Nefando, de Mónica Ojeda: léanla y prueben a salir enteros

No es la primera vez que el nombre de Graziella Moreno ilumina las páginas de MoonMagazine. La autora, recientemente galardonada con el premio Letras del Mediterráneo de novela negra, nos recomienda una novela que ya estamos apuntando como próxima lectura: Nefando, de Mónica Ojeda.

Sobre Mónica Ojeda

Mónica Ojeda (Guayaquil, Ecuador, 1988), Máster en Creación Literaria y en Teoría y Crítica de la Cultura, da clases de Literatura en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Actualmente se encuentra cursando un Doctorado en Humanidades con una investigación sobre la literatura porno erótica latinoamericana.

Con su primera novela, La desfiguración de Silvia, obtuvo el Premio Alba Narrativa 2014 y con su primer libro de poesía, El ciclo de las piedras, El Premio Nacional de Poesía Desembarco 2015. En 2018 publicó Mandíbula (Candaya). Forma parte de la antología Emergencias. Doce cuentos iberoamericanos (Candaya, 2013).

Sinopsis

Nefando: viaje a las entrañas de una habitación fue un videojuego en línea poco conocido y pronto eliminado de la red a causa de su contenido sensible. Las experiencias de sus jugadores son, ahora, el centro de los debates gamers en los foros más profundos de la Deep web, pero sus usuarios no parecen ponerse de acuerdo: ¿era un juego de horror para frikis, una puesta en escena inmoral o un ejercicio poético? ¿Son tan hondas y retorcidas como parecen las entrañas de esa habitación?

Seis jóvenes comparten un piso en Barcelona y sus habitaciones vibran como colmenas. En cada una de ellas se gestan actividades tan inquietantes y turbias como la escritura de una novela pornográfica, el deseo frustrado de auto castración o el desarrollo de diseños para la demoscene. Sus espacios privados son arquitecturas blancas donde se explora el territorio de los cuerpos, de la mente y de la infancia; mirillas hacia lo abyecto que los conecta al proceso de creación de un videojuego de culto.

Reseña: Nefando

Es imposible entrar en Nefando y salir indemne. Algo tuyo se queda dentro. Escribo estas líneas justo después de llegar a la última página, la doscientas seis, y admiro la valentía de Mónica Ojeda por escribir como lo hace, sin límites, sin encoger la mano. Kiki Ortega, Iván Herrera, el Cuco Martínez, Irene, Emilio y Cecilia Terán; tres nacionalidades, mexicana, española y ecuatoriana; seis personajes, seis jóvenes que comparten un piso en Barcelona, en un verano caluroso, asfixiante, para los que la ciudad no es más que el marco del cuadro que dibujan, cada uno a su manera, consecuencia de su experiencia vital. La autora usa la entrevista, la narración en primera persona, la reproducción de los capítulos de la novela que escribe Kiki, para construir esta historia cruda, real y sincera. Para contar lo que es escribir.

Decía José Carlos Somoza en su más que recomendable La caverna de las ideas, que escribir es «la primera actividad más extraña y terrible que un hombre puede realizar». Así es, porque la escritura que no te sacude, que no te conmueve, no sirve. Escribir es desnudarse más allá de la ropa, de las capas de la piel, hasta llegar a la esencia. Y atravesarla, como Alicia en la madriguera de conejos, para salir al otro lado.

Kiki quiere escribir una novela, «una novela sobre la crueldad, una novela destinada a perturbar». Escribe para entender, para entenderse a sí misma, para decir cosas que no pueden decirse y menos escribirse. Asistimos al proceso creativo (personajes, voces, objetivos), a la angustia por hallar la palabra correcta, a que esas palabras «no hablen por ella», que respeten la esencia de la realidad que relatan, más allá del propio autor. La angustia de no saber decir lo que se quiere decir, el temor de no hallar las palabras adecuadas. Escribió Wilde que «el lenguaje necesita que lo afinen, como un violín». Mónica Ojeda lo afina, con nota.

La autora nos dejará indefensos frente a temas tan dolorosos como el rechazo hacia uno mismo, a la propia sexualidad; las víctimas que se convierten en victimarios, las complejas y perturbadoras relaciones entre torturadores y víctimas, la fascinación por lo prohibido, los abusos de padres sobre hijos, una realidad que preferimos ignorar por lo espantosa que nos parece. El monstruo-hombre, el hombre-monstruo, la bestia que llevamos dentro, capaz de todo. La infancia, esa etapa tan importante de nuestras vidas, que nos convierte en lo que somos. Una novela que gira en torno a un videojuego, Nefando, eliminado de la red por su contenido explícito y a una página web, Proyecto Cratos en la que se cuelgan vídeos de abusos reales. Mirar el horror se convierte en un juego macabro, un juego que tiene vida propia más allá de la voluntad del jugador. Una reflexión sobre la cara oculta. La tentación de asomarse al abismo de «una humanidad abyecta que todos padecemos en nuestra carne y mente, con variaciones, claro, pero al final estamos conectados por esa misma naturaleza oscura, caótica, de carácter mítico, y lo paradójico es que ese nexo nos devuelve al mismo lugar de siempre: a la incertidumbre».

La segunda actividad más extraña y terrible del ser humano según José Carlos Somoza, es leer. Así que lean Nefando. Y prueben a salir enteros.

Nefando

Mónica Ojeda

Editorial Candaya, 2016

Tercera edición: 2019

Reseña de Graziella Moreno

Montaje de portada: David De la Torre

Graziella Moreno Graupera (Barcelona, 1965) es escritora y jueza. Ha publicado las novelas, Juegos de maldad (2015, Grijalbo), nominada a mejor novela por el primer festival de Cubelles Noir y con mención especial del jurado, El bosque de los inocentes (2016, Grijalbo), Flor seca (2017, Alrevés), Invisibles (2019, Alrevés), premiada el 9 de marzo de 2020 por la Fundación QSD Global, y Querida Elsa (2018) en formato digital en la plataforma Black and Noir. Ha participado en antologías de relatos en catalán (Barcelona viatge a la perifèria negrocriminal, 2017 Alrevés) y en castellano (Cartagena Negra, 2017,  Los Bárbaros Noir, 2018 y Barcelona-Buenos Aires, 11.000 kilómetros, 2019 Trampa Editorial), y otros publicados en revistas digitales (Solo Novela Negra, Fiat Lux). Colabora como articulista en la revista cultural The Citizen así como en otras publicaciones, y fue miembro del jurado en el concurso de relatos de terror del programa Negra y Criminal de la cadena SER.

En enero de 2020 obtuvo el premio Letras del Mediterráneo de novela negra otorgado por la Diputación Provincial de Castellón.

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