El Señor de los Anillos, de J.R.R Tolkien, es una trilogía basada en la Tierra Media, un mundo alternativo en el cual existe el Bien y el Mal. En nuestro mundo, según la Bíblia, hay un único creador que es Dios, hacedor del universo, de la Tierra y de sus criaturas. Del mismo modo, la Tierra Media fue creada por un solo Dios. En el Silmarillion, Tolkien nos traslada a un mundo mitológico muy similar al de los orígenes del mundo narrados en la Biblia. Ilúvatar (Eru) es el Dios creador de todas las cosas, mientras que Morgoth –un Valar creado por Ilúvatar– representa al ángel caído, una divinidad envidiosa del poder ilimitado de su Padre-Creador, al cual tratará de emular con malas artes. Sus hermanos dioses, Aule u Oromë, entre otros, son también poderosos Valar cocreadores de la Tierra Media. Así, los distintos dioses mitológicos harán uso del libre albedrío que su Padre les ha concedido para crear las distintas razas de la Tierra Media, como los enanos o los elfos, quienes fueron los primeros pobladores. Los elfos son llamados “Hijos de Ilúvatar‟ porque serán los primeros seres que habitarán el Nuevo Mundo. En el Silmarillion empezamos a descubrir una suerte de Edén donde todo es perfecto al menos en apariencia, pues el Señor Oscuro Morgoth (Satanás) utilizará todo su poder e inteligencia para cautivar a los Hijos de Ilúvatar, tentándolos, engañándolos y atrayéndolos a las tinieblas. Más adelante, aparecerá Sauron, el Impostor –un poderoso Maiar como Gandalf el Gris–, un fiel discípulo de Morgoth que acabará traicionando a su propio amo convirtiéndose así en el nuevo Señor Oscuro que forjará en el Monte del Destino el Anillo Único y el resto de anillos de poder.
Tom Bombadil, el personaje «inadvertido» de El Señor de los Anillos
Y es en la época de Sauron donde Tolkien nos presenta a Tom Bombadil. Algunos críticos consideran a este misterioso personaje una anomalía dentro de la coherencia narrativa de El Señor de los Anillos. Y, ciertamente, se trata de un personaje que no encaja –es distinto a las demás criaturas y más bien desentona– en la historia de la Comunidad del Anillo (el primer libro de la trilogía). Es más, la aparición de Tom Bombadil la ralentiza y, por esta misma razón, fue descartado para la versión cinematográfica de El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo, de Peter Jackson. Sin embargo, como mero fan –y lejos de pretender ser un experto analista tölkieniano– sospecho que Tom Bombadil, la única anomalía de la trilogia, debe de tener una razón de ser y que, a pesar de este aparente «desajuste», Tölkien, probablemente, sabía muy bien lo que hacía.
#Tolkien creó un personaje cuya importancia parece relegada, pero no es así. @XabierAlcover Share on XPara el autor, la naturaleza, los bosques, sus árboles, son siempre un personaje más en su historia. Los árboles están muy cansados del mal que se ha cernido sobre ellos a lo largo de tantas eras y, muchos de ellos, empiezan a actuar con una violencia extrema, acabando, si es necesario, con la vida de cualquier criatura que se les acerque, independientemente de su buena o mala voluntad. Y los hobbits, pequeñas criaturas de la Tierra Media propensas al descanso bajo la sombra de los árboles, en su misión de llevar el Anillo Único a Rivendel para decidir qué hacer con él y bajo la presión de los Nazgül, deciden cruzar el Bosque Viejo, un bosque encantado donde pronto, presos por una extraña somnolencia, se echaran a dormir entre las raíces aéreas de un gran sauce. Cuando las raíces están a punto de estrangular a los hobbits, Tom Bombadil aparece cantando e instando al Viejo-Hombre-Sauce a “comer tierra‟, a “cavar hondo‟, a “beber agua‟ y a “dormir‟.
En ese instante, Tom Bombadil irrumpe en la historia de una forma sorprendente, mágica y misteriosa. ¿Quién es Tom Bombadil? El personaje no reúne en apariencia atributos propios de un dios, pero, al mismo tiempo, es muy distinto al resto de criaturas de la Tierra Media. Por tanto, es muy probable que esta anómala criatura sea, en realidad, una divinidad, pero no una divinidad cualquiera, sino Dios mismo. Así, el único momento de la historia de la Tierra Media en que Ilúvatar (Dios) intervendría directamente en los asuntos de sus criaturas (teofanía) lo haría a través de Tom Bombadil, y lo haría, precisamente, porque tendría el conocimiento de estar salvando la vida de los pequeños héroes que en El Retorno del Rey (el tercer libro de la trilogía) acabaran contribuyendo decisivamente en la destrucción del anillo y destruyendo a Sauron. Hay indicios suficientes en El Señor de los Anillos («La Comunidad del Anillo») que, en mi opinión, refuerzan la hipótesis de que Tom Bombadil es Ilúvatar (Dios) y no una simple criatura (o personaje) más de El Señor de los Anillos.
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Tom Bombadil (II). 6 indicios que desvelan el misterio
Ilustración de Jaime Galisteo
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