Esa maldita pared es el relato autobiográfico de un exbutronero que se esconde bajo el seudónimo de Flako, tras una máscara de látex para evitar que la incredulidad de parte de la sociedad respecto a las segundas oportunidades eche por tierra su reinserción y para que su hijo, el verdadero culpable de su rehabilitación, tampoco la sufra.

Esa maldita pared es el relato autobiográfico de un exbutronero que se esconde bajo el seudónimo de @Flakoapuntes, tras una máscara de látex para evitar poner en peligro su reinserción. #TrueCrime @librosdelko @garcia_moritz. Share on X

Esa maldita pared nació en la prisión en la que ingresó Flako, acusado de siete atracos y condenado solo por dos de ellos. Nace de la rabia y desesperación de su autor por haberse perdido otro nacimiento, el de su propio hijo, que nació sietemesino el día que le arrestaron junto a su mujer, provocando el parto adelantado.

Esa maldita pared, de Flako, el butronero que recorrió las cloacas de Madrid

Apodado por la prensa como el «Robin Hood de Vallecas» se convirtió en la cabecera de todos los noticiarios tras su detención en el robo de una sucursal de Bankia, donde tuvo retenidos a los rehenes durante cuarenta minutos. El acceso y la salida de la entidad bancaria lo hizo a través de las cloacas, el alcantarillado de Madrid que conocía como nadie, pero en aquella ocasión le esperaban al otro lado de la «tapa santa»…

¿Qué es una «tapa santa»? Es una de las muchas cosas que Flako nos enseña en Esa maldita pared, pero sobre todo nos muestra como llegó a convertirse en un maestro de ese original método de «expropiar bancos» como le gusta decir, siguiendo los pasos de su padre y emulando a un famoso ladrón francés, Albert Spaggiari, que en 1976 perpetró el llamado «robo del siglo» llevándose 60 millones de francos de la Société Générale de Niza, utilizando un túnel hecho en el alcantarillado.

¿Qué es una «tapa santa»? Es una de las muchas cosas que @Flakoapuntes nos enseña en Esa maldita pared, pero sobre todo nos muestra como llegó a convertirse en un maestro de ese original método de «expropiar bancos». @garcia_moritz. Share on X

Flako detalla en Esa maldita pared su infancia atípica, de un matrimonio roto con un padre al que nunca le faltaba el dinero, pero al que nunca veía trabajar. Una niñez en la que su progenitor apenas estuvo, gracias a los años en prisión, una herencia maldita que él repetiría con su propio hijo, y al divorcio de sus padres acompañado de la huida junto a su madre y su padrastro, que le alejó hasta la adolescencia de «el peque», un atracador de bancos, butronero, que despilfarraba las ganancias con su familia y amigos.

Alternando fragmentos sobre su adolescencia y su estancia en la prisión, nos muestra como aprendió el «oficio» de su padre, al que describe como un hombre flacucho de solo 1,60, pero muy «echao palante» y con un pronto que había que temer, al que no pudo evitar admirar, para acabar siguiendo sus pasos.

En Esa maldita pared descubrirán que las alcantarillas no siempre huelen mal, que las ratas son una buena compañía que garantiza oxígeno que respirar, que para ser un profesional del butrón, a través del alcantarillado, antes debes ser aprendiz de pocero, de albañil, de mecánico, de dibujante, de ingeniero, de físico o de matemático.

A diferencia de otros delincuentes que han buscado la fama adornando y aumentando sus «proezas», Flako nos deja con Esa maldita pared una sensación de realismo que, en todo caso, nos invita a pensar que probablemente hayan sido muchas más las cosas que ha decidido callar.

A diferencia de otros delincuentes, @Flakoapuntes nos deja con Esa maldita pared una sensación de realismo que nos invita a pensar que probablemente hayan sido muchas más las cosas que ha decidido callar. @librosdelko @garcia_moritz. Share on X

Hoy, Flako es un currito mileurista que debe su reinserción no solo a su hijo, sino también a la amistad que surgió con un director de cine, Elías León Siminiani, con el que mantuvo una relación epistolar desde la cárcel,  y que le animó a seguir escribiendo su historia, regalándole libros de Edward Bunker, El Lute, Sergiusz Piasecki o Erick «el belga». Elías terminó convenciéndole para convertir, también su historia, en un documental, Apuntes para una película de atracos, que fue nominado a los premios Goya y que actualmente podéis encontrar en la plataforma de Netflix. Así que puede decirse que la segunda oportunidad del Flako se la dieron su hijo, la literatura y el cine.

 

Esa maldita pared, de Flako, el butronero que recorrió las cloacas de Madrid 1

 

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