Con frecuencia, un actor se caracteriza por su registro histriónico, su capacidad para brindar rostro y sentido a personajes extravagantes e, incluso, por la forma de transformar su cuerpo según lo requiera el papel que encarna. Con cincuenta y cinco años, el actor británico Sean Bean es una estrella Las muertes de Sean Beanreconocida por una rara habilidad: la de ser la víctima propiciatoria en la mayoría de las producciones cinematográficas y de televisión en las que participa. Bean, que comenzó como actor en pequeños papeles de televisión en su Inglaterra natal y que en la actualidad se ha convertido en toda una celebridad, ha sido asesinado en la ficción en veinticinco oportunidades, formando parte de un singular récord que incluye otros actores de renombre histórico: desde el imbatible John Hurt con cuarenta muertes, hasta el célebre Vincent Price con treinta y tres muertes, Sean Bean es uno de esos extraños casos en los que su mera participación en cualquier largometraje se convierte en un un giro evidente de guion. Para analizar el curioso fenómeno, hemos querido recopilar las muertes más emblemáticas de Sean Bean a través de su larga carrera cinematográfica.
Ha sido asesinado en 25 ocasiones a lo largo de su carrera. No obstante #SeanBean no posee el #récord de muertes ficticias. @Aglaia_Berlutti te cuenta todo lo que no sabías sobre las muertes del #HombreSpoiler. Share on XLas muertes más emblemáticas del Hombre Spoiler
Las muertes de Sean Bean (1): A degüello
Caravaggio (1986)
La primera muerte cinematográfica del actor llegó de la mano del director Derek Jarman, que en 1986 decidió contar la vida y obra del pintor Michelangelo Merisi da Caravaggio: figura controversial por su talento, comportamiento violento y bisexualidad, la película brindó un fuerte acento en la mirada de la libertad creativa del pintor como una forma de poder. Para la ocasión, Bean encarnó a Ranuccio Tomassoni, a quién Caravaggio degüella en medio de una poco clara crisis amatoria. Una muerte de antología, en un primer plano en que la sangre salpica a la cámara mientras el rostro de Bean se retuerce de dolor.
Las muertes de Sean Bean (2): Cuidado con las bayonetas
War Requiem (1988)
Jarman pareció quedar lo suficientemente satisfecho con la capacidad de Bean para la muerte violenta, de modo que lo incluyó de nuevo en su siguiente drama de época: War Requiem — basada en la obra de Benjamin Britten —. Se trata de un musical extravagante en el que actor encarna a un soldado alemán de la Segunda Guerra Mundial, que muere bajo la bayoneta del actor Nathaniel Parker. Excesiva y con un extraordinario soundtrack, la muerte de Bean es un despliegue de deficientes efectos especiales bajo una versión libre de La Lacrimosa de Mozart.
Las muertes de Sean Bean (3): No subestimes el poder de una vaca
El prado (1990)
Basada en la obra del mismo nombre John B. Keane y dirigida por Jim Sheridan, este drama pastoral con tintes tenebrosos le dio a Bean la oportunidad de encarnar por primera vez un villano: un hombre obsesivo y pendenciero que desea a toda costa arrebatar la propiedad de una costosa porción de tierra propiedad de una joven viuda (Frances Tomelty). Pero antes de que logre hacerlo, el personaje de Bean muere arrollado por una estampida de vacas enfurecidas. Sin duda, una de las muertes más curiosas de la carrera del actor.
Las muertes de Sean Bean (4): El Hombre Spoiler no flota
Lorna Doone (1990)
Dirigida por Andrew Grieve y basada en el drama del mismo nombre escrito por R. D. Blackmore, es la primera tentativa de Bean en el cine de drama y romance. Aunque la película fue aclamada por su estilo poderoso y frenético para contar las desventuras amorosas de un extraño trío de amantes, la muerte de Bean continúa siendo el punto central de la película: arrojado al río por su rival (un jovencísimo Clive Owen), el personaje de Bean se ahoga mientras extiende la mano hacia la cámara en un movimiento de súplica que, en su oportunidad, resultó casi paródico.
Las muertes de Sean Bean (5): ¿Y tus clases de esgrima?
Clarissa (1991)
El clásico de Samuel Richardson sobre una doncella que atraviesa todo tipo de sufrimientos llegó a la pantalla chica en forma de serie para brindar a Bean una nueva oportunidad de mostrar su aparente interminable potencial para el drama romántico. En esta ocasión, nuestro sufrido y accidentado héroe morirá a causa del filo de un florete, en medio de un duelo tan acartonado como artificioso.
Las muertes de Sean Bean (6): Los villanos siempre mueren
Juego de patriotas (1992)
Dirigida por Phillip Noyce, es la primera muerte Hollywoodense de Bean, nada más y nada menos que en las manos del Agente Jack Ryan. Bean, de nuevo demuestra que sus muertes siempre pueden ser más asombrosas y en esta ocasión, luego de ser empalado — literal — muere cuando la lancha en que se encuentra estalla en llamas. La escena, estrafalaria y con un extraño toque surreal, marca el debut del actor en suelo estadounidense como villano y secundario de lujo.
Las muertes de Sean Bean (7): Esta te la merecías…
Scarlett (1994)
La secuela de la magistral e histórica Lo que el Viento se llevó que nadie deseaba ni tampoco necesitaba, llegó en formato de serie de cuatro capítulos de la mano de John Erman, basada en el deficiente libro de Alexandra Ripley. Plagada de lugares comunes y con un elenco deslucido, quizás lo más recordable sea la muerte de Bean, como Lord Richard Fenton, que muere apuñalado en su cama luego de violar — y embarazar — a una de las criadas de su propia casa.
Las muertes de Sean Bean (8): Morir siempre es peor
GoldenEye (1995)
Una muerte de altos vuelos: en esta oportunidad Sean Bean forma parte del elenco del regreso a la pantalla grande de James Bond (con el rostro de Pierce Brosnan) y encarna la némesis del espía de su majestad. Para celebrar el feliz acontecimiento, Bean tiene su muerte más aparatosa hasta el momento: aplastado por una rampa en llamas, luego de fingir previamente su muerte.
Las muertes de Sean Bean (9): El héroe asaetado
El Señor de los anillos: La comunidad del Anillo (2001)
Sean Bean acaba de entrar en la cultura popular geek por la puerta grande y lo hace como parte del elenco de la multipremiada primera parte de la trilogía más esperada de la década: El Señor de los Anillos: La comunidad del Anillo, que llevó a Bean al gran público y además, le brindó una muerte heroica que lo redimió luego de las ambigüedades de su personaje. Boromir de Gondor muere luego de resistirse al influjo del anillo único y defender con su vida a Frodo Bolsón. Por último, el recalcitrante hijo del Senescal reconoce como Rey a Aragorn, en una de las escenas más conmovedoras de la película.
Las muertes de Sean Bean (10): La poesía mata
Equilibrium (2002)
La película de Kurt Wimmer es una combinación de The Matrix de las hermanas Wachowski con Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, en la que Sean Bean tiene su muerte más simbólica y elaborada: en un estado totalitario en que las emociones están prohibidas, leer poesía es una afrenta al sistema. Y así se lo hace saber un hierático Christian Bale cuando le dispara a la cabeza.
Las muertes de Sean Bean (11): Su última muerte (por ahora)
Juego de Tronos: (Primera temporada)
La serie emblema de HBO llevó a Sean Bean (y su colección de muertes) a una nueva dimensión: Como el íntegro Ned Stark, Bean protagoniza una de las muertes más sorprendentes para los televidentes — que no los lectores — de la historia creada por George R.R Martin. Con el rostro tenso pero digno, la decapitación de Bean es quizás uno de los momentos más sorpresivos en un show lleno de ellos.
Un artículo de Aglaia Berlutti
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