Novela negra y cine negro en la VII Semana Negra en la Glorieta: Pacto de sangre y Perdición.
Reseña de Salva Alemany.
La portada es obra de David Verdejo.
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Composición de David Verdejo
Revista MoonMagazine en la VII Semana Negra en la Glorieta
Segunda reseña de la sección «Novela negra y cine negro», creada exclusivamente para la VII Semana Negra en la Glorieta, evento cultural organizado por Javier Alonso García-Pozuelo, director de Cita en la Glorieta, revista online de Historia y Literatura.
En esta ocasión, el escritor Salva Alemany nos habla sobre uno de los títulos más recordados del Hollywood clásico: Perdición (Billy Wilder, 1944), basado en Pacto de sangre (Double Indemnity), novela corta de James M. Cain publicada en 1943.
El mejor noir siempre será nuestra perdición.
Larga vida a la Semana Negra en la Glorieta.
Pacto de sangre y Perdición: sobre la novela de James M. Cain y la película de Billy Wilder
Por Salva Alemany
Double Indemnity (Doble indemnización, aquí traducido como Pacto de Sangre en el caso de la novela, y Perdición, en el caso de la película) es uno de esos raros ejemplos en los que la adaptación cinematográfica de una gran novela no solo está a la altura sino que la supera con creces.
La solvencia de James M. Cain como escritor de novela negra está fuera de toda discusión, y precisamente por eso resulta siempre arriesgado trasladar sus historias a la gran pantalla. Muchas cosas pueden salir mal en el proceso, lo hemos visto demasiadas veces. Pero en el caso de Perdición se contaba con un elenco difícilmente superable en la época (hablamos de 1944, era dorada del cine negro americano). Porque lean ustedes: James M. Cain firmando la novela, Billy Wilder en la dirección, Raymond Chandler y el propio Wilder escribiendo el guion, Fred McMurray, Bárbara Stanwick y el inmenso Edward G. Robinson en los papeles principales. ¿Alguien da más?
¿Alguien da más?
Vamos poco a poco. Pacto de Sangre es una novela breve, que apareció por entregas en la revista Liberty Magazine en 1936 y relata la historia de Walter Huff (Fred McMurray), un agente de seguros que se ve atrapado por Phillys Nirdlinger (Barbara Stanwick) en una trama para asesinar al marido de esta y poder cobrar el seguro de accidentes con doble indemnización (de ahí el título original, Double Indemnity). El texto está narrado en primera persona por Walter, quien relata la historia de cómo urden el asesinato y su posterior desenlace.
Uno de los mayores logros de Pacto de Sangre es su capacidad para desarrollar en un texto breve una trama compleja, que funciona como un motor bien engrasado, con secundarios acertados que mantienen la tensión en todo momento. Construido en torno a una mujer fatal (Phillys), el relato depara no pocas sorpresas que consiguen imprimir un ritmo constante a la trama.
James M. Cain, que fue periodista antes que escritor, basó Pacto de Sangre en un caso real ocurrido en 1927 en Nueva York, que terminó con los dos asesinos fritos en la silla eléctrica en Sing Sing (la foto de ella antes de ser asesinada se convirtió en una de las portadas más famosas de los años 20).
Un caso muy real
Vayamos ahora con su adaptación cinematográfica: Perdición. Es una de esas películas que uno ha visto varias veces y que nunca se cansa de revisitar. Siempre encuentro cosas nuevas con las que disfrutar. Y es que estamos hablando del maestro Billy Wilder, acompañado en la escritura del guion por Raymond Chandler (quien no contaba entonces con ninguna experiencia en Hollywood como guionista). Los cambios con respecto a la novela son pocos pero tremendamente acertados. Más allá del nombre de algunos personajes, lo realmente sobresaliente es el relato que Walter Neff (en la novela Walter Huff) realiza en forma de voz en off grabando en un gramófono la historia del intento de estafa y asesinato. Lo vemos nada más comenzar el film, tambaleante, sudoroso, herido. Es una genialidad de Wilder que consigue así una de las voces en off más efectivas del cine.
Otro de los grandes aciertos de la película es el protagonismo que cobra el personaje de Barton Keyes (algo desdibujado en la novela), el jefe de reclamaciones que sospecha inmediatamente del amaño, magistralmente encarnado por el gran Edward G. Robinson en un papel solo a la altura de los más grandes. La relación casi paterno-filial con Walter hace ganar profundidad a la cinta sobre la novela y posibilita un diálogo final absolutamente brillante cuando Walter le dice a Keyes que no había podido descubrir al asesino porque lo tenía demasiado cerca, al otro lado de su mesa, a lo que Keyes responde: «Mucho más cerca, Walter, mucho más cerca» (en alusión a su corazón).
Hay sensibles diferencias en el final de ambas obras, que no desvelaremos para no hurtar el disfrute a los que no las conozcan, hasta el punto de que el propio Wilder llegó a rodar un final alternativo para la cinta.
Barbara y Fred
A mi entender constituyen sin duda dos obras fabulosas, quizás algo menor en el caso de Pacto de Sangre, que no alcanza la intensidad y la calidad de El Cartero Siempre Llama dos Veces, con la que guarda innegables paralelismos argumentales. Pero sin duda Perdición es una de esas grandes obras del cine negro americano, imperecedera, sublime. El propio James M. Cain declaró que si se le hubieran ocurrido las soluciones que Billy Wilder y Raymond Chandler encontraron para el guion, sin duda las hubiera incorporado a su novela. Poco importa que Wilder y Chandler no congeniaran demasiado bien (por no decir que se llevaron a matar) durante la escritura del guion, sin duda los genios no lo necesitan para firmar una obra maestra que fue nominada con siete Oscars. Su mayor discrepancia tuvo que ver con los diálogos, que Chandler consideraba poco apropiados para la gran pantalla, mientras que Wilder defendía la fidelidad a los escritos por James M. Cain. Afortunadamente la disputa la ganó Chandler, quien dotó a estos de su característica ironía y dobles sentidos que tan bien funcionan en la película.
Perdición es una de esas grandes obras del cine negro americano, imperecedera, sublime. #VIISemanaNegra @enlaGlorieta. La mejor #novelanegra y el mejor #cinenegro. @JavierAlonsoGP #Reseña: @jacksshadows. Share on XComo curiosidad, no se pierdan en torno al minuto dieciséis de metraje a un señor leyendo un periódico a la puerta de la oficina de Barton Keyes, es el propio Raymond Chandler haciendo un cameo.
Que las difruten.
Reseña de Salva Alemany
Diseño de portada: David Verdejo
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