Tradicionalmente, las secciones de documentales del Festival de Cine de Málaga siempre han permitido encontrarnos con títulos de gran calidad que han servido para cimentar el prestigio de las mismas. En anteriores artículos, ya hemos hablado de Sara Baras. Todas las voces de Pepe Andreu y Rafa Molés, Chavela de Catherine Gund y Daresha Kyi y (aguirre) de Antonio Peláez Barceló. Hoy, vamos a hablar de otros siete títulos que hemos tenido la oportunidad de ver y que considero los más interesantes que han pasado por el certamen.
Vamos a empezar hablando de dos documentales españoles, Desde que bailas de Álvaro Torrelli y Beatriz Osorno y Converso de David Arratibel, los cuales, partiendo de elementos de la realidad cotidiana, saben trascender inteligentemente sus respectivos puntos de partida.
Desde que bailas empieza siendo la historia de una mujer que, estando en silla de ruedas, participa en concursos de baile para minusválidos. Sin embargo, la película adopta un giro inesperado y acaba siendo una reflexión aguda y agridulce sobre los cambios que se están produciendo en las relaciones de pareja y las modificaciones que están teniendo lugar en los roles masculinos y femeninos. Desde que bailas acaba siendo, sorprendentemente, el testimonio de una época de transición, con sus tensiones, sus desajustes y sus incongruencias, pero que, sin duda, dará lugar a una etapa de la que sólo estamos viendo sus primeros brotes. El desenlace abierto del documental nos invita a reflexionar que el futuro aún está por definir.
Reflexión aguda sobre los cambios en las relaciones de pareja @DesdeQueBailas @jmcruzbar Share on X
Durante los primeros minutos, Converso parece que va a ser un documental sobre música religiosa. Pero, enseguida, gira hacia la recuperación de la fe católica por parte de distintos miembros de una misma familia. Tras recorrer ese proceso de conversión, el director desvela sus cartas y la película acaba siendo la visión de cómo un no creyente intenta comprender las razones y motivaciones de quien, habiendo dejado de creer, retoma el camino de la religión en algún momento de su vida. Fresco y sincero, Converso es un documental que invita al espectador a la reflexión y a meditar sobre su posición en relación al tema que aborda.
Un documental hispano-mexicano, dirigido por Pau Ortiz nos sirve de enlace entre los títulos españoles y los latinoamericanos. Al otro lado del muro de Pau Ortiz es un magnífico documental que adopta un punto de vista insólito sobre el tema de la inmigración. No se trata, como se puede pensar, de cómo afrontan los mexicanos que quieren emigrar el muro que los separa de los Estados Unidos sino la problemática de los emigrantes centroamericanos en México. Este enfoque permite visualizar cómo, en cualquier lugar, incluso en aquellos que sufren la restricción de sus emigrantes, tienden a generarse comportamientos de incomprensión hacia los que vienen de fuera. Por otro lado, el documental se enriquece al mostrar la dinámica de la familia que retrata, la cual tiene que vivir sin la presencia de los padres, siendo los dos hermanos mayores quienes se tienen que hacer responsable de ella. Esta vertiente genera, a su vez, una interesantísima reflexión de cómo tiene lugar la reproducción de roles y hábitos de conducta aun cuando el entorno sufre cambios sustanciales. Todo ello hace de Al otro lado del muro un documental imprescindible.
La problemática de los emigrantes centroamericanos en México: @otherside_doc @jmcruzbar Share on X
Finalmente, cuatro documentales latinoamericanos, muy distintos entre sí, sirvieron para abordar un conjunto variado de temáticas: La inocencia de Eduardo de la Serna, El sitio de los sitios de Natalia Cabral y Oriol Estrada, Preso de Ana Tipa y Jardines de plomo de Alessandro Pugno.
La inocencia es una película argentina que muestra cómo se desarrolla el curso escolar para dos niñas que viven en entornos muy diferentes: una en un entorno urbano, otra en un entorno rural. Con gran sutileza, el documental va mostrando cómo el sistema educativo no logra corregir las diferencias sociales y culturales entre alumnos de diversa procedencia sino que, más bien, actúa como mecanismo que sirve para mantenerlas y consolidarlas. La inocencia es un documental que se beneficia de la gran frescura que proporcionan las imágenes vivas y reales de los niños y niñas pero, al mismo tiempo, deja un poso triste en la medida en que somos testigos de que, lo que debería ser un medio para garantizar la promoción y la igualdad de oportunidades, se convierte en la vía para impedir la corrección de las desigualdades.
El sitio de los sitios es un documental de la República Dominicana que retrata cómo es la vida en un resort de lujo construido en torno a una playa artificial. Vemos momentos de la vida de los trabajadores que van levantando más playas artificiales alrededor de la construcción, de los encargados del mantenimiento de la urbanización y de algunos de los clientes (una modelo que, infructuosamente, intenta quedar con sus amigas, dos matrimonios cuyos maridos pasan el tiempo jugando al golf…). La película acaba mostrando cómo la vida en un presunto paraíso tiene poco de paradisíaca y nos transmite una punzante sensación de vacío que, hasta cierto punto, nos retrata a nosotros mismos y lo ilusorio de muchos de nuestros sueños y aspiraciones. En definitiva, el film acaba siendo una reivindicación de una autenticidad ausente.
Preso es un documental uruguayo que también nos sorprende con un giro sorprendente en su narración. En principio, es una película que narra cómo unos obreros brasileños se tienen que trasladar a Uruguay para trabajar en la construcción de una cárcel. Poco a poco, el film se va centrando en los avatares familiares de uno de los trabajadores y en el complicado laberinto en el que se encuentra. La gran habilidad de la directora en contar la historia de modo que sea el propio espectador quien descubra qué es lo que está sucediendo, hace que las imágenes de la película y su montaje tengan gran fuerza expresiva y narrativa, convirtiéndose en una lección de cómo narrar un documental sin que el director invada el espacio de sus personajes y de su problemática.
Finalmente, el documental italo-hispano-peruano Jardines de plomo narra cómo los alumnos de una escuela de Perú descubren la contaminación de un río y deducen que se debe a las actividades de una compañía minera. Precisa y sobria en su desarrollo y en su denuncia, se trata de un brillante documental social que muestra cómo siguen estando vigentes muchas realidades que considerábamos ya extintas. Por tanto, Jardines de plomo se convierte en un documental necesario y, hasta cierto punto, urgente en la coyuntura actual.
Como pueden ver, los documentales siguen teniendo fuerza en el Festival de Málaga y las secciones que el certamen dedica al género siguen teniendo gran calidad y relevancia. Algo que esperamos siga siendo así en los próximos años.
Diez #documentales de gran calidad y relevancia que no debes perderte. @festivalmalaga @jmcruzbar Share on X
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