Fragmentos de la Tierra Rota, de Elaine Vilar Madruga

Fragmentos de la Tierra Rota de Elaine Vilar Madruga es un libro para degustar sus sabores literarios. Una experiencia de placer y desasosiego, una invitación para la reflexión, y sobre todo, una lectura absorbente. Lo que subjetivamente tengo que decir sobre esta antología de relatos es que se encuentra entre lo mejor de género fantástico en los últimos años. La argumentación crítica es lo que expongo en el resto de esta reseña. Para ello es conveniente dejar de lado la apabullante trayectoria de esta novelista, poeta y dramaturga y analizar la obra por sí misma.

En Fragmentos de la Tierra Rota descubrimos un conjunto de relatos que desarrollan una narración lírica de acontecimientos en un futuro lejano, fantástico y siniestro. O quizá no sea un futuro y tal vez se deba interpretar de otro modo. Porque la Tierra Rota que ejerce de marco para los relatos es un mundo posible ambiguo y extraño. Hay elementos que sugieren que se trata de un futuro tras diversos eventos apocalípticos que han acontecido en la Tierra. Pero también otros que indican que quizá se trate de «otra tierra», un mundo extraterrestre al que sus habitantes han bautizado como el planeta natal. Incluso, el planeta de otro universo fantástico que se encuentra en algún perdido rincón del multiverso. Pero todo esto es irrelevante, la clave del escenario se encuentra en la perspectiva que adopta Vilar, la de la existencia de una catástrofe que incluso altera los patrones de realidad genera un nuevo mundo. Aquí oscuro y siniestro.

El estilo de Elaine Vilar es muy lírico, con una narración muy potente y evocadora, pero la hibridez del escenario muestra que esta forma de narrar es una trampa. Aunque se hable de magia, dioses y dragones, el mundo tiene todas las características propias de la ciencia ficción. Y a pesar de todo, la magia y los dragones existen. Además de las referencias a los topos de la fantasía heroica, la fantasía alegórica o la ciencia ficción postapocalíptica, también hay elementos propios de la ficción transhumanista o incluso referencias al eroguro japonés. La capacidad de la autora para combinar todos estos elementos tiene como resultado la ejecución de un conjunto de relatos que se pueden calificar como excelentes.

El lirismo de los relatos no debe confundir a los lectores. La Tierra Rota es un lugar en el que no nos gustaría vivir. Un auténtico infierno materialista, un mundo condenado por una sucesión de catástrofes, desastres ecológicos, guerras, e invasiones alienígenas. Poblado por una humanidad que ha caído presa de la superstición, adorando a siniestros dioses e interpretando como magia lo que tal vez en algún momento fue tecnología. O quizás es realmente magia, pero incluso ésta ha perdido su poder. Pero junto a los enclaves de una humanidad moribunda y supersticiosa, encontramos los restos de la antigua civilización tecnológica presa del solipsismo tecnológica encerrada en el espíritu de la máquina. Y unos cielos dominados por un número cada vez menor de dragones, criaturas cuya naturaleza es ambigua, posiblemente resultado de algún tipo de biotecnología avanzada. Finalmente, también encontramos dioses reales, invasores de otros mundos de naturaleza parasitaria que explotan a la humanidad moribunda, como la siniestra y repugnante criatura del relato «Mariposas del Oeste».

Pero a pesar de vivir en un entorno tan hostil como la Tierra Rota los protagonistas de los relatos de Vilar adoptan una forma de afrontar su experiencia vital optimista, en algunos momentos ingenua. Y no es sólo una característica propia de sus protagonistas humanos, ya que es una actitud que también se encuentra el dragón de «Promesas de la Tierra Rota». Este enfoque que adopta la autora, la confrontación de una humanidad optimista ante la adversidad en un mundo de pesadilla, así como las lecturas alegóricas que Vilar realiza sobre la religión o la naturaleza del mundo, con una impronta gnóstica característica, recuerda por momentos a algunos de los mejores relatos de Harlan Ellison. Aunque la autora cubana presenta un estilo y un tramas muy diferentes a las desarrolladas por el gran autor clásico de la corriente de la new vawe en ciencia ficción. Creo que esto demuestra que Vilar toca las teclas correctas para que su ficción te atrape y no deje escapar.

Poco más puedo añadir, salvo repetir, una vez más, que se trata de una obra excelente y que demuestra sobradamente las aptitudes de la autora, que posiblemente la hacen una de las creadoras más importantes de la literatura fantástica en español, y si continúa al mismo nivel auguro que en futuro no muy lejano también en el plano mundial. Y lo cierto es que su obra ha sido traducida ya a varios idiomas, con éxito de público y crítica. Un autora a tener muy en cuenta.

Fragmentos de la Tierra Rota

Elaine Vilar Madruga

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Artículo de José Manuel Uría

Portada de la reseña: David de la Torre