Maya Plisétskaya. Ruth Rendell. Doble despedida
Dos muertes inesperadas han sacudido la actualidad informativa de este primer fin de semana de mayo. Dos mujeres octogenarias, a las que la edad no ha impedido mantenerse activas hasta el último momento, nos han dicho adiós: Maya Plisétskaya y Ruth Rendell.
La muerte del cisne
La bailarina ruso-española Maya Plisétskaya falleció en la tarde del sábado 2 de mayo en Munich, a causa de un infarto, a la edad de ochenta y nueve años.
A la primera bailarina del Teatro Bolshoi, Directora Artística de la Compañía Nacional de Danza en España entre 1987 y 1990 y Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2005 -junto a la también bailarina Tamara Rojo-, le ha sorprendido la muerte preparándose para desplazarse a Lucerna (Suiza), donde se iba a celebrar el primero de los homenajes previstos en varias ciudades europeas a partir del próximo 15 de mayo, con motivo de su noventa cumpleaños.
Con la desaparición de Maya Plisétskaya, perdemos a la que probablemente ha sido la más importante sucesora de la gran Anna Pávlova. Prima ballerina assoluta, sus interpretaciones del cisne blanco y cisne negro -Odette-Oddile- en El lago de los cisnes, y sobre todo, su Muerte del cisne de Saint-Saëns, han sido catalogadas por los críticos más ortodoxos como «definitivas».
Ruth Rendell: una contadora de historias en activo
La autora de Carne Trémula falleció el sábado a los ochenta y cinco años con una novela pendiente de ser publicada y cuya aparición se espera para octubre de este año. Ruth Rendell, una periodista que decidió abandonar su profesión por el bien de esta -en su historial figuran diversos «patinazos» como el de inventarse un fantasma en una casa abandonada o escribir una crónica sin haber estado presente en un acto en el que por azares del destino, falleció el ponente- es junto a su coetánea P.D. James, una de las grandes escritoras británicas de novela negra, conocida por la gran profundidad psicológica de sus obras, que a menudo abordaban problemas sociales. La creadora del inspector Wexford escribió más de sesenta obras, obtuvo tres premios Edgar Allan Poe y sus novelas fueron llevadas al cine en varias ocasiones por directores como Chabrol o Almodóvar.
Maya Plisétskaya y Ruth Rendell: dos espíritus críticos
Salvando las distancias, Maya Plisétskaya y Ruth Rendell son dos mujeres con puntos en común. Su pasión por lo que hacían era su motor en la vida. «A ellos les amo, amo dejarles pegados al asiento, y por eso no pienso dejar de escribir hasta que me muera. No sabría qué hacer con mi vida» decía Ruth Rendell en 2012. Así ha sido.
«Sigo bailando, mis piernas no están cansadas». Maya Plisétskaya se retiró de la escena con sesenta y cinco años. Su última actuación, fue, cómo no, La Muerte del Cisne.
También las unía su espíritu crítico. Maya Plisétskaya luchó con su talento contra un teatro burócrata, abogando siempre por la libertad de su arte y de la vida. Ruth Rendell se consideraba políticamente de izquierdas, aprovechó su nombramiento como baronesa de la mano del Gobierno laborista de 1997 para, desde la Cámara de los Lores, impulsar causas progresistas, entre ellas la actual ley contra la mutilación genital femenina.
Ahora, ambas harán perdurar su arte, allá donde estén.
Bonito y sentido homenaje el que le has dedicado a estas dos grandes mujeres, Txaro. Cada una en su terreno hizo cuanto estuvo en su mano por poner su talento al servicio de su arte, para goce y disfrute de sus admiradores. En eso radica precisamente la generosidad del artista, en poner su alma en aquello que crean dejando como legado imperecedero la felicidad que generan con sus obras en aquellos que se dejan seducir por ellas.
Un abrazo.
Una aportó la belleza, la armonía, la interpretación. Ha sido, sin duda, una de las grandes del ballet clásico, junto con Ana Pávlova y Margot Fonteyn. Y qué decir de la Rendell… Representa la esencia del escritor: pasión por el oficio de transmitir historias.