Cazaré al monstruo por ti, de Manuel Marlasca. Crónica negra, transparencia y delicadeza

Cuando me ofrecieron reseñar Cazaré al monstruo por ti, pensé que sería incapaz de hacerlo pues probablemente estaría plagado de detalles escabrosos sobre las víctimas, al fin y al cabo, niñas pequeñas. Por otra parte, imaginaba un aburrido relato lleno de datos policiales. Debo decir que Cazaré al monstruo por ti me enganchó y me gustó a partes iguales.

El momento más importante de una investigación sobre delitos sexuales es la declaración de la víctima.

Como todos sabéis, Cazaré al monstruo por ti es un relato escrito por Manuel Marlasca sobre las investigaciones que se siguieron para atrapar al violador en serie que paseaba por las calles de Madrid hacia 2014. Todos escuchábamos en esos días las noticias. El grupo Candy fue el encargado de la investigación: «ese día supe que se me acababa la vida, que solo iba a vivir para detener a ese tipo».

La lectura es muy amena. La investigación policial va avanzando lentamente pero de forma concienzuda, comprobando con cuidado cada paso para no tener que volver sobre él. El lector está pendiente de un hilo porque aunque evidentemente sabemos que al final cazan al monstruo, los detalles, los testimonios y las conversaciones te atrapan.

Se refleja con total transparencia el titánico esfuerzo hecho por unos profesionales que renuncian a su vida, a su familia, a comer y hasta a dormir, por ganar tiempo al tiempo y evitar una próxima víctima. El trato de estos policías con las niñas es dulce, cariñoso, empático. Algunos son encargados de una niña en concreto por su feeling inmediato. Es evidente también, que en una investigación de esta envergadura, siempre hay intereses políticos y a menudo falta de medios.

Muy importante es la delicadeza con que se trata a las víctimas, niñas entre 5 y 11 años, Marlasca no se detiene en detalles escabrosos, no quiere hacer más sangre. Todo queda insinuado, no hace falta más: «El hombre malo me ha hecho cosas feas».

Admiración es la palabra que me viene a la cabeza: Por esas niñas que nunca volverían a ser las mismas y que tuvieron la entereza de contar con todo detalle las casas en las que estuvieron, las calles por las que pasaron, el aspecto del monstruo, su ropa, su pelo. Admiración por unos padres que colaboran sin dudarlo, que animan a las niñas a ir más allá. Admiración por unos policías que dan su vida por defendernos de los monstruos. Admiración por el escritor que sabe transmitirnos de manera tan fiel, tan certera, tan delicada, unos sucesos que horrorizarían a cualquiera que no fuera un enfermo, un monstruo.

Cuando Antonio Ángel Ortiz Martínez, de 42 años, fue detenido preguntó con chulería «Ya me diréis qué hago aquí». Todos esperamos que siga allí el mayor tiempo posible.

Cazaré al monstruo por ti

Manuel Marlasca

SinFicción

Editorial Alrevés

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Reseña de Maya Velasco

Portada para la reseña: David de la Torre