Mujer de verso en pecho, el poemario de Gloria Fuertes publicado en 1995, es dinamita de acróbatas, regaliz de ginebra, es el reflejo sutil y distraído de la amable mirada de una mujer de casi 80 años empapada en la cultura de la cotidianeidad. Es una canción infinitamente vital guardada en una casa madrileña llena de la luz de la bondad irreductible.
Recordar no es volver a vivir,
recordar es volver a morir.
Es poesía del siglo XX español, es poesía española en la centuria de la guerra civil, la dictadura de Franco y los años de pisar la hierba de los parques.
«Los de arriba inventaron la guerra civil.
[…]
Hay que olvidar la guerra civil,
si acaso un leve y mal recuerdo
que no debemos repetir.
[…]
y pasó una bala que me hizo raya en medio,
[…]
pregunté a mi hermano: ¿me he muerto?
ese horror lo viví día a día,
en plena juventud
tuve hambre y frío
muriendo y conviviendo
con el cadáver de mi alegría.
[…]
No odiar al amigo,
y menos al enemigo.
[…]
Mi partido es la paz».
Poesía. La poesía de las personas que se marean cuando ven el mundo desde los cielos de la (otra) gloria. Poesía de la modernidad castiza. Porque para Gloria Fuertes escribir poesía es derribar uno solo el imposible.
El amor de una enamorada baila en Mujer de verso en pecho con la gracia y el dolor poéticos de una escritora auténtica que dice no estar loca de amor, sino estar viva de amor, que le susurra a su enamorada «cuando quieras te amo», te quiero «más que a ti».
«Quiero la realidad más bella que los sueños», escribe Gloria, que sabe que «con prisa nunca llegas».
La #poesía de #GloriaFuertes representa la modernidad castiza. Es auténtica poesía española en la centuria de la guerra civil, la dictadura de Franco y los años de pisar la hierba de los parques. @ibanezsalas. Share on XEl desamor brilla oscuro en muchos de sus versos, también:
«¿A qué sagrado desván se nos irá el amor cuando se nos oxida?»
«Lo que siento por ti morirá».
Estabas «muerta sin muerte». Ahora estás muerta en la muerte, Gloria. No del todo. Bien lo sabemos. No moriste en la guerra civil. Sólo fue un susto.
Creo que un poema puede servir para mostrar la categoría poética de Mujer de verso en pecho. Se titula «Con tu amor a la espalda», y dice así:
«Con tu amor a la espalda y por el pecho
ligera alada subo,
no me pesan las penas ni lo años,
ligera alada subo
ya no siento el dolor si es que lo hubo.
(Interrumpo el poema
miro al cielo,
no lo puedo seguir sin dar las gracias.)
Gracias por ser tan guapo amor
por ser tan útil,
por haberme besado las heridas,
por llenar mis visillos de ilusiones,
por coser nuestras vidas,
era otoño en la mía casi invierno,
también otoño fue en el calendario
era el mes de los muertos
tú, me resucitaste con las manos».
José Luis Ibáñez Salas
Director de Anatomía de la Historia
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