La narrativa de esta novela hace honor a su título, ya que el lector no podrá hallar mácula en su estructura. Blanco inmaculado; blanco el folio, inmaculado el texto que pulcro vierte la autora sobre él.
Noelia es reconocida, y de manera muy merecida, como una de las grandes plumas del llamado euskal noir, aunque la historia que nos ocupa podría encajar en cualquier lugar del mundo perfectamente.
La narrativa de esta novela hace honor a su título, ya que el lector no podrá hallar mácula en su estructura. #RecomiendoLeer #BlancoInmaculado de @NoeliaPinoLore1 @penguinlibros #novelanegra #thriller Share on XPara los ya seguidores de la autora, diré que en esta ocasión ha dejado que sus ertzainas de cabecera, la agente Eider Chassereau y el oficial Jon Ander Macua, a los que dedica un guiño cariñoso, se tomen un descanso para dar a conocer a otra pareja, que estoy seguro va a dar mucho juego en un futuro no muy lejano. Ellas son la oficial Lur de las Heras, y la patrullera Maddi Blasco, poseedoras de unos apellidos que representan algo muy especial para Noelia, y que se nota en el afecto que ha trasladado a los caracteres de ambos personajes.
En el elenco policial tenemos otros dos ejemplares, el subcomisario Nando García, en el que observamos la deferencia con la que está escrito por llevar el nombre de un buen amigo de la autora, y luego tenemos al oficial Ernesto Quivera, en cuyo caso si también está inspirado en alguien, no creo que lo tenga en muy alta estima, ya que —en pocas palabras— no se hace querer.
Pero primero hablemos de la familia Fritz, una comunidad-santuario al margen de la sociedad, y que se mantiene gracias a la confección y posterior venta de prendas artesanales, a cada una de las cuales les otorgan un curioso nombre: Milagro, Armonía, Honestidad… Todo parece idílico hasta que una noche, parte del caserío irundarra en el que habitan es pasto de las llamas. Los bomberos consiguen sofocarlo a tiempo, pero descubren algo aún más terrible: el cuerpo amordazado y sin vida de una chica de catorce años.
Los integrantes del baserri, que es como llamamos aquí a los caseríos, son en su mayoría un compendio de antecedentes abigarrados de conductas asociales; problemas económicos, con la justicia, familiares… Si a esto le sumamos que sobrevolando a los Fritz, la asociación FFADA lleva muchos años dedicada exclusivamente a la disolución de esta forma de vida, y teniendo en cuenta que los vecinos del caserío también desconfían, colocándoles igualmente la etiqueta de secta, el enigma está servido.
La oficial de la Heras, apartada temporalmente de la vida laboral debido a un problema grave de salud, será rescatada por el subcomisario para resolver el caso. Ella es su mejor baza, y le ruega su vuelta apelando a la sensibilidad por la corta edad de la víctima. Tras una pequeña charla, el único requisito que Lur acaba solicitando para la reincorporación temporal, es que Blasco sea su ayudante el tiempo que duren las pesquisas. Ellas no se conocían previamente, pero un pequeño trayecto en el que Maddi desempeñó el papel de chofer para Lur, fue suficiente para que, como pasa en ciertas ocasiones en la vida real, conectes con alguien en cosa de segundos, y sepas que su presencia solo va a aportar cosas positivas a tu vida.
Blanco inmaculado es un dechado de virtudes, ya que no solo ahonda en el misterio, sino que nos deleita con píldoras de conocimiento muy interesantes. La formación de la autora en corte y confección, junto con su incursión en el mundo de la moda de la mano de su hermana, nos ofrece un sinfín de detalles que trasforman las descripciones de las prendas Fritz en imágenes que podemos ver, oler e incluso sentir como rozan nuestra piel. Por otro lado, tenemos el apartado encurtidos, que está causando sensación y mucha curiosidad, a mí el primero, y es la variedad existente de aceitunas; las hechizos del sur, con su toque de anís, ajo y tomillo, o las pequeñas, negras, arrugadas y sabrosas de Aragón, de carne como mantequilla y hueso áspero, incluso con cierto regusto alcohólico. Y cómo no, las griegas de Kalamata, oliva grande, negra y de textura suave.
#BlancoInmaculado ahonda en el misterio y nos deleita con píldoras de conocimiento muy interesantes. No os perdáis la última #novela de @NoeliaPinoLore1 Recomienda: Eduardo S. Petite #euskalnoir @penguinlibros Share on XBlanco inmaculado evoluciona muy hábilmente alternando un capítulo de la investigación policial con otro de la familia en el baserri. Igualmente toda la novela está plagada de emociones encontradas; unas escenas de absoluta calma y otras de tensión desasosegante separadas por un simple párrafo, dolor y felicidad en una misma frase, inocencia y maldad cogidas fuertemente de la mano. En definitiva, una amalgama de sensaciones colocadas estratégicamente, para que el lector las vaya encontrando como huevos de pascua rellenos de sorpresas maravillosas.
Iba a comentar que los personajes secundarios son excepcionales, pero en el fondo estaría faltando a la verdad, ya que están tan bien definidos, y tienen un peso en la trama tan importante, del primero al último, que sería injusto relegarlos a un segundo plano, en su lugar diré que para mí es un reparto coral, en el que cada pieza es indispensable para acabar rearmando el rompecabezas; Ariadna, Eva, Guillermo, Flora, Andres, Txomin, Paz, Olga… cada nombre me evoca un recuerdo instantáneo, y eso no es nada fácil de conseguir.
En definitiva, Noelia Lorenzo Pino ha logrado magistralmente concitar una serie de situaciones, formando un microcosmos tan real, que por momentos te hace sentir partícipe de los acontecimientos, a tal punto, que no descansas hasta desentrañar el desenlace. Y es difícil, ya que nos encontramos ante una búsqueda de la verdad rebozada con sucias mentiras, que unido a las empatías y aversiones provocadas por unos y otros, si te descuidas, te ves arrastrado por un aluvión de prejuicios que desembocan en el sumidero del error.
Para terminar, solo comentar que estoy padeciendo desde hace unos años, al igual que la protagonista, un problema de espalda al que tampoco parecen encontrar causa ni solución, y me he sentido muy identificado, por un momento parecía que estaba hablando de mí, incluso con una opinión que tiene sobre los ancianos (ya lo descubriréis). La sintomatología está tan bien descrita, que estoy convencido de que futuros lectores padecerán (por suerte de manera puntual) su sufrimiento. Cargarán con esa mochila, y por un momento, sentirán la angustia e impotencia de no valerse por sí mismos.
No quiero terminar sin dar las gracias a Noelia, ya que al igual que Lur al recibir su primer pedido Fritz (ella me entenderá), mientras estaba bajo ese manto de terciopelo pomposo, se obró el Milagro, y por un momento, conseguí evadirme del dolor.
P.S. Se lo he comentado a mi traumatólogo y me ha recetado un Lorenzopino 19,78 mg cada ocho horas.
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