Los errores en la fotografía: todo lo que me enseñaron algunas creencias equivocadas sobre la fotografía

Comencé a fotografiar a los once años de edad, lo que viene a significar que no sabía lo que hacía, aunque sí que quería seguir haciéndolo. Pero es más fácil pensar algo semejante que hacerlo: durante esos primeros aprendí que los errores en la fotografía pueden enseñarte lo suficiente pero que no se trata de un proceso sencillo. Tropecé con todo tipo de obstáculos al fotografiar que me demostraron que la De los errores en la fotografía también se aprende.fotografía tiene su propio ritmo, coherencia y versión del mundo. Y descubrí —como supongo le ocurre a cualquier fotógrafo – que los errores en la fotografía son el punto de partida para la experimentación e incluso, alcanzar un estilo propio. No es una lección fácil de asimilar — me llevó casi década aprenderla — pero sí, una muy necesaria. Todo fotógrafo es un artista en constante creación y crecimiento, que aprende a través de la fotografía — y gracias a la fotografía — que la visión subjetiva sobre la realidad puede ser una forma de arte. De modo que crear imágenes — no tomar, que es una diferencia sutil pero importante — necesita de las equivocaciones que cometas para perfeccionarse. ¿Parece un contrasentido? No lo es en absoluto. La fotografía se aprende cometiendo errores, pero, sobre todo, asumiendo que puedes aprender de ellos y crear a partir de la experiencia.

Así que vale la pena preguntarse ¿cuáles son las equivocaciones que me permitieron aprender a medida que maduré como creadora y, sobre todo, artista visual? Las siguientes:

Cinco errores en la fotografía que me hicieron madurar como creadora

©Aglaia Berlutti

Seguir todas las «reglas fotográficas» obsesivamente

El error en la fotografía más común de todos y que nace sin duda, del afán de todo fotógrafo por ceñirse a la pulcritud al momento de crear una imagen. Sin duda, las reglas de composición, exposición y compensación fotográfica son necesarias al momento de comprender la fotografía como disciplina y arte. Sin embargo, a medida que las aprendí (y las manejé con mayor libertad y fluidez) aprendí que romperlas es parte del necesario crecimiento fotográfico que otorgará sentido no sólo a tu identidad como fotógrafo, sino también, a tu discurso visual. De modo que aprende bien las reglas. Luego rómpelas como te plazca. Los errores en la fotografía son de vital importancia para comprender cuál es el sentido de tu estilo personal, pero sobre todo, qué quieres expresar a través de tus fotografías.

Que el sol sea tu maestro: ¡Es la luz estúpido!

La fotografía es el lenguaje de la luz y, por tanto, aprender sobre iluminación fotográfica es un requisito indispensable para comprender el arte técnica a cabalidad. No obstante, iluminar no sólo se trata de complejos cálculos matemáticos o manejar con facilidad los diferentes equipos y herramientas de iluminación. Un error en la fotografía que ocurre con cierta frecuencia entre los fotógrafos que recién comienzan es obviar un matiz importante al iluminar: Observar la luz natural es la esencia de cualquier esquema de iluminación. Me refiero a que iluminar es el arte de imitar por medio de herramientas mecánicas los diferentes efectos que produce la luz solar. Y es esa correlación entre la luz natural y la artificial, lo que hace que iluminar sea una natural comprensión del espacio y sobre todo, los efectos que la luz tiene sobre lo que nos rodea.

Copiar y luego crear

Todo fotógrafo comienza copiando a sus fotógrafos favoritos, a sus referentes inmediatos y por supuesto, a los grandes maestros de la fotografía. Lo hace de manera espontánea  — por mera observación o cultura visual —  y quizás, de manera deliberada, en un intento de obtener experiencia a través del arte y la técnica de profesionales más experimentados y con mayores conocimientos. No obstante, llegado cierto punto, todo fotógrafo debe comenzar a crear o lo que es lo mismo, experimentar por cuenta propia un discurso fotográfico sólido. Recuerda: copiar es beneficioso si te permite encontrar tu camino y crecer como creador visual. De manera que, puedes copiar en tanto te permita recorrer un camino que te lleve a algún lugar por completo nuevo, que te haga asumir riesgos y te permita crecer como artista visual. Pero nunca lo es si limita, restringe o sofoca tu mirada fotográfica.

Creer que una buena cámara  — más costosa o con tecnología punta —  es imprescindible

Cuando tenía doce años, el editor de un periódico local le pareció que una de mis fotografías tenía la calidad suficiente para engalanar un artículo de opinión, así que me la compró. Fue un momento que no olvidé en adelante: porque la fotografía no sólo había sido tomada por una cámara muy sencilla, sino que había sido fruto de una enorme paciencia y de aguardar un buen momento fotográfico. Eso me enseñó un par de cosas: la fotografía es una comprensión sustancial y personal sobre la imagen y, sobre todo, la herramienta que sostienes sólo es eso, una herramienta. Lo verdaderamente valioso en una imagen es la visión de su autor.

©Aglaia Berlutti

Mira, mira, mira: Todo lo interpretativo y subjetivo es válido en cualquier ámbito fotográfico

Si y no. Hace unos años, tomé clases de fotoperiodismo con el tres veces ganador del World Press Photo . No tenía mucha idea sobre la imagen documental, pero tenía muchos deseos de aprender. La primera asignación de clases fue tomar sesenta fotografías consecutivas de un tema en específico que contaran una historia. Y decidí que la mejor manera de hacerlo era seguir a todas partes a la persona a quien había escogido para crear una historia fotográfica. Imaginé escenas, opiniones y de hecho, cree escenarios en una especie de puesta en escena de la realidad. ¿El resultado? Además de un vergonzoso sermón de Astrada, la frase que nunca olvidé y que me permitió comprender algo esencial sobre la fotografía: «Toda fotografía es subjetiva en esencia, pero cuando el documento fotográfico muestre la realidad, esas decisiones subjetivas deben sustentarla, no contradecirla o carecerá de valor». De manera que sí, toda fotografía es subjetiva, pero también recuerda, que depende también de la intención de lo que deseas mostrar. O como deseas mostrarlo.

Artículo y fotografías de Aglaia Berlutti