Diodati se mueve: vivir algo culto que nos hace ser mejores

Conocí  Diodati se mueve a través de la plataforma Hijos de Mary Shelley creada por los novelistas y editores Fernando Marías, Ramón Pernas y Silvia Pérez Trejo. Y tuve la suerte de que llegara a mi vida gracias al «Hijo de Mary Shelley», Jesús Lens, director junto a Gustavo Gómez Gozalo de Granada Noir. Gracias a Jesús Lens y a este grandísimo Festival de Cine Negro a los que tanto quiero, conocí al gran Fernando Marías.

Desde el minuto uno en que entré en la web me sentí fascinada por ella y por la finalidad de su creación: rendir homenaje a aquella noche del 16 de Junio de 1816, en la que se reunieron en Villa Diodati, junto al lago Leman, Mary Shelley, lord Byron, Percy Shelley y John Polidori, que se retaron a escribir y contar historias de terror. Y convocar a escritores actuales para que escriban y narren ante el público historias góticas, románticas y de terror.

Rosa Masip, gestora cultural y cantante, mujer de gran sensibilidad artística y con un carisma muy especial, y Fernando Marías, escritor, editor, guionista y realizador de cine, recientemente galardonado con el premio de cultura por la Comunidad de Madrid, por citar el último de los muchos premios que acumula en su carrera, dirigen este maravilloso proyecto, Diodati se mueve. Ocio y cultura, fines de semana temáticos, viajes a lugares exquisitamente elegidos en los que podemos convivir con escritores, poetas, músicos, científicos…

Y quisieron que naciera el primer Diodati se mueve un mes de Junio de 2016 en la Reserva natural del Valle de Iruelas.

Y como si de un flashback se tratara, nos transportaron a aquel verano de 1816, a aquella Villa Diodati a orillas del lago Leman donde se gestó el mito Frankenstein de la mano de la escritora Mary Shelley cuando se retaron a narrar historias de terror.  Y lograron algo mágico e inolvidable.

Cómo olvidar aquel lugar al que solo los diodatianos de Iruelas sabemos ir, la Piedra de Lord Byron, donde Espido Freire nos hizo una escenificación dramática tan impresionante como bella. A Ruth González interpretando a aquella «Sirena Negra» de Vanessa Montfort que salió del lago e hizo que se erizara hasta el ultimo vello de nuestra piel en la oscuridad de la noche. O a esa pequeña ermita a las afueras del pueblo donde nos sentamos en la penumbra y Fernando Marías nos hizo sentir estremecimiento con aquellas primeras palabras que presagiaban un escalofriante «Esta noche moriré».

Y a la gran Laura Muñoz inmortalizando cada momento con su cámara de fotos y al gran Fernando Moreno, grabando lo que sucedía con su cámara de vídeo.

Ruth González, la Sirena Negra

Personalmente compararía a Diodati se mueve con una performance. Decía Pina Bausch, «no es cómo se mueva el cuerpo sino qué es lo que lo mueve», y en estas convivencias lo que nos mueve es lo importante. Nos mueve la palabra, nos mueve la música, nos mueve compartir, enriquecernos, aprender unos de otros; nos mueve la cultura.

Nos mueve la emoción cuando la poeta Raquel Lanseros nos recitó sus poemas con ese exceso de piel que toca el alma y remueve los sentidos. Cuando María Zaragoza nos contó cada uno de los relatos que dan vida a sus muñecas Blythedoll y vivimos su historia en primera persona con una sorpresa muy especial: conocimos a la primera Mary Shelley creada para la ocasión. Emoción al conocer la verdadera historia de los románticos Lord Byron y de Percy Bysshe Shelley de la mano de Lorenzo Luengo. Y nos mueve la  original simbiosis de música y cine en el espectáculo Objetos Perdidos con Jose Luis Ordóñez Gil.

Blythedoll: Mary Shelley. Fotografía de Aeterna

Esta es la magia de Diodati se mueve.

Escuchar relatos de terror a la luz de la luna alrededor del lago, en el precioso bosque. En la voz de sus autores María Zaragoza, Valeria Correa Fitz, Ana María Trillo, Adrián Gualdoni y Fernando Marías. Conocer a personas estupendas como los escritores Santiago García-Clairac y Rosa Huertas.

De los fantásticos libros de relatos de Hijos de Mary Shelley editados por Fernando Marías.

Amigos, nada más y nada menos que todo esto es Diodati se mueve: Arte.

Porque Arte es aquello que nos construye para ponernos en libertad.

Y en las convivencias Diodati ocurre esta manifestación estética, se produce un enriquecimiento personal y colectivo del artista y del espectador, un feedback que nos mejora como grupo social y nos permite integrarnos e interactuar desde la colectividad de manera activa, en participación conjunta.

Podría contaros mucho más pero os invito a que lo viváis en el próximo Diodati Villa Iruelas.

Diodati se mueve: El mar de Penélope

Hace una semana se ha producido de nuevo la magia.  Tossa de Mar se ha convertido en el Mar de Penélope con Rosa Regàs, Cristina Fallarás y Dimitris Psonis. 

Este Diodati nos ha presentado la figura de Penélope, desde el punto de vista de la mujer de hoy.

He de decir que ha sido una de las mejores cosas que me han sucedido en la vida.

Como decía Cristina Fallarás: «Porque uno puede salir por la noche, beberse unas copas y bailar dale a tu cuerpo alegría macarena, eso es una cosa y otra cuestión es salir y sentir que uno hace y participa de algo culto, y cuando participas de algo culto eres mejor, eres mejor persona, sencillamente, te sientes mejor».

Este fin de semana todos nos hemos sentido mejores, hemos aprendido unos de otros, pero sobre todo estas dos mujeres, Rosa y Cristina, nos han hecho sentir a todos, y especialmente a las mujeres que formábamos el grupo, mucho mejores, nos han ayudado a permitirnos soltar lastre.

Fernando Marías, Cristina Fallarás y Rosa Regàs brindan por un encuentro que enriquece a las personas

Porque a veces no somos conscientes de la carga que arrastramos por el hecho de ser mujeres, es tanto el tiempo que va con nosotras que parece que sea nuestra obligación llevarla a cuestas. Y si en algún momento intentamos evadirla surge ese sentimiento de culpa que nos han inculcado desde la infancia y que nos hace sentir tan mal.

Diodati nos ha permitido reconocernos en Penélope a través de las voces de estas dos grandes escritoras.

Nos decía Rosa Regàs que Penélope le había hecho pensar en el pasado, en las historias del pasado y en lo que había sido el pasado de las mujeres. Que habíamos sido mujeres creadas para ser «ángeles del hogar» con unas virtudes como la absurda fidelidad, en esa mitificación brutal de la mujer que esta cosiendo y cosiendo y cosiendo y por la noche descosiendo, descosiendo, descosiendo para mantener la imagen viva de que ella no traicionará a su marido.

Rosa Regàs y Cristina Fallarás

Y que para ser esos «ángeles del hogar» habíamos tenido que saber lo que es el remordimiento, lo que es la mala conciencia, lo que es la angustia, lo que es la soledad. Aguantar todo eso y además ser bien organizadas, saber llevar la casa, no protestar, y, sobre todo, hemos tenido que ser obedientes, sumisas, obedientes y sumisas sobre todo, y que si un día no lo hemos sido nos hemos tenido que arrepentir.

Penélope— dice Rosa Regàs—, nos da la oportunidad de pensar en todas las cosas que hemos tenido que sufrir y que sufrimos las mujeres.

Vivir esto es un lujo que no tiene precio. Esta experiencia queda guardada en el corazón para siempre. Convivir todos juntos, desayunar con los artistas Rosa Regàs, Cristina Fallarás, Dimitris Psonis, con Rosa Masip, con Fernando Marías, y con todos los que participábamos en la convivencia, escuchar las experiencias de vida, compartir risas, charla, es un regalo de la vida que pone a tu alcance Diodati se mueve.

Rosa Masip y Dimitris Psonis rodeados por parte del grupo

Siguiendo con el símil de la performance, Marina Abramovic dice: «la performance es el mejor arte del tiempo, porque siempre sucede en el presente, en la búsqueda de la transformación emocional y espiritual».

Cada Diodati ha supuesto para mi una transformación interior. Penélope ha sido de un gran impacto. Me han tocado mucho las palabras de Rosa y de Cristina por lo necesarias, por la bocanada de aire fresco y porque el «para qué» se estaba instalando en el imaginario colectivo justo cuando nos recordaban la maravillosa frase de Virginia Woolf:

No hay nada más importante para una mujer ni para un hombre que ser ella misma por encima de todo.

Existe ese ahora, es hora, no te rindas, que escribía hace tres años. Y no solo existe, sino que es posible.

Hay que soltar lastre, decía Cristina Fallarás y seguir soltando lastre, porque se nos olvida. Un mensaje de esperanza y una inyección de optimismo.

Lo principal es que nosotros seamos como queremos y como estamos convencidos de que tenemos que ser.

Hemos vuelto a casa de Diodati se mueve Mar de Penélope y hemos vuelto distintos, somos distintos, porque como decía Cristina Fallarás «hemos oído a Rosa Regàs, hemos oído a Dimitris Psonis y hemos pensado en alguna leyenda griega, porque hemos vivido algo culto al fin y al cabo, y eso nos ha hecho ser mejores seres humanos».

Esto es Diodati se mueve.

Pilar García