Et j’ai crié, crié, Aline, pour qu’elle revienne
Et j’ai pleuré, pleuré, oh! j’avais trop de peine
Hoy, en El Tocadiscos, un minuto de amor con Aline, de Christophe
Por José Jesús Conde
Apenas un minuto de amor hemos hilado juntos y ya me tengo que alejar, con la cabeza gacha y el corazón a trozos, hacia este limbo obscuro desprovisto de tu boca, de tu olor y de tu entraña viva.
Apenas un minuto. Que es como si de una mano gigante y extraña se hubiera desprendido el rayo loco que paraliza los sueños y la gloria de los amantes.
Apenas el destello exiguo de, por lo menos, afianzar en mis pupilas tu mirada de océano. Recoger la parte triste de tu vida y entristecerme contigo, solitarios y mudos. Tras las dunas sorprendernos. Rodearnos de misterios. Movernos como las olas en un vaivén blanco y azul. Amarte por la vaguada del tiempo.
Romántica y evocadora, suena #Aline, del cantante francés #Christophe. #Música de #los60 en El Tocadiscos de @jotajotaconde. Share on X
Christophe: Los viejos rockeros nunca mueren
Por Moon
Lanzada en 1965 (buen año, si lo sabré yo), Aline fue sin duda el gran éxito de Christophe, cantante rubio como la cerveza (perdonadme el tópico), con fama de seductor y pendenciero. Christophe, que en realidad se llamaba Daniel Bevilacqua, nació en los bajos fondos parisinos y pronto dio muestras de su talento musical. Gran admirador de Edith Piaff o Gilbert Bécaud, su melomanía evolucionó hacia el blues, a través de John Lee Hooker, y el rock de Elvis Presley.
Como os he dicho al principio, Aline le proporcionó su primer gran éxito y lo encumbró junto a figuras como Domenico Modugno, Hervé Vilard o Charles Aznavour, llegando a compartir honores como canción del verano con J’entends siffler le train de Richard Anthony.
Cuántas veces he tarareado su estribillo y emulado su «Et j’ai crié, crié» en un falsete imposible sin saber ni tan siquiera su título. ¿A que también os ha pasado a vosotros?
Estoy segura de ello.
Tras Aline, Christophe repitió éxito con Les Marionettes, se dejó bigote y melena, acumuló multas por exceso de velocidad y denuncias por enfrentarse a los gendarmes. Pero también fue capaz de dar un giro a su carrera escribiendo con Jean Michel Jarre Les paradis Perdus, álbum en el que se nota su evolución hacia un rock más cercano a los estilos de Pink Floyd o al de un Lou Reed.
También tuvo que enfrentarse a un proceso legal, acusado de plagio por el cantante Jacky Moulière, del que salió absuelto en las apelaciones tras perder el juicio inicialmente.
En la actualidad, Christophe tiene 77 años. Conserva su melena, memoria incólume de una vida acelerada, y su más reciente trabajo data de 2016: Les vestiges du chaos, lleno de sonoridades novedosas que os dejamos aquí para vuestro disfrute.
Los viejos rockeros nunca mueren.
#Christophe, los viejos rockeros nunca mueren. En el Tocadiscos, @jotajotaconde pone la nostalgia, @txaro_cardenas, el dato. #Los60 #Música para el recuerdo. Share on X
J. J. Conde
Txaro Cárdenas
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