Noche cerrada de Chris Offutt, un Noir de la América rural, pobre y blanca

Noche cerrada es una oscura historia de esa otra América blanca: la pobre y rural, la vaciada, como decimos ahora por aquí. Chris Offutt es un escritor criado en esa América profunda. Nació en un pueblo minero de poco más de doscientos habitantes, que ya no existe. Como cuenta en Noche cerrada hay dos Kentucky, el del Oeste (asfaltado) y el del Este (embarrado y pobre). Noche cerrada es un retrato de ese lado de la orilla de Kentucky, donde las familias no tienen donde caerse muertos, que tan bien conoce Chris Offutt, un mundo sumergido en una dicotomía, la del olvido y la de una naturaleza que se mantiene intacta y salvaje gracias a ello, gracias a la miseria de sus habitantes.

Noche cerrada es la historia de un personaje, Tucker, que abandona su tierra durante un tiempo para luchar en la Guerra de Corea, y a pesar de todo lo mencionado antes, regresa a ella como a un auténtico paraíso terrenal, siempre y cuando no se tropiece con nadie, demostrando una curiosa misantropía. Pero su autor no se lo pone fácil, y en el camino de un Tucker armado con una pistola y su cuchillo Ka-Bar, cargado con sus once medallas de guerra y cuatrocientos dólares, aparece una chica de catorce años, Rhonda, que está a punto de ser violada por un hombre. Una situación extrema a la que Tucker no puede volver la espalda y con la que Chris Offut nos enseña con maestría, que en aquellas tierras las cosas no son iguales que en otras partes, o tal vez sí, todo depende de donde sea uno:

— Haré que el shérif se te pegue al culo —dijo Tucker. Has intentado abusar de tu sobrina, que no tiene más de catorce años. Acabarás en la trena.

Tio Boot se rió, un sonido brusco que dio lugar a una tos ronca. Escupió sangre.

—Hijo, dijo. El puto shérif soy yo.

A partir de ese encuentro Rhonda y Tucker unen su futuro. Chris Offutt nos sumerge en la Noche cerrada, con zambullidas separadas por varios intervalos de tiempo. Comienza en 1954 con Tucker atravesando el estado de Ohio camino de su Kentucky natal y continua diez años después, con Rhonda y Tucker formando una familia a la que golpea con dureza la desgracia, y con un Tucker al servicio de un contrabandista de alcohol, Ananias Beanpole, que le llevará a situaciones límite a las que no se debería arrastrar a un hombre con la determinación y la habilidad para sobrevivir de Tucker, que además está dispuesto a proteger a su familia y a conseguir lo que les pertenece a cualquier precio.

Noche cerrada nos lleva en volandas siguiendo la marcha decidida de un hombre que lucha contra la adversidad y la crueldad, sin dar siquiera un paso atrás para coger carrerilla. Nos convierte en testigos privilegiados de un testimonio genuino de amor a una tierra, a un paisaje y a una naturaleza que no entiende de las miserias y mezquindades humanas. Todo ello con una magnífica prosa, mérito que también habrá que dar a la excelente traducción de Javier Lucini.

Para los que no conozcáis al autor, yo era uno de ellos, Chris Offutt es una de las principales figuras de ese género o subgénero literario, que habla sobre el Sur de los EEUU, al que han puesto las etiquetas de «Country noir», «Rural noir», «Hillbilly noir» o simplemente «literatura redneck», ¿qué haríamos sin las dichosas etiquetas? En 1992 escribió una colección de relatos: «Kentucky seco», que los amigos de Sajalín publicaron en español en 2019. Después publicaría un libro de memorias The same river twice, 1993, su primera novela The good brother, 1997, una segunda colección de relatos Out of the woods, 1999, y algunos relatos y ensayos incluidos en The New York Times, Haper’s Esquire. Por si fuera poco, también ha publicado un par de Cómics. Hijo de un escritor de pornografía pulp, en 2016 publicó Mi padre, el pornógrafo unas memorias o memoir (no hay quien pueda ya con tanta etiqueta), donde no deja muy bien parado a su progenitor. Además, ha sido guionista de las series True blood y Weeds, aunque reconoce que solo lo hizo porque no tenía dinero y necesitaba mandar a su hijo a la universidad. Una muestra más del singular carácter de este genial autor son sus declaraciones sobre Hollywood:

Es un ambiente intoxicante y adictivo y molón, y encima te entregan una cantidad obscena de dinero. Algunos autores quieren más y más dulce dinero de Hollywood, pero yo solo quería el dinero suficiente para ocuparme de mi familia. No necesito lujos. Conduzco una furgoneta hecha polvo y las únicas cosas que compro son herramientas (ríe). Quizás por eso Hollywood no me atrapó. Es muy fácil verte atrapado en ese mundo, si te fascina ese rollo de tener un Jaguar o una choza en las colinas de Hollywood. Pero yo solo necesito remplazar mi vieja sierra mecánica, y comprarme otro par de botas.

Y por último, y no menos importante. Agradecer a la editorial Sajalín que me hiciera llegar esta nueva joya de su colección, ¡que menuda colección gastan los amigos! Y recomendaros encarecidamente que leáis esta magnífica novela. Yo tengo claro, que dentro de un tiempo, volveré a disfrutar releyendo este libro, aunque antes buscaré ese «Kentucky seco» que sacie mi sed de la estupenda literatura de Chris Offutt.

Noche Cerrada

Chris Offutt

Sajalín Editores

Reseña de Moritz García

(La biblioteca también es de Moritz)

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