Asociar el jamón serrano con la palabra «cáncer» lo cambia todo. Para mí el producto se devalúa automáticamente, aunque esto, a la postre lo decidirá el mercado y su ley de la oferta y de la demanda. Muchos aseguran que, en pocas semanas, el tema de la carne roja y del cáncer estará más que olvidado. Me extraña que lo diga un famoso freakeconomista apocalíptico cuyo apellido rima con cencerro —ojo, no digo que esté loco— y que sale en defensa de la carne de cerdo, cuando, curiosamente, él mismo asegura ser más de pescado. «Pero si como jamón con moderación», me dirás tú. «Pues fuma con moderación también, ¿no te jode?», te responderé yo con confianza. «Pero no es lo mismo comer jamón que fumar, ¿eh? ¡Cuidao!» me advertirás con el dedo índice levantado. «No, no es lo mismo el humo negro que jode tus pulmones que la carne muerta curada que te jode el colon y no te lo cura», afirmaré con ironía. «El problema es la ansiedad. Dejé de fumar y me lancé de lleno a la comida (procesada, incluída), porque, sinceramente, el colesterol siempre me la ha pelado bastante» me explicarás.
«Claro, el colesterol no es una enfermedad en sí misma, pero cuando te dicen que la comida provoca cáncer la cosa cambia, ¿no?» plantearé. «Hombre claro, es cáncer», asumirás. «Rima con panceta» diré con más o menos acierto. «Si en su momento dejé de fumar para, precisamente, reducir el riesgo de cáncer, ahora deberé reducir el consumo de estos alimentos procesados» razonarás con elocuencia. «Bueno, tú lo harás y yo también, pero puede que tú y yo seamos meras excepciones a la regla, una mera muestra estadísitca no representativa, si, al final, las cifras de ventas de paletillas ibéricas se mantienen y no caen» afirmaré con cautela. «Caerán» vaticinarás. «Sí, tarde o temprano» secundaré. «Y si no caen, seremos los únicos tontos del haba que no coman jamón?» te plantearás. «¿Habas sin virutas de jamón?» lamentaré, esbozando un gesto de tristeza en mi cara. «No, en serio, porque la gente, ya sea carne roja y/o procesada, la come casi a diario, así que será cuestión de moderarse todavía más» razonarás. «Pues sí, deberemos comer jamón sólo en Navidad, en bodas, bautizos y aniversarios» asumiré con crudeza. «¿Y qué comeremos el resto del año?» te preguntarás con gran inquietud. «Hombre, pues… no sé… si el cáncer de colon viene del jamón serrano… habrá que potenciar el bocadillo de tumor serrano, ¿no?» propondré absurdamente (o no). «Venga no digas chorradas» reprenderás. «Escucha, si no digo sandeces, me moriré de pena, ¿vale?» replicaré. ¿¿O te crees que soy de piedra y que no me afecta lo del puñetero jamón??». «Bueno, tranquilo, expón tu teoría del bocadillo de tumor serrano, no te vaya a dar un telele» te resignarás. «Mira. El cáncer de colon viene del jamón serrano, ¿no? Está demostrao, ¿vale? Pues para obtener un tumor serrano lo primero que hay que hacer es extirparlo de la persona enferma y después procesarlo, porque, verás, un tumor maligno en cuanto se sala se vuelve «curado» por pura lógica inversa, «bueno» o, mejor dicho, rico, rico…» digo paladeando exageradamente. «Estás fatal, tío, pero que muy mal, eh» me dirás, como de costumbre. «Espera, espera. No he terminado. Al final lo embuchas como cualquier otro embutido, lo cortas en finas lonchas y c’est fini», concluyo, respirando tranquilamente al sentirme escuchado. «Joder, pues no es tan disparatada la teoría. Matas dos pájaros de un tiro: comes carne procesada sana y, además, paradójicamente, «te comes» la enfermedad».
¿Es el #jamón serrano tan peligroso para la salud como dictamina la OMS? @XavierAlcover Share on XEl desprestigio del jamón
Y, efectivamente, parece que la noticia del jamón serrano y el cáncer de colon va quedando atrás con el paso de los días. Las cárnicas, de momento, pueden seguir respirando de forma no asistida. Lo de la OMS fue una noticia de gran impacto mundial, sin duda (no me llaméis etnocéntrico antes de tiempo, ya sé que no hubo impacto alguno sobre el «mundo musulmán»), pues no es lo mismo que lo diga la OMS que cualquiera que esté como un cencerro. Sin embargo, al día siguiente de la publicación de esta información no parece haber grandes cambios. Solo bromas que circulan por la red, como el foto-montaje del orgulloso estanquero que, además de vender tabaco, vende carne procesada. Pero, la verdad es que, en el supermercado, todavía no he visto adhesivos enganchados en las paletillas de jamón con imágenes de un colon enfermo junto a la advertencia de turno de las Autoridades Sanitarias. Yo, es decir, el colaborador que escribe en MoonMagazine, hacía meses que había moderado el consumo de embutidos y carnes rojas, pero, de ahora en adelante, lo moderaré todavía más, de manera que comer jamón será como cuando te comes un bombón. Muy de vez en cuando. Ni siquiera una vez a la semana. No, yo no. Con pollo y pavo hace más de medio año que vivo. Habrá quien siga comiendo carne procesada o carne roja en altas dosis, medianas o bajas. Son libres de hacerlo. Como quienes fuman. Lo que pasa es que contra el tabaquismo se ha insistido mucho: eliminando publicidad, aumentando el precio, sacando el humo de los espacios públicos, sacando películas como The Insider (El dilema) o discriminando al pobre fumador, convirtiéndole prematuramente en un enfermo. En cambio, contra el jamonismo o el rojismo nada se ha hecho aún, pero supongo que todo llegará, pues tampoco hemos dejado tiempo suficiente a la gente para digerir (¡qué irónico!) la noticia, deshabituarse o moderarse con estos alimentos potencialmente cancerígenos.
Por lo tanto, como consumidor potencial y en acorde con el informe de la OMS, debo concluir que «es igual de malo comer embutido a diario que fumar cada día». ¡Venga, si saltáis a mi yugular, morder fuerte, jamoneros y jamoneras! Pero esto no lo digo yo, lo dice la OMS. Yo interpreto la noticia —ni siquiera he leído los estudios— sin pretender decir nada que tenga rango de verdad. ¿Yo qué sé? Ignoro más que sé. ¡Sólo soy un pobre escritor (¡pobre, también)! Los más de 800 estudios internacionales, sin embargo, son concluyentes a la hora de relacionar estos alimentos con el cáncer de colon. De todas maneras, lo creas o no, comas jamón o no, para mí el producto ha quedado desprestigiado para siempre. Y ahora me voy a llorar un rato, acordándome de los bocadillos de jamón que me preparaba mi madre y mi abuela cuando era pequeño. De verdad, cada día que pasa el mundo se me cae un poco más a trozos. Todo sea por preservar nuestra salud física (¿y qué hay de la mental?). «Yaya, que estás en el cielo, mira qué dicen del jamón» susurraré mirando al cielo. «Bah, puedes contar; eso es mentira. Lo dicen para que te lo creas» dirás desde el cielo, negando con la cabeza con incredulidad. «Gachas, migas, ruleras, pan de centeno… enllenando la panza todo está güeno» sentenciarás con acento murciano, haciendo alarde de tu sabiduría popular y quedándote tan ancha mientras degustas allí, en el self-service del paraíso, un exquisito jamón de Guijuelo (con pan de trigo, claro, ¿o allí es de espelta?).
Jamón serrano y cáncer de colon, de Javier Alcover
Y tú, ¿qué opinas?
Nos interesa saber tu visión sobre este polémico asunto.
Curiosamente el portero que tenia en mi comunidad murió fulminantemente de cáncer de colon y muchas veces me decía que comía muchas veces en el coche un bocadillo de jamón.
Ahora, no se si fue por el jamón como dice la OMS o por las terapias tan agresivas y aleatorias que dan a esos pacientes y a muchos no hace mas que matarlos, pues hace poco descubrieron 4 tipos distintos de cáncer de colon y que la terapia aplicada a un tipo podía ser mortal para otro tipo.
Saludos,
En primer lugar, gracias por tu comentario.
En segundo lugar, decirte que me parece genial que no comas carne y que estés muy bien de salud. La correlación entre consumir ciertos alimentós y tener una peor salud parece que se va confirmando. Se nota que los poderes fácticos no controlan el negocio de las carnes procesadas, porque si no, como muy bien dices, no nos hubieran informado jamás, lo hubieran ocultado. Pero parece que, en este sentido, el bien y la verdad se imponen y hay estudios científicos que confirman tal correlación (Embutidos, carne roja… igual a càncer de colon). Me parece que la Sociedad debe virar hacia una dieta mejor, reducir el consumo general de carne que nos convierte en depredadores. Apostar mucho más por la fruta, la verdura, hortalizas, quesos, cereales, pescado azul y carne, también, pero potenciar mucho más la blanca. La roja reducirla y, a poder ser, extinguirla. Pues eso, azul, blanco… acordémonos cada vez que veamos jugar al Real Club Deportivo Español y alegrémonos por comer azul y blanco. Por el contrario, cuando veamos a La Roja por la tele…
Cuidado con las carnes blancas hormonadas… Yo me decanto por el pollo de caserío y el txuri urdin de la Real Sociedad. Por cierto, ¿recordáis la falaz campaña de hace unas décadas contra el pescado azul?
jajajaja!!! Pues me haré seguidor de la Real hombre, però solo porque los leones tienen franjas "rojas",¿eh? jajajaja….
Por supuesto, no es "blanco" todo lo que reluce… puede ser basurilla hormonada con blanqueador añadido…
Afortunadamente hace ya más de 8 años no consumo platos con cadáveres de ninguna clase ni nada que provenga de los animales. Tengo sesenta años y desde aquel día que tomé tal decisión, te puedo asegurar, que jamás he vuelto a tener dolor lumbares, no siento molestias ni dolores en mis articulaciones, mis pies están más ligeros que cuando tenía 40, subo y bajo escaleras sin agobios, mi asma ha mejorado hasta el punto de olvidarme de ella. mi piel ha mejorado considerablemente, mi medico de cabecera asegura envidiarme cada vez que cada 6 meses aprox, lo visito para pedir una analítica…más que nada para restregársela por los morritos. pena me da y mucha, las personas que con total frivolidad desprecia otras alternativas. No necesite que ningún organismo nacional o internacional me informara de nada, fue por pura empatia por cualquier ser vivo. Preguntaros por un momentito hasta qué punto han estado ocultándonos la realidad del veneno que estamos consumiendo por el simple placer de sus investigaciones. Somos ya muchos los que los denunciamos y ya no pueden hacer caso omiso…
Creo que es burno plantearse qué comemos. Lo mejor comer más cosas frescas y menos procesadas. En cuánto al pollo, aunque sea fresco, lo considero procesado total pir los piensos de engorde, medicamentos y hormonas. Mejor ecológico o de corral al igual que los huevos.
… y el café con licuado vegetal de avena. Porque si me quitan el café me como al director de la OMS, y me da igual que su carne sea negra, blanca o amarilla, me da igual si provoca o no càncer, me lo como.
Al final, con tanto vegetal me voy a convertir en una planta… Savia corre ya por mis venas, pero un planta carnívora soy… cuidao OMS, cuidao, ¿eh? Con el café no se juega…
Hola, Joana,
Gracias por contestar. Es un tema que nos interesa a todos. "Nos han tocado el jamón serrano". ¡CollOMS con la OMS!!! Si nos tocan el jamón el mundo se me cae a tacos, de lo contrario, si quieres que esto no ocurra, ponte morao y sé feliz, durante un tiempo al menos. VIVA EL JAMON. ABAJO LA OMS. Voy a prepararme el pavo con pan integral…
Hasta la vista, augusta lectora.
Me ha encantado este artículo del jamon en clave de humor. Sobre este asunto, como en otros muchos, pienso que hay que tomárselo con cautela y esperar a ver que intereses hay y quien está detrás,( la palabra Cancer es muy seria, para utilizarla a la ligera); personalmente creo rue lo más que te puede pasar comiendo jamón, es que te pongas "morao".
Joana Fernandez.