Todo esto es Legado en los huesos, de Dolores Redondo, en opinión de Teresa Suárez.
Esto (no) es una reseña
Siempre tengo presente que debe ser más que una sinopsis, por eso cuando escribo una reseña trato de que sea interesante, divertida, si procede, y amena. Unas veces lo consigo y otras no. Pero, puesto que incluye una crítica basada en una opinión personal, soy de las que defiende que, ya sea de un libro, película o serie, no existe una única manera válida de reseñar. Hay formatos socialmente más aceptados (los que hablan de la trama, personajes, etc.), pero, no por ello hay que arrinconar o despreciar formas de expresión alternativas o diferentes.
Pregúntense conmigo, ¿es posible reseñar una novela sin hablar de ella? Yo afirmo que sí. ¿Cómo? Intentando reflejar las sensaciones, los sentimientos y los recuerdos que su lectura ha traído a tu corazón y a tu mente. Hagamos una prueba.
¿Es posible reseñar una novela sin hablar de ella? #LegadoEnLosHuesos de @DoloresRedondoM, a través de las sensaciones, sentimientos y los recuerdos que su #lectura ha despertado en Teresa Suárez. Share on XLegado en los huesos, de Dolores Redondo
Esto es lo que Legado en los huesos, segunda novela de la Trilogía del Baztán de Dolores Redondo, ha supuesto para mí:
Seres mitológicos, sucesos paranormales, apariciones…
El que susurra en la oscuridad, de H.P. Lovecraft:
Tengan bien presente que al final no presencié ningún horror visible. Decir que un trastorno mental fue la causa de lo que deduje […] es pasar por alto los hechos más terminantes de mi experiencia vital […] El hecho de que temiera mortalmente las frondosas colinas verdes y el interminable flujo de los arroyos entre los que había nacido y crecido tampoco significa nada, pues miles de seres están sujetos a esos temores morbosos.
Escalofriante.
Hermosos cadáveres…
Annabel Lee, de Edgar Allan Poe:
Pues la luna nunca resplandece sin traerme sueños
de la hermosa Annabel Lee
y las estrellas nunca brillan sin que yo sienta los ojos radiantes
de la hermosa Annabel Lee
y cuando llega la marea nocturna, me acuesto justo al lado
de mi amada —mi amada— mi vida y mi prometida
en su sepulcro allí junto al mar
en su tumba junto al ruidoso mar.
La fotografía post mortem de Aglaia Berlutti, «Inquietante y perturbadora pero profundamente artística», de la que nos habló esta misma revista en uno de sus recientes artículos.
La lluvia y el bosque, protagonistas por derecho propio.
Enrique Bunbury, acompañado de Miren Iza, versionando, en su disco Las consecuencias, la maravillosa «Frente a frente», canción de Manuel Alejandro que Jeanette interpretó por primera vez en 1981.
Amaia Salazar, inspectora de la Policía Foral de Navarra, recién ascendida a Jefa de Homicidios, una mujer intentando compaginar todos sus roles (profesional, esposa, madre e hija) sin sucumbir al desaliento…
Jane Eyre, la heroína victoriana de Charlotte Brönte, luchando contra todas las injusticias («Si la gente fuera siempre cariñosa y obediente con quienes no tienen piedad ni son justos, los malos no encontrarían trabas en su camino, no tendrían miedo ni se les ocurriría nunca rectificar; al contrario, irían a peor. Cuando nos pegan sin motivo, tenemos que reaccionar enérgicamente, claro que sí, y devolver el golpe, para que aprenda y escarmiente el que nos ha pegado»); rebelándose contra su confinamiento en el hogar y defendiendo su derecho a ejercer una profesión fuera del mismo («Se da por supuesto que las mujeres son más tranquilas en general, pero ellas sienten lo mismo que los hombres; necesitan ejercitar y poner a prueba sus facultades, en un campo de acción tan preciso para ellas como para sus hermanos. […] Y supone una gran estrechez de miras por parte de algún ilustre congénere del sexo masculino opinar que la mujer debe limitarse a hacer repostería, tejer calcetines, tocar el piano y bordar bolsos. Condenarlas o reírse de ellas cuando pretenden aprender más cosas o dedicarse a tareas que se han declarado impropias de su sexo es fruto de la necedad»).
Lo que suponen los poderes extrasensoriales y las visiones de muertos, lo explica la simpar Rosalía de Castro en el poema Busca y anhela el sosiego:
Busca y anhela el sosiego…
más… ¿quién la sosegará?
Con lo que sueña despierta,
dormida vuelve a soñar.
Que hoy como ayer, y mañana
cual hoy, en su eterno afán,
de hallar el bien que ambiciona
-cuando sólo encuentra el mal-,
siempre a soñar condenada, nunca puede sosegar.
A tenor de lo escrito hasta ahora, ¿sabrían decir cuál es mi opinión sobre el libro?
Esta novela es un claro ejemplo de evolución.
Lo que me gustó de El guardián invisible, primera de la trilogía, permanece en la segunda: Legado en los huesos está maravillosamente escrita (vocabulario rico y descripciones profundamente evocadoras), los conflictos familiares, esos que marcan nuestra personalidad, continúan presentes con la misma fuerza y del conjunto de la obra sigue manando un aire trágico que, por los crímenes, la soledad de alguno de los personajes, la pasión y una sensibilidad exquisita, casi hablan de un nuevo género: de la mezcla de amor y muerte nace la novela negra romántica.
#Reseña: #LegadoEnLosHuesos, @DoloresRedondoM, @EdDestino. La soledad, la pasión y una sensibilidad exquisita casi hablan de un nuevo género: de la mezcla de amor y muerte nace la novela negra romántica. La opinión de Teresa Suárez. Share on XEn cuanto a lo que no me gustó, en Legado en los huesos, la investigación criminal (con menos referencias al FBI) está planteada de manera más profesional y exhaustiva. Pero lo más mejorado, sin duda, es el papel de la protagonista. La rancidez que se desprendía en la primera parte de su empeño en ser madre y sentirse protegida por su marido, en esta segunda no solo desaparece sino que se transforma en una denuncia, alta y clara, de cómo las mujeres que desean ser madres, sin tener que renunciar por ello a una carrera profesional satisfactoria, terminan sucumbiendo a la presión social que parece exigir de ellas que elijan uno de los dos papeles y que, cuando se resisten, acaba creándoles un complejo de culpabilidad que amenaza con destruir su cordura, como si alcanzar una vida plena fuera algo vedado a su condición.
Legado en los huesos
Dolores Redondo
Editorial Destino
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La opinión de Teresa Suárez
Diseño de la portada: David de la Torre
No sé si me produce más rubor la comparación de Redondo con Poe o con Rosalía de Castro. “Maravillosamente escrita” semejante pisto paranormal-profiling de señora que solo piensa en parir y ser madre mientras corretea por el bosque buscando jueces y le dice a su churri frases de caramelo. La única con interés es la madre. Ya mejor no hablar de como copia sin rubor al Dragón Rojo y El silencio de los corderos. Un pastiche romántico apto para señoritas de internado loado como los genios góticos. Deje el amontillado antes de leer.
Dice Robert K. Ressler en su libro Asesinos en serie: “Tom Harris fusionó la idea de las entrevistas en la cárcel con la de los psiquiatras en su novela Dragón rojo (…) el personaje y el guión son producto de la fértil imaginación de Harris, por supuesto, pero estoy orgulloso de haberle proporcionado algunos datos (…) Harris volvió a visitarnos cuando estaba escribiendo otra novela. Estuve más tiempo con él que la primera vez y le enseñe otros casos específicos, como el de Ed Gein, en quien está basado parcialmente el villano de El silencio de los corderos. También le presenté a la única mujer agente que por aquel entonces trabajaba con nosotros en la Unidad”.
Por tanto, ni Tom Harris es tan original como para que alguien necesite copiarlo, ni comparar (fijar la atención en dos o más objetos para descubrir sus relaciones) es lo mismo que evocar (recordar algo o a alguien o traerlos a la memoria).
¡Ah! y dejaré el amontillado antes de leer, cuando usted deje de ocultarse detrás de una máscara para criticar lo que otros escriben.
Un saludo.
Teresa, honradísima y muy agradecida por tu mención en tan excelsa compañía. Tu artículo es intrigante, singular y muy intrigante y ahora debo leer la trilogía o moriré de pura curiosidad ajajaja <3
Gracias infinitas <3
Desde que vi la imagen que acompaña esta reseña me enamoré de tu fotografia. Inmediatamente me recordó a Laura Palmer, ese violaceo y etéreo cadáver que David Lynch convirtió en protagonista absoluta de Twin Peaks, serie que creó escuela.
Tu fotografía es tan sugerente, romantica y desprende tal magnetismo que si Allan Poe la hubiera visto habría caído rendido a tus pies como a mi me ha pasado.
¡Es sencillamente mágica!