Leer un cómic de Mark Millar te hace pensar en ese amigo que te acompaña siempre a todos lados, te cae bien, te parece carismático, pero esperas que no suelte de pronto alguna chorrada que te deje en mal lugar o que haga una de esas estupideces que suele hacer para acabar con cualquier atisbo de esperanza. Esa es la sensación que he vuelto a tener al leer el primer tomo de The Magic Order de Mark Millar y Olivier Coipel.
The Magic Order es el primer cómic que cuenta con la colaboración de la plataforma Netflix. Desde hace un par de años, Mark Millar y su universo comiquero, el Millarworld, ha asaltado las pantallas con filmes como Kick-Ass o Kingsman. Ahora, la idea es asaltar Netflix y que Netflix asalte los cómics. Un «robo» consensuado. No es de extrañar que muchos se quejen de que Mark Millar use más estos cómics como una especie de biblia para presentar el proyecto a los ejecutivos y productores de sus adaptaciones que, como realmente, obras independientes, con un valor propio dentro del noveno arte. Para aquel que no conozca la situación, baste el ejemplo de que si Alan Moore es el paradigma de que no se adapten sus obras, Mark Millar es todo lo contrario. En el caso de The Magic Order, ¿ha afectado la contribución de Netflix al cómic?
#Cómic @themagicorder. Una serie que arranca bien y no es solo un trampolín para su inminente adaptación en @netflix. @MrMarkMillar. @OlivierCoipel. #Crítica de @Carlos_Eguren. Share on XLa respuesta es un no aparente. Aunque está afectada por la manía del decompressive storytelling (ese contar poco en mucho tan habitual de los cómics actuales), es una serie que arranca bien y no es solo un trampolín para la inminente adaptación. Cuenta la historia de un mago, Leonard Moonstone, y sus tres hijos (el fracasado Gabriel, la alcohólica Cordelia y el que ha renegado de la magia, Regan) que se enfrentan a la amenaza de la hechicera Madame Albany y su asesino, el Veneciano, que se están dedicando a matar a familias de hechiceros hasta hacerse con un libro mágico que pertenece a los Moonstone. Es decir, una familia extraña con serios problemas (¿cómo todas?). Pero no se imagine que hablamos de un mundo mágico de fantasía épica, hablamos de fantasía urbana: es nuestro mundo, donde existe una realidad oculta llena de magos, hechiceros y monstruos. La premisa no parece innovadora, pero posee ideas y un ritmo interesante que no aburre en ningún momento.
The Magic Order: La magia posmoderna
Mark Millar juega con un mundo donde la magia es real. Encontramos alusiones a Harry Potter, pero también a otros libros y obras de fantasía, incluso por el tono puede recordarnos a alguna obra de Neil Gaiman, salvando las grandes diferencias entre ambos autores. Puede que, por ciertos matices, nos evoque además a The Magicians de Lev Grossman y su serie televisiva. Estamos en un mundo donde el tiempo se puede congelar, la realidad cambiar y te pueden encerrar en un libro si hace falta. Por fortuna, Millar tiene más controlado el aire macarra de otras de sus obras que se saltaban el decoro y, además, sacrificaban el entretenimiento.
Me interesan más sus personajes rotos como Cordelia o Regan y sus problemas con sus padres o siendo padres que los momentos de acción más desenfrenada. Cordelia se acaba convirtiendo, sin duda, en uno de nuestros personajes favoritos por sus problemas con su padre y su eterna lucha por escapar de todo, mientras que es inevitable que entendamos a Regan, su hermano, que ha rechazado la magia tras que su hija pequeña muriese al tomar la varita mágica de su padre para jugar con sus amigos.
Como siempre, Mark Millar nos deja un par de grandes ideas y personajes interesantes en The Magic Order; ¿lo mejor? Algunas situaciones realmente llamativas y unos usos de la magia que resultan inesperados y sorprendentes. La magia no trae la felicidad a sus personajes, ya sea por los problemas de la escapista Cordelia con el demonio de la botella o los de Regan con la pérdida de su única hija. Seamos honestos: Millar es un autor que no es idiota, pero, a veces, se pasa de frenada y deja algunos momentos esperpénticos (esa escapista capaz de fugarse de la madre que la va a abortar, por ejemplo). En The Magic Order no sucede esto de un modo demasiado exasperante salvo, quizá, en la cena de la tregua, donde puede que la villana esté un poco pasada de rosca.
Es en el tercio final donde, desgraciadamente, Mark Millar decide ser él y comportarse como ese amigo que mete la pata. No solo hace un homenaje a Watchmen con el tema del «yo no estoy encerrado con vosotros, vosotros estáis encerrado conmigo» (que ya lo había usado en un cómic de Lobezno, por cierto), sino que vuelve a sus tics habituales de palabrotas, sangre y, por supuesto, como no podía ser de otra manera, la traición, la eterna traición que aparece en todos sus cómics: Wanted, Kick-Ass, El Viejo Logan… Si un personaje no traiciona a otro, no es un cómic de Mark Millar.
Por suerte, el balance es mejor de lo esperado, puede que, en parte, por el estilo único del ilustrador Olivier Coipel. Pocos dibujantes son capaces de transmitir tanta fuerza con sus trazos y, aunque muchos lo cataloguen de ser un ilustrador más, pienso que tiene un estilo difícil de imitar. Además, se nota su evolución en los últimos años. A los buenos diseños de personajes, se suman algunas escenas bastante llamativas a lo largo de The Magic Order que hacen que el acabado gráfico sea uno de los puntos fuertes de la obra. Por otra parte, Coipel es capaz de diseñar diferentes tipos de magos y generaciones de estos, desde los ilusionistas y escapistas hasta otros más cercanos a la hechicería de Potter.
Como siempre, @MrMarkMillar nos deja un par de grandes ideas y personajes interesantes en @themagicorder y pocos dibujantes como @OlivierCoipel son capaces de transmitir tanta fuerza con sus trazos. @Carlos_Eguren. Share on X»
El desenlace de este primer tomo de The Magic Order juega a desandar lo andado, como diría Dumbledore, y a aportar una transición a una futura historia que no sabemos si llegará antes de la adaptación de Netflix (ya sea a formato de serie o película). Por ahora, mantiene nuestro interés, pero no olvidemos que Mark Millar a veces es como ese amigo que la fastidia al final. Siempre le guardaremos aprecio por ser nuestro colega, pero tendremos en cuenta de que tampoco es perfecto y, a veces, tampoco es lo que buscamos. Será cuestión de magia.
En The Magic Order la magia es real. @themagicorder, el primer #cómic que cuenta con la colaboración de la plataforma @netflix. #Crítica de @Carlos_Eguren. Share on X
Crítica de Carlos J. Eguren
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