En La ley del padre, de Carlos Augusto Casas, el refrán «de tal palo tal astilla» se vuelve tan real como maligno. Los vástagos de un gran magnate de la comunicación comparten, con su padre y abuelo, los siete pecados capitales —soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza—, emprenden una carrera contrarreloj por hacerse con el poder y el dinero y, cual caballo de Atila, arrasan allá por donde pasan.
El autor realiza un excelente retrato psicológico de los personajes de las altas esferas, de esa alta sociedad ciega, aislada en su burbuja de lujos y excentricidades, para los que el resto de los mortales somos invisibles. Consigue que vayamos conociendo sus personalidades en profundidad de manera gradual y proporcional a la trama.
Para esta familia la sangre no es eso que los une, es tan solo ese tejido líquido que no dudarán en hacer derramar para salvaguardar sus particulares planes, que con dinero todo se compra.
Planes de tres generaciones, planes de sádicos, psicópatas, hedonistas, ególatras con fines económicos, de poder, de venganza, de placer…
En La ley del padre no falta el personaje con conciencia, ese que sabe lo que es amar, sufrir, ser despreciado, arrepentirse del mal que ha hecho. Él nos hará caer de bruces en la puñetera realidad, la que pisamos las personas corrientes.
Pero a veces las astillas hacen más sangre que el palo, y los hijos salen rana, y torres más altas caen y algunos ricos también lloran. Pero no se hagan ilusiones, que en esta historia es oro casi todo lo que reluce.
En La ley del padre van a disfrutar de la adicción a la buena lectura. De los giros inesperados. De las buenas metáforas. De una trama intrigante y un ritmo frenético.
Y todo ello con ese estilo personal al que el autor nos tiene acostumbrados, esa frescura a la hora de expresarse, y ese juego con el lenguaje que hace fácil lo difícil.
Así que, sin spoilers, recomiendo leer La ley del padre de Carlos Augusto Casas.
En #LaLeyDelPadre, de @AugustoCasas71, van a disfrutar de la adicción a la buena lectura. De los giros inesperados. De las buenas metáforas. De una trama intrigante y un ritmo frenético. #Reseña: @pilarmgarcia_ @penguinlibros. Share on X
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