Encuentro entre Gardel y Sinatra
En 1934, el estudio Paramount contrata a Carlos Gardel para filmar varias películas en New York. Aprovechando la estancia del cantante en la ciudad, la cadena de radio NBC pone en el aire un programa dedicado al barítono (textual) argentino donde “el zorzal criollo” canta todas las noches de 21 a 22 horas en un estudio abierto al público.
En Hoboken, un barrio de Nueva Jersey, una pareja no se pierde ninguno de los programas. Se trata de Nancy Barbato y su novio Francesco Albertino Sinatra Agravantes, un muchacho de 18 años hijo de genovesa y siciliano, que ha sido expulsado del colegio por su carácter conflictivo y que anda dando tumbos de un lado a otro, viviendo siempre al filo de la ley, lo que lo lleva a tener varias entradas en las comisarías. Sus incursiones laborales: camionero, repartidor de periódicos, recadero, etc. terminaban siempre en el abandono o en el despido de todos esos trabajos.
#CarlosGardel le pregunta a qué se dedica, pero #Sinatra se queda en silencio. Share on XUna noche, Nancy le pide al joven Francesco que la lleve al estudio de la NBC para ver y escuchar a Carlos Gardel. Sinatra queda embelesado al ver en directo a Gardel y cuando termina el programa se atreve a acercarse junto a Nancy para saludarlo. Gardel le pregunta a qué se dedica, pero Sinatra se queda en silencio. Nancy entonces le cuenta a Gardel que su novio es un magnífico cantante, pero que está desperdiciando su talento por culpa de las malas compañías. Gardel, con cierta complicidad, le dice a Sinatra: «Mirá pibe, cuando yo tenía tu edad estaba perdido y me pasaba los días en compañía no muy recomendable y cada dos por tres estaba guardado en un calabozo. No te voy a decir que ahora soy un santo, pero el cantar no solo me dio fama y fortuna, también me apartó de ese ambiente donde solo me esperaba pudrirme en la cárcel o morir violentamente».
Nancy le cuenta a #Gardel que su novio, un magnífico cantante, está desperdiciando su talento. Share on XSinatra, un poco más relajado, le pregunta: «Mister Gardel, ¿usted qué me aconseja que haga?». «En esta misma radio, le contesta Gardel, hay un concurso de cantantes, ¿por qué no participas? Hacelo, pibe, que con probar no se pierde nada».
«Hacelo, pibe, que con probar no se pierde nada». #Sinatra se presentó al concurso y lo ganó. Share on XSinatra le hizo caso. Se presentó al concurso acompañando al trío Three Flashes, que para la ocasión se hicieron llamar Hoboken Four y ganaron el primer premio, lo que les llevó a una gira patrocinada por el programa. No obstante, por desavenencias con el resto de sus compañeros, a los tres meses Sinatra abandonó la gira. Pero ya la simiente de su fulgurante carrera artística estaba plantada gracias al oportuno consejo que le diera el cantante argentino en los pasillos de la NBC.
Muchos años después de este determinante encuentro entre Gardel y Sinatra, el consagradísimo cantante llegó en agosto de 1981 por primera vez y única vez a la Argentina y debutó en el Luna Park de Buenos Aires ante 20.000 personas.
Lo que muy poca gente sabe es que el día anterior al concierto, Sinatra, acompañado de un par de músicos de tango argentinos, visitó el Mercado de Abasto un lugar mítico para los admiradores de Gardel, y en una de sus puertas sacó de su abrigo una entrada amarillenta del programa de radio de 1934, la besó y la arrojó con suavidad hacia el interior del mercado mientras pronunciaba con voz firme, «Thanks for helping me to live, Mister Gardel!».
«Thanks for helping me to live, Mister Gardel!» Share on X
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