«Delirium Tremens» de Katy Parra. Vida en estado puro

¿Habéis experimentado alguna vez la sensación de que un libro os transforma, de que no sois los mismos antes que después de haberlo leído? Esa es mi vivencia con la Antología Personal de la poeta Katy Parra: Delirium Tremens.

Este libro provocó en mí un fuerte oleaje, me hizo sentir, temblar, leyó mis posos y sin duda, me conectó conmigo misma. Su eco aún permanece y sigue abriendo caminos.

«Delirium Tremens» de Katy Parra.

Un intenso viaje

Adentrarse en la poesía de Katy Parra es partir a un viaje sin destino conocido, nos invita «—sin anestesia previa—/ a saltar con lo puesto». Sentirás dolor, rebeldía, amor, risas, asombro, dudas… ¿pero no es eso acaso estar vivos? Vida en espiral, a mordiscos, en capas, a ramalazos, impetuosa, arrasadora, miserable, preciosa, injusta: eso encontrarás en Delirium Tremens.

Los poemas son directos y certeros, como una sacudida que te deja sin aliento. Esto es literal porque muchas veces durante la lectura del libro he tenido que parar y coger aire profundamente, he tenido que esperar unos segundos para poder seguir leyendo: “Es hora de volver, desnudo, malvestido / o condenado a muerte, / a la verdad secreta de las lágrimas.»

El libro me enganchó; una y otra vez quería volver a sumergirme. No hay paja, nada que sobre, el mensaje está desnudo y descarnado: «No me atrevo a llamarte, / pero he puesto tus fotos / frente a mí, en la pared. / No quiero morir sola.»

Sabe mostrarnos en lo cotidiano, esas emociones que unas veces nos rozan y otras nos invaden. Casi siempre intentamos escapar, pero si te dejas llevar por estos versos será inevitable sentirlas, enfrentarte al espejo, cuestionarte: «Quizás, después de todo, / pensar sea un asunto delicado / que requiere paredes acorchadas».

Con Vega Cerezo presentando «Delirium Tremens» en Alhama de Murcia.

Katy Parra ama la poesía, siente un profundo respeto por ella, y lo demuestra  acariciando las palabras, desnudándolas  con mimo, ironía, rotundidad, hasta llegar a decir un mundo con la mínima expresión: «Si pudieras, al menos, / morirte sólo un poco». Los versos que están son importantes, pero también los que no están,  todos los que han sido eliminados, toda la ropa que ha caído al suelo subyace y dispara el fogonazo de una historia: «Tus milagros de amor / están en bancarrota.»

En mi opinión, su poesía es la alquimia perfecta entre forma y fondo: palabras precisas, desprovistas de adornos innecesarios, ritmo trabajado e impecable y un contenido profundo que llega y desarma.

“Muérdela tú primero”

Siento, porque irremediablemente la poesía de Katy Parra hace sentir, que aun en los versos más duros, más potentes o lacerantes, late una ternura innata, una caricia de ala de pájaro: la complicidad.

Ella es alguien que como tú y como yo, ama: «¿qué haremos esta tarde / con tanta primavera?»; sufre: » los recuerdos te escupen a la cara»; se reinventa: «aprendió a ser retráctil, / a descifrar las sombras, / a reescribir los títulos / en las contraportadas»; se desespera: «no hay milagro capaz / de salvarte la vida.»; siente rabia: «su espléndido trabajo de parásitos /al servicio de un pueblo moribundo»; se rebela: «nuestro derecho a ser / humanos en un mundo de escombro y cataclismo»; busca: «de entender que la vida / más allá del oxígeno / es sólo una metáfora»; cree: «en ti, / que estás leyendo, que respiras»… y por ello te hace sentir acompañado en este «gran estercolero que a veces se me antoja / hermoso de algún modo» y es que «tenemos en común este minuto, / esta breve manzana que es la vida. Muérdela tú primero.»

Sus versos te hacen perder el equilibrio, el suelo se abre bajo tus pies para después sentir el viento en la cara: «pájaros y más pájaros, / sobrevuelan a un tiempo / las flores y la nieve.»

El desamor no se llena de tópicos sino de dardos certeros:

«Me vendiste el amor / sin preguntar mi nombre, / sin desnudarme el alma, / sin devolverme el cambio.»

«Sería preferible / que a golpes de martillo / desclavaras tu culpa de las cosas que amas.»

«Mi piel, ahora de plástico, / no avala tus descuentos / ni tus viejos potingues.»

«Las palabras descuelgan un silencio a dos voces».

Lo esencial se presenta rotundo:

“La verdad, si existera, no podría tener/ un nombre ni una fecha, / jamás una bandera, / jamás una pistola, jamás palacio o trono / ni límites que encierren su derecho de ser.»

«Por ellos, los rebeldes, los justos, los valientes / los héroes de una historia / que empieza a oler a buitres y cadáveres, / por ellos, bien merece / la pena estar aquí”.

«Todo se desbarata con la luz. / Y aprended de los gatos / a vivir dignamente, / sin más ajuar que un mundo / que quepa en vuestras manos.»

Con Juan Ramón Barat.

Posibles efectos secundarios de este Delirium Tremens

¡Cuidado con él, que ya se sabe que «las madres y los libros son instrumentos peligrosos”!

Aviso que puede tener efectos secundarios: salta corazas, armaduras y cerrojos y te deja expuesto, enfrentado a tus emociones, a los recodos, a los rincones medio olvidados, pero también hace resurgir tu fuerza vital, tus uñas para «arañar la verdad», tu desnudez, que es lo único que necesitas para amar de frente y sin ambages.

Katy, has logrado «conquistar la palabra precisa», “desnudarla de toda letanía”. Como lectora sólo me queda darte las GRACIAS por tanto disfrute y como poeta —en ciernes—, aprender y admirar profundamente tu poesía.

Como le conté a una poeta amiga, aquella tarde, en aquel tren, (¿recuerdas Itziar?), creo que yo estaba destinada a leer este libro o él estaba destinado a que yo lo leyese.

Si habéis vivido algo así me comprenderéis perfectamente y los que aún no lo hayáis experimentado quiero que sepáis que ciertas palabras en el momento adecuado pueden hacer que esto os ocurra y no podréis evitarlo «No podrás evitarlo, / aunque ahora rehúyas seguir leyendo / el alma de estas piedras.»

Quizás en este preciso momento alguien esté escribiendo y tú seas el destinatario.

Presentación de «Delirium Tremens» en Murcia.

Estudio riguroso

Es preciso reorganizarlo todo,

sacar uno por uno, los muebles y la fe,

revisar documentos y viejos calendarios,

sacudirles el polvo y la memoria,

arrojar a la hoguera sus polillas,

y cerrarles la puerta con candado.

Es necesario hacer un riguroso estudio,

un interrogatorio,

para saber qué esconden

los húmedos cajones.

Hemos de abrir de par en par las puertas

de este tremendo cubo de basura

y llenarlo hasta el límite de todo lo inservible:

etiquetas de gel, ceniceros de olvido,

compromisos de lujo y falsos pasaportes

hacia la gloria eterna.

Tenemos que escupir su contrato caduco

y vomitar su texto  en cinco idiomas.

Es hora de volver, desnudo, malvestido,

o condenado a muerte,

a la verdad secreta de las lágrimas.

Katy Parra

Sobre la poeta y  el libro

Os ofreceré unas pinceladas sobre el magnífico currículum de Katy Parra. Podéis leer más sobre ella en este artículo de Txaro Cárdenas.

Katy Parra recita una selección de versos de Delirium Tremens.

Coordinadora de talleres literarios desde 1998. Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, francés e italiano.

Libros publicados:

Acordes en Soledad (Murcia, 1997), Síntomas de Olvido (Ed. Sinmar, Madrid, 2000), Espejos para huir hacia otra orilla (Ayto. de Toledo, 2004), Coma Idílico (Ed. Hiperión, Madrid, 2008), Por si los pájaros (Ed. Visor, Madrid, 2008), La manzana o la vida (Ed. 4 de agosto, La Rioja, 2013) y Delirium Tremens. Antología personal (Ed. Raspabook, Murcia 2015).

Tengo el gran placer de anunciaros que el 14 de marzo Valparaíso Ediciones publicará Licencia para bailar, el nuevo poemario de Katy Parra. Estoy deseando leerlo.

Premios (entre otros):

XXVIII Premio Nacional de Poesía Rodrigo de Cota «Ciudad de Toledo» (2003), Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández. (Comunidad Valenciana, 2008), Premio de Poesía en Lengua Castellana Viaje del Parnaso (2008), Premio de Poesía Villa de Salobre (2008), XXV Premio Internacional de Poesía de Humor «Jara Carrillo» (2009), 2º Premio de Poesía 1º de Mayo. Ateneo Cultural. Madrid (2010), 2º Premio de Poesía «Gabriel y Galán» (Cáceres 2015), Premio de Poesía en Lengua Castellana XIII Certamen de Literatura Breve Mislata (Valencia, 2015).

Pero sobre todo quiero que la conozcáis de primera mano, a través de sus propias palabras, tal y como ella se presenta en la plaquette de uno de sus recitales:

La poeta y su obra.

«Llegué a la vida porque tenía que ir a alguna parte.

Mientras Ernesto Che Guevara le hablaba a las Naciones Unidas, Mafalda contaba sus primeras historias y Pink Floyd daba sus primeros conciertos, decidí probar suerte —no sé si atraída por la música—.

En el comité de bienvenida había gatos, muchos gatos, 13 pájaros y algunas cabras. También acudieron dos o tres humanos, pero los humanos tenían siempre cosas «importantes» que hacer, así que me quede con los gatos y las cabras, mientras los pájaros me incitaban a volar.

Todos ellos me enseñaron a observar sin prejuicios, a amar sin condiciones, a defender la verdad y a respetar la vida, venga de donde venga.

Poco después leí «Platero y yo», tuve dos hijos y empecé a escribir versos, a descubrir la voz de otros autores.

Lo mejor que me ha dado la poesía es un puñado de buenos amigos y la seguridad de que seguiré siendo una aprendiz el resto de mis días.»

Este libro es el primer volumen de la colección de poesía «Malanoche» (idea y dirección de Toño Jerez) de la editorial Raspabook.

Es una maravilla el formato, la portada (de Mago Akkarín  y Reina Berit), las ilustraciones interiores (de Mari Cruz S. Parra), el papel… Es un libro con una edición muy cuidada, que destila amor y respeto por la poesía.

Ilustración interior de Mary Cruz S. Parra para «Delirium Tremens».

Varios institutos y ayuntamientos han solicitado el libro para sus bibliotecas, de lo cual me alegro mucho, porque no leer a Katy Parra sería perderse a una de las grandes poetas contemporáneas.

Artículo de Amaia Villa