Cazador de Ratas o la apasionada búsqueda de la literatura de calidad
Charla con Carmen Moreno
Cazador de Ratas no es una editorial convencional. Un cazador que se mueve en terrenos literarios (obvio decir que no me interesa otro tipo de cazador) jamás lo es.
Detrás de Cazador de Ratas se encuentra una persona que se ha inoculado el veneno de la literatura, pasión adictiva que la alimenta y la empuja a avanzar desde la convicción. Quien dice que le hubiera gustado ser la editora de Capote o charlar con un Galdós sobre los libros y la vida —de la que no disfrutaría si no pudiera escribir— se fundamenta en dos pilares que la definen como ser humano y profesional: la sinceridad y la valentía.
La persona de la que hablo es Carmen Moreno.
Detrás de Cazador de Ratas se encuentra una persona que se ha inoculado el veneno de la literatura.Sé que es difícil mantener una postura como la suya. Malos tiempos para los idealistas. Pero no para ella, que se ha preparado durante años, domina los diversos planos del mundo editorial y comparte con sus héroes literarios el amor por la aventura y el riesgo. No queda otra cuando tu vida la gobierna la pasión y haces lo que te gusta. Y hacer lo que te gusta es privilegio de valientes.
Te dije que te investigaría. Y lo he hecho, pero no amparándome en los datos. Son fríos, las vivencias son otra cosa.
He encontrado una persona que ha pasado diez años de su vida alimentando su imaginación a través de vidas que no eran la suya, de mundos que nada tenían que ver con el propio; una Carmen que ha parido historias que le han hecho ganar premios y forjar, a la vez, un futuro a partir de la negación de su propio presente.
Impaciente, analítica, curiosa, segura dentro de todas sus inseguridades, frágil dentro de su fortaleza, apasionada que sabe guardar las distancias, sobradamente preparada y aprendiz en constante evolución. Inquieta, polifacética, urdidora de historias, imaginativa, perfeccionista, admiradora y admirada. Poeta —y como poeta, rebelde—, narradora de pulso firme, minuciosa investigadora, conocedora del medio, de las reglas del discurso y de la historia, tejedora de empatías literarias.
Enamorada de su profesión.
Y capaz, muy capaz, de engancharte del corazón con sus historias y personajes.
Has sido guionista de Cifras y Letras, asesora técnica de cultura para el Ministerio de Igualdad, correctora ortotipográfica en editoriales, profesora de creación literaria para la Junta de Andalucía, Universidad y Diputación de Cádiz y crítico de música y literatura para medios escritos y radiofónicos. Además, eres autora de ensayos, relatos, novela, poesía, literatura infantil, has participado en diversas antologías, cuentas en tu haber con numerosos premios literarios y en la actualidad diriges la editorial Cazador de Ratas con la que has publicado títulos como Malditas Bastardas (VVAA), Diario imaginario de la Mujer Tigre (Maria Zaragoza), la antología Los Irregulares, El Efecto Transilvania (Juan Ramón Biedma), La Maga y otros cuentos crueles (Elia Barceló), tu novela negra Una última cuestión y el reciente Acompáñame a estar solo (poemario de José María Garrido), entre más de veinte títulos.
Trayectoria importante e intensa que muestra tu versatilidad y forma de encarar cada proyecto con la mira puesta en el siguiente.
En la entrevista que viene a continuación he intentado escarbar en tu mente. No sé si lo he conseguido, el lector juzgará.
A Cádiz le debes el mar, a Madrid la experiencia. Asturias te sirvió para encontrarte a ti misma. ¿En qué punto vital se halla Carmen Moreno en estos momentos?
A mí siempre me ha dado mucho miedo envejecer. No es coquetería, es temor a perder lo que tengo, a la gente que quiero, que es lo único irremplazable. Pero, a la vez, reconozco que la madurez me ha dado un punto de sabiduría (escasa, pero peor era antes) que me permite ser más feliz, disfrutar más de los míos y de la vida. Conozco mejor mis limitaciones y, a la vez, me atrevo a enfrentarlas. Algo que no ha curado el tiempo es la angustia y el desasosiego. Pero, es que eso forma parte de mí.
¿Y qué ha ganado la Carmen de hoy con respecto a la que un día decidió hacer de la literatura su oficio?
Creo que el tiempo me ha hecho, como a todos y usando términos de rol, ganar puntos de experiencia y ganas de vivir. Y también, por supuesto, respeto por mi oficio. Antes me sentaba ante el ordenador y escribía. Ahora, hago lo mismo, pero me cuesta mucho más arrancar y corrijo infinitamente más. Además, cuento con amigos como Elia Barceló o Luis Artigue a los que les pido consejo sobre lo escrito. Me cuesta mucho más enseñar algo.
Tras cursar Filología Hispánica hiciste un Máster de edición. Desde entonces, has sido correctora, lectora y editora para diversas editoriales como el Fondo de Cultura Económica de España, Salto de Página, Algaida, Hotel Papel y Random House. Por tu preparación, se adivina una intención temprana de dedicarte al mundo editorial. ¿Es así? ¿Qué te empujó a crear Cazador de Ratas?
Mi padre, uno de los hombres más sabios que conozco, cuando acabé COU me dijo: «Hasta aquí yo tenía la obligación de mantenerte. A partir de aquí, tendrás que trabajar para pagarte la carrera. Tienes que aprender que en la vida nadie regala nada.» Así que trabajé con él muchos años en su taller de construcción naval como secretaria, más tarde como contable, para acabar como jefa de administración. Cuando llegábamos por la mañana al trabajo (mi padre siempre llegaba y nos hacía llegar a mi hermano y a mí antes que los trabajadores, 6:45), abríamos el taller, encendíamos los ordenadores y tomábamos un café. Desde siempre me recuerdo diciéndole que un día montaría mi propia editorial.
Ya ves, me has descubierto.
Te imagino, no obstante, buscando libros perdidos, una de tus primeras misiones dentro de este sector, quizás porque la imagen que tengo de ti es la de una apasionada aventurera de la literatura que ha experimentado todos los niveles del oficio…
Un poco. Me hubiera encantado ser la editora de Stevenson, de Hammett, de Conan Doyle, de Truman Capote o de Galdós. Hubiera dado cualquier cosa por tomarme una cerveza con ellos y poder charlar de libros o de la vida. Pero, además, soñaba con poder editar a Elia Barceló o a María Zaragoza o a todo un Planeta México como Mauricio José Swartch. A todos ellos me acerqué para pedirles obra y fueron tan generosos que me dijeron que sí.
Si se confirma lo que tenemos pendiente para 2017, acabaré cumpliendo muchos más sueños.
Por cierto, en el Fondo de Cultura, me tocó más de una vez sumergirme en los almacenes (inmensos) para buscar algún libro.
Te sumergías en aquellos almacenes y en las historias que marcaron tu olfato y tu imaginación, ¿cuáles te han influido como escritora?
Las historias que más me enamoraron fueron las de Dickens y Stevenson. Con el pasar de los años me fui enamorando del realismo brutal de A sangre fría de Capote o su Música para camaleones, y Fortunata y Jacinta del sublime y olvidado Galdós; más tarde llegaron Hammett y Cortázar y, por supuesto, Jim Thompson al que adoro especialmente. Fui conociendo escritores de la talla de Markaris. Pero el escritor que más amo, que amo por encima de todo y creo que ha marcado la diferencia para siempre en España es Juan Marsé. La Rosa Chacel de Barrio de Maravilla; o la Elia Barceló más contundente. Me seduce inmensamente Agatha Christie, sobre todo, sus relatos, aunque sus novelas son como mi mapa biográfico.
Sé que hay poca mujer, pero es que el mundo siempre ha sido editado por los hombres. Espero que esto vaya revirtiendo.
Volviendo a Cazador de Ratas, una editorial tradicional en el sentido de que no trabaja con la coedición ni acepta manuscritos no solicitados. ¿Por qué cazas, Carmen?
Yo no concibo la vida sin tres cosas: el amor (no solo de pareja), la literatura y la música. Cazo porque, si no lo hiciera, no me sentiría completa.
Cuál es la apuesta más firme de Cazador de Ratas en la actualidad.
A principios de verano publicamos un libro de poemas, Acompáñame a estar solo, de José María Garrido, que ha vendido más de 15.000 ejemplares en un mes. Y no estábamos metiéndonos demasiado en la poesía, ni pudimos hacer promoción porque se nos vino el verano encima.
Apuesto por la literatura de género, aunque no me cierro a nada. Creo que la apuesta de La apuesta de Cazador, quizá una apuesta perdedora en los tiempos que corren, es encontrar libros con mucha calidad.Cazador, quizá una apuesta perdedora en los tiempos que corren, es encontrar libros con mucha calidad. Pero, que el año que viene podamos tener nombres de la talla de Alberto Caliani, Daniel Pérez Navarro o Rodolfo Martínez… Y no te digo más nombres porque estoy pendiente de cerrar flecos, pero si te dijera la lista completa seríamos la envidia de muchos.
¿Y proyectos editoriales futuros?
¿Míos o de Cazador?
Si son de la editorial, volver a la novela negra. Espero poder hacerlo pronto, aunque el libro que sacamos ahora, Alicia, de Miguel Aguerralde, tiene mucho de novela noir.
Si son tuyos…
Si son míos. Estoy acabando una novela y tengo que corregir otra. Y me meteré en un ensayo musical que el que me conoce espera, pero el que no…
En estos tiempos de eclosión y auge del noir en España, ¿crees que se dejará de considerar un género menor y una apuesta arriesgada?
Los géneros menores nacen con vocación de géneros menores. No pasa nada. La poesía es un género menor, supuestamente, y los Siglos de Oro lo son por ella y la denominada Edad de Plata también. El género negro ya ha escrito una página importantísima en la historia de la literatura española.
¿Por qué autores españoles de negra arriesgarías tú?
Por Paco Jurado, por González Ledesma, por Pere Cervantes, por Jordi Ledesma, por Empar Fernández, por Cristina Fallarás (por ella ya he querido arriesgar), por Rosa Ribas… Creo que le robaría el catálogo a Gori (Alrevés) y ficharía mujeres potentes.
#Entrevista @morenopcarmen: ficharía mujeres potentes @EmparFdez @LaFallaras @RosaRibas. Share on XNo puedo evitar recordar tu faceta de guionista en Cifras y Letras en una época en la que la televisión cumplía —siempre más o menos— el propósito de entretener y formar. Es imposible sustraerse a la nostalgia de un modelo de programa que, con excepción del longevo Saber y ganar que milagrosamente se mantiene en la parrilla de contenidos, ha pasado a la lista de especímenes extintos. ¿Qué está pasando con la cultura? ¿Tanto hemos cambiado estos últimos veinte años o nos han hecho cambiar a la fuerza?
Creo que llevamos mucho tiempo culpando siempre a las políticas que se hacen ahora del exterminio cultural, pero pensemos que España del 36 al 75 no era un modelo de apertura y ahí estaba la ciudadanía y los agentes culturales, exigiendo aprender, gritando por hacer cosas, corriendo delante de los grises.
Todos tenemos responsabilidad en lo que está ocurriendo, pero los que más tienen son los que decidieron o deciden que es mejor que sus hijos tengan una videoconsola que un libro, porque lo primero aliena y el niño no hace ruido; el segundo, incita a pensar. Los que encienden la tele y han convertido en modelo de éxito a gente sin estudios, maleducados y soeces.
Yo, todos los sábados por la tarde junto a mi hermano pequeño, le desmontaba el salón a mi madre. Me hacía un fuerte con los cojines, un caballo con el brazo del sofá y le robaba salchichas que nos comíamos crudas simulando que eran puros. Mi madre prefería que John Wayne nos alentara a que Pokemon nos atontara.
¿Puede, realmente, el escritor influir en la opinión a la hora de provocar un cambio de pensamiento a través de la crítica social o su trabajo se queda como mero testimonio?
Creo que el escritor, al menos, tiene la obligación de intentarlo y no tiene nada que ver con ser panfletario, ni partidista. La literatura si no tiene un compromiso con los lectores y con la sociedad que le rodea, pasa a ser un mero adorno.
La #literatura sin compromiso es un mero adorno @morenopcarmen #entrevista @txaro_cardenas Share on X¿Cuál es el género que mejor se ajusta a la crítica socio-política?
Sin duda la novela negra, aunque la poesía, sobre todo en las generaciones del 27, el 36 y el 50, tuvieron mucho de denuncia porque la denuncia no tiene que ser contra tal o cual político sino contra los males que azotan al ser humano. Creo que Lorca, Alberti, Altolaguirre, Miguel Hernández, José Hierro, Caballero Bonald o Fernando Quiñones, entre otros, se quedarían trémulos si levantaran hoy la cabeza, poéticamente hablando.
De poseer una producción básicamente poética, pasaste a la literatura infantil, a la ciencia ficción y al género negro y policial, que amas con toda tu alma. ¿Los grandes cerebros asesinos encierran a un poeta? ¿Poesía y literatura negra tienen algo en común?
O los grandes poetas guardan dentro de sí a un asesino en potencia. Podría ser. Los asesinos, que no han dudado en exterminar pueblos enteros “por el bien” de sociedades que solo existen en algún rincón de sus maltrechas seseras, no tienen nada poético, la verdad. Pero, no olvidemos que hubo grandes poetas que fueron, a su vez, grandes soldados. La poesía tiene algo de brutal, de vísceras y sangre, de rabia y amor infinito. La poesía es violenta, en tanto en cuanto, te exige arrancar parte de ti y mostrarla.
Creo que como géneros, poesía y novela negra, tienen poco en común, pero en la pulsión están cogidas de la mano. Hablamos de la buena poesía, claro.
La #novelanegra se ajusta mejor a la crítica socio-política @morenopcarmen @txaro_cardenas Share on XY hablamos del buen noir. Para hacerlo hay que sentir esa pulsión ¿y qué más?
Y tener un dominio del lenguaje y el entorno muy brutales. De una capacidad de crear carne y que se hagan personajes muy importantes y una capacidad para el diálogo por encima, muy por encima de la media.
La poesía tiene algo de brutal, de vísceras y sangre, de rabia y amor infinito. @morenopcarmen Share on X
En 2013 efectúas tu entrada en el mundo de la ciencia ficción con Principito debe morir (Sportula, Gijón), novela que ha experimentado una evolución con una casi inmediata reedición por Lapsus Calami y su adaptación al cómic en 2016 por Universo cómic. En ella creas una ficción distópica en la que la humanidad se enfrenta a un futuro bastante negro. Sé que admiras a Saint-Exupéry, ¿qué quieres mostrar con Principito debe morir? Una obra que ocupa, justamente, un puesto importantísimo dentro de la literatura universal, hasta el punto de casi sacralizarse, como si de un intocable se tratara.
Qué curioso, todo el mundo me dice que Principito es un intocable, pero nadie me ha podido decir por qué. Principito, como referente literario es tan tocable como Don Quijote o Sherlock. Lo que pasa es que la gente siempre lo ha visto como un cuentecito para niños y no lo es para nada. Saint-Exupéry lo escribe a raíz de estrellarse en el Sahara.
Y otra cosa curiosa, me preguntan muchas veces por qué debe morir Principito. Porque está en la historia original. Yo digo que debe morir, pero Saint Exupery lo mata (perdón por el spoiler), la diferencia es que yo lo anuncio. Principito, como casi todo el mundo que cree que debe matar o morir, debe morir para redimir a otros. Los mesías no nacen, se hacen o los hacen a fuerza de convencerles.
Amo profundamente la figura de Saint Exupery, mucho más que al propio Principito. Jamás me habría atrevido a atacar una obra que, puede gustarte más o menos, pero es un hito en la historia de la literatura y, mucho menos, a un escritor tan singular.
Otra de tus novelas, cuya originalidad de planteamiento y gran trabajo de documentación llama poderosamente la atención es Sherlock Holmes y las sombras de Whitechapel (Licenciado Vidriera 2016), que cuenta con muchos alicientes para los amantes del género y el lector en general, desde ese prólogo firmado por Juan Mari Barasorda —probablemente el mayor experto en literatura victoriana en este momento— hasta el gran acierto de la trama que une a Conan Doyle y a Holmes en la investigación de los crímenes de El Destripador, pasando por el clamoroso éxito de la campaña de crowdfundig que facilitó su publicación. ¿Cómo surge el proyecto, Carmen?
Precisamente hablando con Juan Mari Barasorda. En una de nuestras largas charlas por Facebook comenzamos a jugar con hipótesis, a hablar de literatura victoriana y a darme envidia (él a mí, por supuesto) por los conocimientos y sus primeras ediciones que, un día, robaré. Él fue el primero en leer la novela y sin su visto bueno yo no la habría publicado.
En cuanto al crowdfunding, soy de las que creen que hay que experimentar lo más posible para aprender todo lo que se pueda. La campaña fue un éxito y aprendí mucho. Ahora no volvería a hacerlo igual. Ni siquiera sé si volvería a hacer un crowdfunding.
Para el lector curioso, ¿qué encontrará en Sherlock Holmes y las sombras de Whitechapel?
Encontrarán un juego muy documentado. Un experimento lleno de aventuras. Una novela a medio camino entre Sherlock y el espíritu de la Isla del tesoro. Vamos, una aventura y un acercamiento poco habitual a Conan Doyle y a su entorno.
Sherlock Holmes y las sombras de Whitechapel, @morenopcarmen tras El Destripador Share on X¿Qué tienes tú con los asesinos en serie?
Asesinos en serie, suicidas… Lo que tengo son diez años de anorexia a la espalda. Después de recibir el alta médica, me di cuenta de cuánto se había deformado mi mente, cuánto se había perdido y obviado, a causa de la enfermedad. Te das cuenta de cómo el ser humano se divide entre los que empatizan contigo y los que son puros cazadores. Fueron muchas sesiones de psicólogos y psiquiatras para determinar en qué punto me perdí a mí misma. Una vez fuera de la enfermedad, empecé a plantearme qué otras disfunciones de la mente llevaban al ser humano a actuar como lo hace. Es decir, lo que me atrae y aterra es que yo aprendí a fuerza de diez años de mi vida, que somos víctimas de nuestro cerebro. ¿Qué mueve a un asesino en serie? ¿Qué mueve a un suicida?
De ahí la importancia de mostrar las emociones humanas en el relato policial.
De ahí la importancia de mostrar las emociones en general. Lo que ocurre es que el policial o el género negro ahondan, profundizan y operan desde la psique y los humores (entendido en el sentido latino).
Jesús Lens nos comentaba en una entrevista que «no es tan importante el quién lo hizo como el por qué lo hizo. Si tú investigas el por qué lo hizo, al final acabas encontrando al quién, pero lo importante es el por qué (…)».
Supongo que estoy de acuerdo con Jesús en parte. Es decir, en general lo importante es el por qué, pero hay casos en los que el quién es aterrador. En el caso de un padre que viola a su propio/a hijo/a; en el caso de una madre que mata a sus hijos; en el caso de un maltratador que asesina impunemente a su mujer… En esos casos casi siempre está muy claro el por qué, pero el quién no deja de ser absolutamente tétrico.
¿Crees que alguna vez se logrará descubrir la verdadera identidad de Jack El Destripador?
No. Jack el Destripador así es mucho más interesante.
En una entrevista publicada en Culturamas en 2014 decías: «Escribo porque no tengo más remedio».
Y lo sigo diciendo. Cuando no escribo no soy feliz.
¿Qué es lo que te engancha más, el proceso de la creación literaria o el reto de explorar, el afán de conocer y profundizar en los temas que te apasionan?
Explorar, sin duda alguna. Tengo muy claro que si no estoy en continuo aprendizaje me aburre la vida.
Cuando Carmen se sienta a escribir…
Mi gata y mis perros se vienen al despacho conmigo.
Lecciones de asesinos expertos @solo_novela @morenopcarmen @BassasCarlos @GuerreroRafael Share on XEl 8 de octubre se presenta en el Museo Caja Granada, Lecciones de asesinos expertos, una antología de relatos criminales editada por La Esfera de los Libros con motivo del primer aniversario de la revista Solo Novela Negra.
Eres uno de los dieciocho asesinos expertos en espera de mostrar su dominio en el arte del crimen junto a Víctor del Árbol, Laura Balagué, Carlos Bassas del Rey, Juan Bolea, Ana Bolox, Francisco Concepción, Vicente Corachán, Rafael Estrada, Empar Fernández, Berna González Harbour, Rafael Guerrero, Susana Hernández, Juan Madrid, María José Moreno, Clara Peñalver, Cristina Amanda Tur y Anxo do Rego, director de Solo Novela Negra.
¿Qué asesino eres tú, Carmen?
Para casi todo soy muy dual, imagino que ser Piscis ayuda, y tengo dos tipos de asesinato que me sacuden. El primero, el pasional, este me interesa no por el método o el fin, sino por los resortes que se deben mover dentro del cerebro para acabar no pudiendo reprimir el instinto asesino. El segundo, el premeditado, que me fascina por la capacidad del ser humano de planear, aguardar, y asestar. Paciencia infinita.
Si yo fuera una asesina, y siempre he mantenido que todos somos asesinos en potencia, solo hay que encontrar el interruptor que nos encienda, sería del primer tipo. Porque soy muy impaciente, así que no sabría estar esperando, maquinando… Me aburriría mucho antes y me dedicaría a la tricotosa.
Otra cosa que me fascina es nuestra capacidad para convertirnos en otros y actuar como nadie hubiese esperado.
Sé que eres humilde y a ti eso de dar lecciones no te va, por eso quiero que me digas, en voz baja, qué lección nos dará «El asesino de la calle del Amparo».
No me va porque no creo que pueda dar lecciones de nada. Intento aprender siempre, así que no puedo enseñar demasiado. “El asesino de la calle del Amparo” que, por cierto, es una calle de mi antiguo barrio madrileño, Lavapiés, cuenta que, aunque creas hacer lo correcto, nadie puede asegurarte que sea lo correcto. Que, aunque el fin sea muy loable, igual la ejecución no lo es, o el destino no te salva.
¿Participas en Granada Noir este año? Adelántanos algo…
En realidad, no participo, solo quiero estar para ver a los amigos, seguir aprendiendo y arropar la antología que Anxo ha preparado.
Lecciones de asesinos expertos. @EmparFdez @ana_bolox @ClaraPenalver @Victordelarbol Share on XUna antología en la que colaboras con mucha ilusión y que los lectores esperamos con gran interés.
Es que yo creo que hay personas que cuando llaman, no preguntas, vas. Es el caso de Anxo al que tengo gran cariño y respeto. O el de MoonMagazine y su directora, Txaro Cárdenas. O el del grandísimo Paco Camarasa. Pero, es que mira el plantel de la antología, es insuperable. Es un sueño estar junto a esos nombres.
Los lectores hacen bien en esperarla con ganas, no por mí, sino por los demás.
Gracias por tu confianza, Carmen.
Transmite nuestro cariño a los amigos de Granada Noir.
Lo haré. Es fácil quererles.
Muchas gracias por tus palabras, Juan David. Cuento la tortura de mi mente porque de verdad creo en el compromiso.
Pienso que el azote del ser humano es su propia mente y poder domarla al servicio de sí mismo y los demás requiere la conservación del instinto asesino que opere precisamente allí donde está la causa del sufrimiento. Me interesa mucho el compromiso que apunta Carmen Moreno del poeta y el escritor de novela negra, con su lector y su entorno social, precisamente, arrancarse algo, con tal instinto, y mostrarlo a los demás con el objeto de propiciar una transformación del pensamiento, es decir, una mente saludable para consigo y los demás. Me parece que la entrevista nos muestra una mente en liberación, a través de un trabajo forzoso que da cuenta de ser la primera víctima de su propia mente y la valentía de anunciárselo a los demás pero a su vez atrae a lograr la erradicación de tal padecimiento en base al componente literario como lo es la violencia para arrancarse algo que azota, creación carnal, dominio del lenguaje, otredad, generación de diálogo, exploración, etc… La entrevista nos deja entrever a una Carmen dichosa, sabia, apasionada, asesina en potencia, aprendiz, humilde, amistosa, creadora, exploradora… Gracias a MoonMgazine por el estupendo enlace y su ferviente compromiso con la transformación del pensamiento humano.
Gracias a ti por leernos, y a Carmen por su sinceridad y profesionalidad.