son algunos ejemplos.
La acción no permite un despiste, ni siquiera un pestañeo. Cada detalle cuenta y toma relevancia. Nada queda de lado, ni siquiera las propias canciones del director, que sin cobrar protagonismo se deslizan de cuando en cuando a través de una frase en boca de los personajes.
Realidad y ficción. Espionaje, revolución, amor. En @Black_Is_Beltza la acción no permite un despiste, ni siquiera un pestañeo. Un logro de @muguruzafm y su gran equipo. #Zorionak. Un artículo de @Elenacerezas. #CineDeAnimación. Share on XNi tampoco anuncios subliminales. Cuando Manex llega a Madrid se produce un tenso encuentro en el andén del metro. Mientras se espera el encontronazo entre los personajes, en un segundo plano se advierte un anuncio, fiel reflejo de la sociedad en plena época franquista. Se trata de la figura de un ama de casa, acompañada de un texto en letras grandes: 10 consejos para hacer feliz a tu marido.
Elena Fernández
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