Los lobos no piden perdón, de Miguel Conde-Lobato

Almudena Natalías nos recomienda ‘Los lobos no piden perdón’, la primera novela de Miguel Conde-Lobato.

No es para perdérsela…

Los lobos no piden perdón: El Gran Hermano está llegando

El Secretario de Estado, Onofre Castro, es detenido por el asesinato de siete mujeres. Para admitir su culpabilidad exige ser entrevistado por Carlos Wolverine, un periodista novato que de la noche a la mañana se convierte en una celebridad. Pero para conseguir el éxito tiene que dejar por el camino parte de sus principios y parte de su integridad.

Los lobos no piden perdón no es un thriller al uso. Cuando empezamos a leer la novela los crímenes ya se han producido y el asesino confeso está detenido. Apenas sabemos nada de las víctimas y del motivo por el que fueron asesinadas. Las entrevistas entre Carlos y Onofre en la cárcel de Teixeiro más que centrarse en el cómo y por qué de los crímenes se centran en la filosofía de vida de un político que divaga ante la mirada de un periodista que tampoco tiene muy claro qué es lo que está haciendo. ¿Un político y un periodista? Poneos a temblar.

Miguel Conde-Lobato sitúa la historia en el actual debate sobre la posverdad, en la manipulación de los hechos para influir en los demás. Las redes sociales son el medio por el que estás informaciones manipuladas son extendidas de manera imparable y así, la realidad, se amolda a los principios que estamos dispuestos a reconocer como ciertos. Los periodistas se convierten en los nuevos gurús, estrellas mediáticas que abandonan los ideales que tenían en la facultad y se convierten en el medio más propicio para extender todas verdades que no lo son. La objetividad, que realmente nunca ha existido, es ahora descaradamente engullida por la línea editorial de los grupos mediáticos, políticos y banqueros. Y el lector se deja engañar aceptando como suya una opinión manipulada.

Carlos se encuentra de repente en el ojo del huracán. Los lobos no piden perdón muestra la evolución de un joven periodista que aspira a cambiar el mundo y que de golpe se encuentra inmerso en un éxito mediático que cambia su vida sin darle tiempo a elegir. Tiene sus dudas, sabe que está sacrificando sus principios para conseguir el éxito, pero el canto de las sirenas te hace no escuchar lo que no quieres oír.

Los lobos no piden perdón no tiene un «ritmo trepidante», la historia desarrolla los planteamientos filosóficos de un asesino en serie y las dudas que estos planteamientos provocan en la sociedad: cadena perpetua, prisión permanente revisable, pena de muerte… cuál de estas penas es la que debe aplicarse a un asesino de mujeres que alardea de sus crímenes y que amenaza con seguir matando. Las entrevistas en la cárcel presentan dos personalidades fuertes que se plantean temas como el derecho a la vida, las instituciones penitenciarias, el poder de los medios de comunicación…

El mundo está dividido entre quienes matan y quienes se dejan matar, entre lobos y ovejas. Somos depredadores y lo vamos a seguir siendo. Hice todo lo que hice porque sé que dentro de unos años estaré fuera de la cárcel. ¿Diez? ¿Doce? Quizá alguno más. Pero después seguiré con mi vida y sí, volveré a matar.

No podemos negar que Miguel Conde-Lobato ha escrito una novela muy distinta a las historias de asesinos en serie a las que estamos acostumbrados. Los lobos no piden perdón no nos va a quitar el aliento pero nos va a hacer meditar sobre el poder que tienen los medios de comunicación y sobre las verdades en las que se basan nuestros principios inquebrantables. El gran hermano está llegando.

Los lobos no piden perdón

Miguel Conde-Lobato

Ediciones B

Comprar AQUÍ

Reseña de Almudena Natalías

Portada para la reseña: David de la Torre