Hoy toca comer en casa de mamá

De cómo el divorcio le cambió la vida (a mamá)

Y a mí me la pueden cambiar los recortes

Cada quince días procuro ir a comer a casa de mamá. Siempre prepara paella, cree que es mi plato favorito. Y realmente la paella la hace pa ella.

Las conversaciones que entablamos en la cocina son siempre las mismas. Que si no tienes novio aún. Que se te va a pasar el arroz. Que si no piensas hacerme abuela. Que cómo va el trabajo…

Hay que flexibilizar la plantilla

Hoy se me ha ocurrido contarle que nos han hecho llegar una circular en la oficina diciéndonos que hay que flexibilizar la plantilla.

—¿Una circular? ¿Qué narices es una circular? ¿Quién demonios lleva plantillas en tu oficina? ¿Y para qué quieren que hagáis flexiones? Desde luego qué raritos son en tu trabajo, hija mía —Susanita de Mafalda parecía muda al lado de mamá.

—Mamá, una circular es una carta que nos hacen llegar a todos los empleados. Y noo, no nos miran los zapatos cuando fichamos, solo nos faltaba. La plantilla es el personal de la oficina, es decir, todos los que trabajamos en ella. Y flexibilizar, no es hacer flexiones, noo. Ya quisiera yo aprovechar las horas de trabajo para hacer mis abdominales. Pero no se trata de eso. Flexibilizar la plantilla significa que va a haber despidos —le expliqué.

—¿Una circular? ¿Qué narices es una circular? —Susanita de Mafalda parecía muda al lado de #mamá. Share on X

—¡Ay, hija mía, no me digas que te van a despedir! Por cierto… ¿No se te ocurrirá volver a casa…? Bueno… hija, no me malinterpretes. Es que como en casa de uno no hay nada. Además ya desmonté tu habitación para ponerle el despacho a Luis, ¿no te lo había dicho…?

¡Mi madre vive la vida padre!

Y es que mi madre, desde que se divorció, se dedica a vivir la vida padre. Bueno, padre no es la palabra, que me lo dejó al pobre por un “Consultor de Asuntos Previsibles a Corto y Medio Plazo”. A eso le dijo Luis que se dedicaba cuando le conoció en un viaje cultural del IMSERSO. De esos para mayores de 55 años. Desde entonces se pavonea delante de sus amigas diciéndoles: «mi novio es Consultor de Asuntos Previsibles a Corto y Medio Plazo». Creo que tardó en aprenderlo más de una semana. ¡Un brujo es lo que es el tío, un pedazo de brujo! Se dedica a echar las cartas. Aunque creo que más que echarlas las debe desparramar porque tiene el pulso tan movidito como la foto de carnet del Correcaminos ¡Mec Mec!

Llegados los postres me dice mamá:

—Oye, ¿quieres que le pregunte a Luis por tu futuro?

—Por mi futuro… A Luis… ¿Y qué cuernos va a saber Luis de mi futuro?

—Desde luego, eres clavadita a tu padre, la misma mala uva. Pues claro que lo sabrá, hija, si lo mira en el Tarao.

—Mamá, será en el Tarot, y no, no quiero que me mire nada tu querido Luis. A ver si te das cuenta de una vez que es un engaña bobos.

—Cómo puedes ser tan desagradable hija, él tiene el título de “Consultor de Asuntos Previsibles a Corto y Medio Plazo” y mucha experiencia.

—Experiencia… experiencia en enganchar a almas desesperadas y decirles lo que quieren oír… Ay mamá, cuándo madurarás.

—Bueno, bueno, no te pongas así jovencita, no le preguntaré nada. ¡Menudo carácter! —refunfuña por el pasillo.

Después de tomarnos la leche frita, mi madre se quedó como la leche, en el sillón. Entonces, pensé en la flexibilidad laboral…

¡Cómo está el personal!

Desde que entró a trabajar Philip, el nuevo ejecutivo, la empresa ha cambiado mucho. Con un hardware de Marc Jacobs, y un software snob e innovador, nos ha revolucionado a todos y a todas. Y es que Felipe, sí, Philip es de Móstoles, es un tocapelotas. Se ha encargado de renovar el organigrama de la empresa incluyendo nuevas figuras y eliminando otras.

Lo primero que hizo al llegar, fue cargarse a Ricardo, el portero. Bueno, no se asusten. Philip es un asesino, sí, pero de palabras. Exactamente lo que hizo fue eliminar la palabra portero. Decía que era una figura obsoleta impropia de una empresa moderna como la nuestra. Y nombró a Ricardo “Supervisor Adjunto de Admisiones y Salidas de Personal”. El joven hacía lo mismo, pero con un traje monísimo de la muerte. Le dieron un móvil de empresa para comunicarse con Philip, para que no le tocasen las pelotas. Quiero decir, evitar visitas indeseadas. Así fue como nuestro querido Casillas de toda la vida se convirtió en el pitbull de Felipe.

Así fue como nuestro querido Casillas de toda la vida se convirtió en el pitbull de Felipe. Share on X

Luego se cargó al mensajero, como no venía ya cargadito cada día, el pobre.

Nuestro Andrés, un cachas de cuerpo 11 que nos hace llegar toda la mensajería y la paquetería importante. Y vaya con su paquetería, sí que es importante… Doy fe de ello… (ejem ejem). Philip creó el puesto de Especialista en Logística y Distribución de Documentación. Y lo último de lo último en la “ofi”: hemos descubierto que Felipe entiende. No, no de marketing de empresas, no. Que es gay. Y está coladito por Andrés.

Y se le van los ojos detrás de la paquetería.

Ay, ¡cómo está el personal!

Los cambios se siguen sucediendo, y ahora esperamos los recortes…

Vuelve… a casa vueeelve, vuelve a tu hogar…

*«Vuelvee a casa vueelvee, vuelve a tu hogar… que hoy tienes trabajo y mañana Dios diraaaá…»

Aprovechando que mi madre ya se ha despertado -gracias Thor, porque vaya cómo ronca- vuelvo a casa, que no hay más que una. No vaya a ser que me tropiece con el brujo de Luis e intente leerme los Asuntos Previsibles a Largo Plazo con el “Tarao”. El muy tarao, como dice mama…

**«¡Adiós mamá, adiós mamá, consíguenos un poco de dinero más… más dinerooo!

*Inspirado en el tema de Turrones El Almendro. Los que vuelven por Navidad.