El beso mortal (Kiss me Deadly). Robert Aldrich
El beso mortal, ¿una película menor?
Para este primer post sobre cine negro, podría haberme decantado por algún film clásico como El sueño eterno, El halcón maltés o Sed de mal, tan representativas del cine negro norteamericano. He elegido El beso mortal, una película rodada con pocos medios, que ha llegado incluso a catalogarse como de serie B. A pesar del escaso reconocimiento que obtuvo inicialmente como exponente del género, en Europa se le supo atribuir su verdadera importancia dentro del cine noir. El Beso Mortal supuso un cambio drástico en la manera de narrar y de representar los cánones tradicionales del cine negro, hasta el punto de ser considerada una película de culto.
El Beso Mortal es una obra en la que la parquedad de medios es patente. Carece de grandes decorados y sus intérpretes son desconocidos. Sería la segunda película «importante» de Robert Aldrich tras la mítica Veracruz. Recordemos que Aldrich realizó posteriormente películas legendarias como ¿Qué fue de Baby Jane? y Doce del patíbulo.
Basada en una novela de Mickey Spillane del mismo título, El Beso Mortal es la segunda versión cinematográfica protagonizada por el detective Mike Hammer. La primera de ellas fue Yo, el jurado (1947), dirigida por Harry Essex en 1952. Mike Hammer ha sido un personaje del que se han realizado, además, dos series de televisión, una en los años cincuenta y la más conocida, la interpretada por el entonces popular Stacey Keach, en los ochenta.
Sinopsis
El detective Mike Hammer recoge en la carretera, en plena noche, a una muchacha que huye de un peligro mortal. Poco después son interceptados por los acosadores, unos despiadados matones que, tras torturar y matar a la muchacha y pegar una paliza al duro detective, los arrojan por un precipicio. Hammer logra salir indemne, y se dedicará a investigar este misterioso caso… (Film Affinity)
Reflejo de una época convulsa
La mejor manera de comprender esta película es teniendo en cuenta el momento en el que fue rodada. Los cincuenta fueron años convulsos para la sociedad americana y por consiguiente, para el cine. El cine negro no iba a librarse de esta influencia, y quedaría marcado políticamente por la Guerra Fría, la amenaza nuclear, la lucha contra el comunismo -en ese año se firma el pacto de Varsovia- el macarthismo y su caza de brujas y el consumismo inherente al “american way of life”.
Tanto la novela, como el guion, nos muestran esta situación social e inciden en la podredumbre moral de la sociedad americana de la época, basada en el goce de los bienes materiales como filosofía de vida, a través de las acciones de los personajes cuya única motivación es salirse con la suya a cualquier precio y por encima de quien sea. Existen múltiples referencias a esta forma de vida, como los combates de boxeo, tan presentes en el género, las apuestas amañadas en las carreras de caballos, etc.
Un detective diferente
Enmarcada en esta situación, lo que más me llamó la atención en El Beso Mortal fue el cambio producido en el protagonista con respecto a detectives anteriores (Spade o Marlowe). Ahora tenemos a un detective sin guía moral, que se mueve únicamente en su propio beneficio y que no se sitúa en un plano ético superior a los gánsters -los malos de siempre- lo cual no sucedía hasta aquel momento en los investigadores privados clásicos de films como Sin conciencia, por citar un ejemplo. El detective cambia radicalmente su rol, deja de ser una referencia moral de conducta y testigo de los hechos y se convierte en un elemento más que transita dentro de la moralidad -o inmoralidad- imperante, en la que el fin justifica los medios. Este detective es vanidoso, presumido, egocéntrico y egoísta. Veamos cómo se le acusa de ello de una manera explícita en determinados diálogos:
Reforzando esta caracterización del detective, este deja de sentirse atraído por la chica de la película para ser un conquistador nato con cualquier mujer que se ponga a tiro:
#Besos de #cine con @joseviblender: hay donde elegir. #KissMeDeadly Share on XBeso con la secretaria
Beso con la implicada
Beso hasta con la hermana del malo
Estilo
En cuanto a la utilización del lenguaje cinematográfico, debo señalar que existen pocos planos frontales, una manera de evitar la visión objetiva de los sucesos. La profusión de planos inferiores, contrapicados y planos detalle, combinados con el uso del fuera de campo, consigue que mientras se desarrolla la acción, se obligue al espectador a mirar para otro lado. Así, existen muchos planos de suelos, ruedas y zapatos, que subrayan el carácter individualista y egoísta de las acciones de los personajes, amorales y violentos, a los que no les interesa lo que sucede, mientras no interfiera en sus objetivos.
Visualmente, El Beso Mortal es una película que se nos presenta con una gran «limpieza de imágenes»—principalmente por su sabio uso de la profundidad de campo—, con fotografía de grandes contrastes de luz y sombras marcadas, donde la influencia recíproca Hopper/cine negro sigue produciéndose como en etapas anteriores.
El Beso Mortal es, en definitiva, un buen ejemplo de «perversión» de las normas que habían caracterizado la etapa más clásica del cine negro y que de alguna manera, marca el final de esta.
Reparto:
Ralph Meeker, en el papel de Mike Hammer, guaperas donde los haya.
Maxine Cooper, fiel y enamorada secretaria.
Paul Stewart, el sinvergüenza todopoderoso.
Nick Dennis, amigo incondicional de Mike y que paga por ello.
Gaby Rodgers, la inocente, o no tan inocente, testigo.
Jack Elam, el único actor del reparto que adquiriría renombre, especialmente por su trabajo como secundario tanto en el cine, como en tv, encarna al matón al servicio del todopoderoso.
muy bueno!!
me podrias dar mas detalles de por que esta pelicula genero un cambio drasctico en el cine negro? por favor!
saludos!
Hola Josefa, disculpa que haya tardado en responderte.
Bueno a tu pregunta decirte que esta película supone un cambio en la manera de entender el género negro por diversos motivos.
La defunción del arquetipo clásico de detective privado, ya no es una especie de intermediario de los acontecimientos narrados, ni tiene un código de conducta más o menos ético y anticuado, aquí Mike Hammer, el detective creado por Mickey Spillane, tiene una actuación que gira hacia el delito y en su propio provecho, egoísta y presumido.
También por la visión casi apocalíptica de la sociedad norteamericana, únicamente preocupada en los goces materiales y dominada por el terror nuclear.
En cierta manera se aprecia los inicios de la decadencia del género, ten en cuenta que ya estamos en 1955 y la incipiente ingluencia del cine.
Gracias Josefa, para cualquier pegunta estaré encantado de responderte.
Aplauso!!, bonito trabajo!
Gracias Andrés, me alegro de que te haya gustado.