Ficción y realidad: debate entre escritores en Navalanegra IX

Club Navalanegra cerró el año de la mejor manera posible. Un balance de nueve mesas en torno al género negro, tanto en cine como en literatura. Por ella han pasado un montón de personas, todas ellas relacionadas con dicho género y cada cual importantes y destacados en lo suyo. Nos han presentado sus novelas, obras de teatro, y nos han adelantado sus próximas creaciones y proyectos. El pasado 16 de diciembre, último certamen del año, Navalanegra puso el broche final con un debate que suscitó tanto interés como los anteriores. En esta ocasión su conductor y director, José Manuel Ribeiro Feliú y los asistentes que acudieron a la cita lanzaban al aire diferentes cuestiones que iban recogiendo y respondiendo Paula Corroto, David Llorente, María José Garrido y Marta Robles. ¿La realidad supera la ficción? ¿Pensáis, al escribir las historias, en trascender y contar algo más allá, por encima de la propia trama a modo de mensaje? ¿Aparece el  vértigo cuando una fabulación es llevada al extremo como la realidad nos impone? ¿Por qué encima de un escenario está totalmente aceptada la visión de lucha, violencia y/o asesinato, pero todavía sorprende y se censura, en ocasiones, el sexo? Como podréis comprobar, hubo de todo, como en botica y muy interesante. Risas, desacuerdos, grandes descubrimientos en torno a realidades que muchos de los asistentes que fueron como lectores desconocían. María José Garrido nos descubrió y contó abiertamente un poco más de esa otra realidad, fría y oscura, que se esconde bajo apariencias «normales». Marta Robles nos sedujo con su enorme y valiosa experiencia en diferentes campos, David Llorente aportó puntos de vistas diferentes y muy personales y la periodista Paula Corroto nos hizo reflexionar sobre esa delgada línreea que separa el bien del mal. Por todo ello, me permito la licencia de hacer un llamamiento a todos los lectores y seguidores de dicho género para animarles a que  acudan en persona a todos estos debates y tertulias literarias, porque sería muy largo el poder resumirles todo lo que allí acontece y porque cada mesa que se celebra es totalmente diferente a las anteriores.

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Navalanegra a primera hora. Fotografía de Alicia Castro Villén

En la frontera: Ficción y realidad. Hablan los escritores

¿La realidad supera la ficción?

David Llorente. Fotografía de Alicia Castro Villén

«Yo creo que la realidad no supera la ficción. El poder evocador, el poder simbólico, alegórico, la onda expansiva que tiene la ficción no los tiene la realidad para nada. Me refiero a que la realidad en una historia de ficción no tiene nada que ver con la realidad de fuera de la novela, cuando hablamos de la realidad dentro de una novela de ficción tiene que ver con la verosimilitud, una novela de ciencia ficción es verosímil o no, independientemente de que estemos cogiendo cohetes y yéndonos a Saturno. […] La novela tiene que ser verosímil o no dentro de la ficción, a eso me refería, si lo estoy comparando con lo que pasa en la calle me estoy equivocando.

También decir que es imposible cuando te pones a escribir una novela de ficción, lo más alejada de la realidad posible, no te bases en la realidad, porque no vivimos en burbujas y las referencias a las que acudimos son de la vida real, de lo que vivimos y conocemos».

David Llorente. Europa. Editorial Alrevès

Paula Corroto. Fotografía de Alicia Castro Villén

«Yo pienso que, debido a las circunstancias y con los giros que se producen en estos casos que yo relato, a cualquier escritor o guionista le costaría mucho llegar a ellos e irse por estos derroteros. Por tanto yo sí creo que la realidad supera a la ficción. (Marta del Castillo, El caso de los niños Bretón, Diana Quer y Gabriel Cruz), a cualquier escritor o guionista le costaría mucho llegar a ellos e irse por estos derroteros. Por tanto, yo sí creo que la realidad supera a la ficción».

Paula Corroto (periodista). El crimen mediático. Editorial Foca.

Marta Robles. Fotografía de Alicia Castro Villén

«Yo jamás le llevaría la contraria a Oscar Wilde, y esa es una frase de él, «la realidad supera la ficción», y yo no le llevo la contraria porque para mí es como si fuera mi primo, es de la familia. Por otro lado, yo tengo escritos siete libros de no ficción y ocho de ficción y además dirijo una colección que se llama Sin ficción, precisamente para Alrevés, donde hemos publicado ya cuatro libros que son casos reales, en los cuales nosotros no novelamos, lo que hacemos es con una estructura de novela negra planteamos el caso pero sin añadirle ni una sola coma de ficción, porque queremos que sea absolutamente real y consideramos que eso le aporta un valor importante, es muy distinto enfrentarse a un libro sabiendo que lo que estás leyendo es una realidad, algo que ha sucedido. […] Yo creo que la realidad supera a la ficción porque los escritores muchas veces nos controlamos a la hora de contar y yo me he encontrado escritores que cuentan historias pavorosas, terroríficas, de estas que piensas que es imposible que haya pasado […] y resulta que había pasado, era real. Cuando sabes que lo que estás leyendo es real, lo ves, lo sientes y lo lees de otra manera».

Marta Robles (escritora y editora). Última novela: La mala suerte. Editorial Espasa

María José Garrido. Fotografía de Alicia Castro Villén

«La realidad supera a la ficción, totalmente, os podría contar casos y casos en los que la supera hasta el punto de que no os creeríais las cosas que pueden suceder. Situaciones inverosímiles que uno lee en un libro y piensas que eso no puede pasar en la realidad.

Por ejemplo os puedo contar las veces que al victimario se le cae el D.N.I en el lugar del suceso y no se entera. Uno piensa que eso pasa en las películas o en las novelas, pues ocurre. En mi libro los casos de los que hablo son todos hechos reales, lo que sí es cierto que están muy difuminados y que yo quise cambiar la tipología delictiva, el contexto, para que cualquier parecido con la realidad fuera una coincidencia y nadie se pudiese sentir ofendido».

María José Garrido (análisis del comportamiento delictivo) Ha escrito Sobre personas y monstruos— Editorial Behavior&Law.

¿Cuando escribís, lo hacéis pensando en trascender más allá del texto y lanzar algún tipo de mensaje?

Fotografía de Alicia Castro Villén

David Llorente: —No, mensaje no. Cuando escribo novela negra puedo hacerlo como denuncia social, pero de ahí a enseñar con mis escritos, me parece un poco pretencioso y ambicioso, no, no lo hago. Cuando empiezo a escribir tengo una idea muy clara de lo que voy a contar, pero muy vaga de cómo lo voy a contar.

Marta Robles: —Yo detesto las novelas que son moralistas o aleccionadoras, de hecho, ahora que hay tanto debate respecto al artista y su obra y a lo que deberíamos leer o no, yo creo que es una barbaridad. Lo que sí intento en mis novelas es que llegue algo que haga reflexionar. Creo que debe contarse todo porque eso hace que las personas tengan esa información y puedan condenar o sentir más simpatía o compasión por los que sufren, porque cuando eso ocurre, cuando uno deja de sentir compasión, se vuelve un monstruo. El ser humano puesto al límite de sí mismo se puede convertir en una bestia.

Bibliotecaria y autora posan así en esta foto de Silvia Monterrubio

María José Garrido: —Los libros tienen que dejar poso cuando se leen. A mí me marcó, cuando leí siendo jovencita, Los renglones torcidos de Dios, de hecho determinó mi carrera profesional. Y yo quería transmitir, sin necesidad de enseñar, pero sí contar vivencias y contarlas de manera un poco novelada. Contar esas atrocidades que cada vez, lamentablemente, nos dejan más indiferente. No todo el que comete abusos o crímenes tiene una enfermedad mental, existe el mal y está en cada uno de nosotros, solo hace falta ese detonante que lo destape.

Paula Corroto: —Yo creo que hay más número de buenas personas que de malas, porque sino, ya nos hubiéramos matado todos. Pienso que incluso en las situaciones más terribles, cuando uno piensa en un momento dado que mataría a esa o aquella persona, luego no sería capaz de hacerlo. Creo que hay una parte buena ahí, ya sea por nuestra moral, por la religión, o por la personalidad.

Sobre la escritura

Paula Corroto:  —Yo no soy novelista y me cuesta mucho hacer ficción, por lo que todo lo que está en mi libro es real. Cuando yo lo escribía, todos los casos tenían un final muy trágico y yo pensaba que ojalá pudiera con un chasquido de dedos cambiar el final, que todo hubiera sido un sueño.

David Llorente: —Yo creo que un personaje no es menos que una persona y que cuando escribes ficción no puedes decir menos mal porque esto es mentira. Cuando maltratas a un personaje, la persona que lo lee, lo está sintiendo y lo está sufriendo y generalizando, pensando que eso algo que puede suceder y ser cierto.

Marta Robles: —Cuando me pongo a escribir, me preocupa el hacerlo bien pero he de reconocer que no pienso en nadie, ni si te va a gustar lo que escribo, o si esto se va a vender más o mejor, o si puede interesarle a alguien.

Sobre Roja Caperucita, de David Llorente: ¿Qué hacemos con cuentos como este?

Los cuentos funcionan de otra manera. Los cuentos son algo tradicional, es literatura folclórica y que nace en un contexto determinado para explicar determinadas cosas. Cuando se crea un cuento, como es el que yo he llevado al teatro, Caperucita, se escriben para evitar que las niñas desobedezcan, no vayan con desconocidos y ese tipo de cosas; ese era el foco, pero cuando nosotros traemos ese cuento a nuestra realidad tenemos dos opciones, una, transformarlo para nuestra sensibilidad o dejarlo tal como estaba para que la gente entienda qué se quiso transmitir entonces y pueda compararse, pero en ningún caso creo que se deban retirar ni mucho menos censurar.

Roja Caperucita se representará todos los viernes de diciembre y enero en El Umbral de primavera, en Lavapiés.

Una mirada como esa vale por mil palabras. Foto de Silvia Monterrubio

La chica a la que no supiste amar, es la próxima novela de Marta Robles. Una novela muy dura:

Comienza con esa historia [el asesinato de una mujer, prostituta nigeriana, víctima de trata y que ha pasado por unas condiciones muy extremas] y parece que hay una serie de malos oficiales que son los proxenetas, pero lo que nos vamos a encontrar en realidad es con la cantidad de malos por así decirlo que hay entre nosotros, que tenemos sentados al lado, con traje y corbata, con todo lo que tienen que ver muchas veces en las desgraciadas vidas de todo este tipo de mujeres.

¿Vosotros, queridos lectores, creéis que la realidad supera la ficción?

Esperamos vuestros comentarios.

Una crónica de Silvia Monterrubio

Las fotografías son de Alicia Castro Villén y Silvia Monterrubio