Clausura es el segundo poemario del escritor José Manuel Cruz, escrito en tiempos de pandemia, concretamente durante el periodo de confinamiento al que nos tuvimos que someter debido a la COVID-19.
La poeta Yolanda Felicita Rodríguez Toledo debuta en MoonMagazine con la lectura de este poemario, «sumamente lírico y contundente», que recomienda desde aquí a todos nuestros lectores.
Clausura, de José Manuel Cruz: poesía del desgarro
Cuando una obra es capaz de remitirnos a sucesos transcendentales, aun más si lo que describe o comunica alude a la dádiva que supone la existencia humana desde sus temores y pérdidas, sus desgarros semánticos, a sentimientos tales como el desamparo, el amor y la muerte; esa misma muerte que nos acompaña siempre en total consonancia con nuestros planos extraterrenales, estamos en presencia de un acontecimiento que trasciende las fronteras de lo vivencial, para revelarnos verdades contundentes y desgarradoras.
Cuando el lirismo está dado por la fuerza del discurso poético, si todos los escenarios temporales y espaciales, los recursos formales y estilísticos son movidos por el ritmo de la gravedad que tiene la sangre en su pulsar a través de las cavidades, y con la impronta que trae el desborde de sentimientos y estados emocionales en avalancha, son activadas las secuencias sobre los objetos y sujetos, como sucede en Clausura, segundo poemario del autor español José Manuel Cruz, es porque su espectro nace de un canto diferente, muy singular.
Veinte poemas conforman Clausura, este poemario de José Manuel Cruz; el libro está dividido en tres partes. A lo largo de todo el discurso, su autor expresa los difíciles momentos por los que ha atravesado su espíritu en constante sobrevida, y logra conmovernos por los matices con que aborda sus conflictos ante la duda, la desesperanza, las tristezas.
A lo largo de todo el discurso de #Clausura, @jmcruzbar logra conmovernos por los matices con que aborda sus conflictos ante la duda, la desesperanza, las tristezas. #Poesía del desgarro. #Reseña del #poemario por @FelicitaYolanda. Share on XLas dos primeras partes están compuestas por ocho textos cada una, los versos que integran la apertura del poemario están en constante búsqueda de la luz, esa luz que avizoramos al final del camino, ese sendero iluminado que nos mantiene esperanzados y nos da los motivos para emprender la escalada y levantarnos siempre.
Es válido citar algunas construcciones donde las imágenes servirán para ejemplificar lo referido, es el caso de «Incertidumbre», poema inicial de la primera parte, y donde es evidente el llamado hacia el detenimiento y la reflexión:
[…] hay que reinterpretar / los sonidos / y las voces […]
He aquí, una elegante estocada con la que se nos pide aguzar todos los sentidos, que nos exhorta a reinventarnos, dígase adaptación, tal vez; entiéndase (quizás) que debemos mirar nuevamente desde una nueva perspectiva y guardarnos lo ya conocido, ponerlo a salvo, bajo vigilancia, y cito:
Los trasfondos / han mutado / y las profundidades / han transformado / su perfil […]
Este planteamiento constituye una acuarela que transparenta el estado anímico del sujeto que escribe y canta sus verdades.
Hay poemas como «Vacío» y «Elegía», que están en la misma cuerda temática, hay un desamparo total, miles de cuestionamientos y algunas ausencias bien subrayadas; también se definen subliminalmente causas y azares. Todos los poemas muestran un hilo conductor invisible dado por el ritmo, las secuencias, tanto como por ser respuestas anticipadas ante las dificultades de un momento diferente en la vida que acontece sin mirar atrás.
En poemas como «Vacío» y «Elegía» hay un desamparo total, miles de cuestionamientos y algunas ausencias bien subrayadas; también se definen subliminalmente causas y azares. #Clausura, de @jmcruzbar @FelicitaYolanda. Share on XClausura abre y cierra agujeros negros donde la materia no se destruye para transfigurarse en algo nuevo, incorpóreo que habita desde el silencio y la complicidad de los recuerdos, imágenes cuyos contornos habremos de reconocer a pesar de la neblina espesa que lo cubre todo, así nos advierte el poema: «Canción Indie».
#Clausura abre y cierra agujeros negros donde la materia no se destruye para transfigurarse en algo nuevo, incorpóreo que habita desde el silencio y la complicidad de los recuerdos. #Reseña #poemario @jmcruzbar @FelicitaYolanda. Share on XEn el silencio / en la soledad, / en la quietud / de una noche insomne, / en la desembocadura / de un rio inmóvil, / empiezan a resonar / los ecos / de una canción olvidada, […]
Sirva el movimiento del agua en reposo, desde su paz a la cual retornan los ecos como escusa de inicio de que «todo» ha comenzado a despertar, para decir que hay motivos para seguir en pie, a pesar de que evidentemente algo puede estar dormido, o así parece.
«Vertedero» es un poema desgarrador, donde la inmersión acecha y acontece sin que sea una probabilidad callar las verdades que transforman lo inmaterial en resurrección:
Me sumergí / en la charca estancada, / en la masa pantanosa / donde flotan, desconcentrados, / los restos de todos los naufragios […]
Hay secuencias de contacto entre estos tres poemas: «Sefarad», por su espiritualidad, y su acercamiento milimétrico a la devastación y la muerte; «El caballo de Turin», en cuya cadencia las palabras y figuras se van difuminando ante de los ojos de los testigos que contemplan la trasformación, desde la oscuridad que convierte en desorden la realidad de los vencedores y los vencidos, así como animales y objetos, situados ya en la misma dimensión donde nadie habrá de reconocerles. Y en los versos de «Prisión», la imposibilidad de ver más allá de lo que afuera habita, y teniendo como único universo el espacio que un ventanuco ofrece, al hombre cautivo dentro de su propio renacimiento ancestral y espiritual, también en contacto con la luz y las sombras, el miedo y dolor de las ausencias y la desesperanza. El acercamiento intangible de cada movimiento de tempo verbal y los giros que se ejecutan son aciertos contundentes dentro del lenguaje que consigue enfatizar dónde se desea exaltar lo neutro, lo sagrado.
Los ocho textos de la segunda parte, igual de profundos, desde sus planteamientos y sus conflictos citadinos esbozan contextos en los que parece que la lucidez nos da la espalda y estamos solos ante las disyuntivas y paradojas que tiene la vida que antecede el final de nuestra existencia material y definitivamente humana, y cito, un fragmento de «Memoria», cuyo parlamento ilustra este sentir:
[…] la esperanza / de los últimos recuerdos, / briznas frágiles / en medio de la devastación, / chispas brillantes / que iluminarán / nuestra angustia/ y nuestro desconcierto.
En esencia, las pautas constituyen paradojas, contienen la desesperación desde la certeza de que algo está por suceder para transformarlo todo, y traerá la esperanza de otras posibilidades de la existencia y la permanencia infinita en nosotros, los mortales que habremos de superar a su paso el ayer que ya fue, sin ser olvido, porque la existencia nos pertenece mientras nos acompañen sus frágiles destellos, sus chispas encendidas, todavía.
Igual sucede en los poemas: «Irrealidad», «Infancia/Madurez», «Paradoja Punk», «La puerta del cielo», «Vida en sombras», «Vía dolorosa», y «Penitencia», donde se alude al dolor y se evoca el olvido como armas muy poderosas para una batalla donde se juegan la suerte y todo lo que alguna vez nos habrá pertenecido.
La tercera y última parte, de Clausura está compuesta por cuatro Haikus, donde se pone de manifiesto la intensidad y claridad del discurso, en estos textos breves está esencia, el mensaje profundo, filoso en sus rompimientos y en la no aceptación de fronteras y horizontes desconocidos. Con libertad plena, el autor consigue exteriorizar todos sus temores y convertirlos en arte, dejando detrás momentos dolorosos de confinamiento e incertidumbres, demostrando que el hombre se proyectará de acuerdo a sus creencias e ideales de identidad como ser social, y seguirá articulando estrategias de sobrevivencia para salvaguardar lo que lo hace sentir libre, ligero, feliz.
«Más allá de la nada», «Comunión», «Arte, ¿para qué?» y «Renacer continuo», son los títulos de los Haikus, textos que desde su brevedad de palabras mueven imágenes y componen sonidos muy agudos, que tienen la finalidad de comunicarnos un movimiento en cada destello de luz, y la luz, aunque tenue, es sinónimo de calor y de vida.
Renacer continuo
Llega la noche.
Miedo a la oscuridad.
Volverá el sol.
José Manuel Cruz, escritor de España, con personalidad independiente, objetiva y crítica. Trabajó como economista y asesor financiero, actualmente se dedica por completo a sus dos grandes pasiones: la literatura y el cine. Es autor de la tetralogía noir «Cuarteto de la desolación»: Sin tregua se consumían nuestros ojos. El día en que paró la música. El Enclave-El temor del mensajero. El Enclave-Casandra encadenada; y del ensayo La economía estresada, publicados por editorial Amarante. Tierras sin nombre (Ediciones Carena, Barcelona, abril de 2020), es su primera incursión en la poesía. Ha colaborado como crítico de cine en las revistas digitales MoonMagazine, Acalanda Magazine y Cine Contexto. Desde diciembre de 2018, es el director de la revista digital Cine Arte Magazine.
Clausura, segundo poemario de José Manuel Cruz, ya está disponible de forma gratuita en formato digital en Lektu y en formato físico en tapa blanda en Amazon, donde aparece como nº1 en novedades más vendidas de poesía dedicada a temas de «Muerte, tristeza y pérdida» y en el nº4 en los títulos más vendidos del mismo epígrafe. Les dejo enlace al web del autor donde se puede acceder al libro en sus diferentes formatos.
Hecha la invitación para el encuentro con el autor y su obra, solo falta decir que todos los textos que conforman el poemario Clausura ofrecen una magnífica oportunidad para identificarnos con los conflictos que protagonizan sus sujetos líricos y adentrarnos en ellos; para mí ha resultado, además, una comunicación directa hacia la reflexión, un privilegio de complicidad y cofradía plenas.
#Clausura, de @jmcruzbar, ofrece una magnífica oportunidad para identificarnos con los conflictos que protagonizan sus sujetos líricos y adentrarnos en ellos; un privilegio de complicidad y cofradía plenas. @FelicitaYolanda. Share on X
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