Hoy recibimos al escritor Pedro de Paz y con él cerramos esta serie dedicada al octavo encuentro literario de Navalanegra, un espacio en el que se debate y reflexiona sobre la novela negra.
Pedro de Paz nos ha dado una primicia y desde MoonMagazine le felicitamos.
Como cuenta a Silvia en la entrevista, Pedro ganó su primer premio con la primera novela que escribió. El premio era el I certamen internacional de novela corta «José Saramago» y la novela, El hombre que mató a Durruti (2004).
Después le siguieron Muñecas tras el cristal, el libro de relatos La vida es un bar (Amargord, 2006), El documento Saldaña (Planeta, 2008), las antologías La lista negra y La frontera, y, en 2010, La senda trazada, novela con la que obtuvo el Premio Internacional de novela Luis Berenguer.
Podríamos hablar mucho más sobre Pedro de Paz, pero dejemos que sea el propio Pedro de Paz quien remate esta faena.
Para ello contamos, de nuevo, con la ayuda de Silvia Monterrubio.
Entrevista: Pedro de Paz
Silvia Monterrubio —Eres una persona que hace gala de un humor muy peculiar en las redes sociales…
Pedro de Paz —Tuve una época en la que me prodigaba bastante en ese sentido. No es mi género habitual, pero me lo planteé como un reto, sí. En cualquier caso, no es que reserve esa faceta para las redes: es mi sentido del humor natural.
Silvia — Vivimos tiempos de instapoems y poetuits, de influencers y youtubers. ¿Consideras que se ha perdido el respeto por los oficios de escritor, poeta y editor?
Pedro — El respeto como tal no. Al que ejecuta el oficio de una forma solvente y, sobre todo, honesta, se le sigue respetando. Lo que se ha perdido es el miedo de acercamiento al medio, no por parte del lector, si no por parte del que se aproxima con el ánimo de crear, de formar parte de ello como creador. ¿Eso es bueno o es malo? Creo que es bueno en tanto que la gente percibe que expresar emociones y hacerlo a través del ámbito de la literatura no es algo elitista sino popular, pero por contra esa tesitura abre la puerta a una vía con un montón de postulantes que no tienen implantados o establecidos unos criterios básicos y esenciales de calidad. Es abrir la puerta a una caja de Pandora que está trayendo consecuencias buenas y otras no tanto.
Silvia — ¿Piensas que ahora mismo se publica cualquier cosa?
Pedro — Pienso que ahora mismo se tiene la capacidad de publicar cualquier cosa porque los medios técnicos y de distribución están al alcance de cualquier persona. Antiguamente existía la figura del editor que marcaba una pauta muy concreta a la hora de establecer unos criterios y unos canales de publicación. No siempre eran criterios exclusivos de calidad. Podían basarse en otra serie de condicionantes. Pero eran criterios de filtro. Ahora mismo ese filtro como tal ha desaparecido y con ello me remito un poco a mi respuesta anterior: ¿eso es bueno o malo? Depende. Si bien es cierto que el mundo ya no cuenta con el impedimento técnico de poner o plasmar blanco sobre negro y transmitir pensamientos, pulsiones, emociones también es cierto que, al desaparecer ese filtro, el caudal es más amplio tanto de textos buenos como de malos. Y corremos el palpable riesgo de perdernos una obra buena entre un enorme marasmo de mediocridad.
Silvia —Se dice que el vídeo mató a la estrella de la radio.
Pedro —Los Buggles lo decían, sí.
Silvia —¿Podemos pensar entonces que el blog literario ha matado al crítico?
Pedro — No. Yo creo que lo ha enriquecido. De la misma manera que creo que no siempre el aperturismo literario desde el punto de vista del creador sea bueno y beneficioso, creo que la crítica o la valoración literaria sí es beneficiosa cuanto más amplia sea. Sobre todo porque amplía el rango de gentes que prestan una opinión que antes no tenían la capacidad ni el medio para transmitir y esa opinión es absolutamente válida puesto que la opinión del lector, cuando parte de buena fe, es soberana siempre. Eso siempre es positivo. Gracias a ello, pienso que no la ha matado [a la crítica] sino que más bien la ha enriquecido. Ha abierto la capacidad y los cauces para establecer una serie de patrones en las críticas literarias, entendiendo como tal lo que son críticas y opiniones. No siempre la crítica es canónica ni erudita y no siempre necesita serlo. Pero sí: el pálpito que percibe el lector anónimo, de infantería, ante un texto es tan importante como el estudioso que te disecciona un texto y te lo muestra de una manera académica.
‘No siempre la crítica es canónica ni erudita y no siempre necesita serlo. El pálpito del lector anónimo es tan importante como el estudioso que te lo muestra de una manera académica’. @PedrodePaz @Sil_Monterrubio #Navalanegra. Share on XSilvia —Ya hemos hablado de que hoy en día se publica cualquier cosa, pero ¿qué opinión te merece que cualquiera, pagándose su propia edición, pueda publicar? ¿A quiénes y hasta dónde puede resultar perjudicial esa práctica cada vez más extendida?
Pedro — Me parece deshonesto. Y sí, claro que perjudica, pero ese exceso de ediciones y publicaciones no perjudica al escritor, como mucha gente se cree: perjudica al lector. Mira… Yo estoy hasta las narices de este mundo de los tontos voluntariosos, esos que dicen… «yo es que tengo muy buena voluntad…», «yo es que le pongo muchas ganas a todo…», «me he leído un manual en Internet y…», «es que he visto un video en Youtube y ya sé operar a corazón abierto…». Pues no: no tienes ni puta idea. El tonto voluntarioso hace más daño que la persona mala por lo que tiene de irresponsable. Al menos el malo actúa movido por el interés y los efectos de su maldad resultan quirúrgicos, ajustados a sus fines. Pero el tonto voluntarioso es un elefante en una cacharrería. Entonces, el que todo el mundo tenga la facilidad de poder publicar puede ser beneficioso porque el camino está No perdamos nunca la perspectiva de que la autopublicación es un arma de doble filo. abierto y te da la ocasión de conceder una oportunidad a alguien al que has podido pasar por alto en una criba que no debiste hacer, pero eso vuelve a abrir, como te decía antes, la caja de Pandora. De la misma manera que no todo el mundo sirve para arreglar un camión, para pilotar un reactor o para operar a corazón abierto, no todo el mundo tiene capacidad o criterio para desarrollar una habilidad artística. Pero, por desgracia, ese enunciado es algo que la gente tiende a entender de forma clasista y ofensiva porque, si ellos defienden tener derecho a hacer música sin tener ni puta idea de música o derecho a escribir pero no tienen ni puta idea de escribir y se lo dices, entonces te sueltan… «joder, el elitista», «¡uy!, el señorito, ¿qué se creerá?». Y no: no se trata de eso. Yo no valgo para muchas cosas en esta vida y no pretendo erigirme experto en algo para lo que no valgo. Luego sí es cierto que puede resultar muy beneficioso el que el camino esté abierto para todos, con autopublicación o por el medio que sea, pero no perdamos nunca la perspectiva de que es un arma de doble filo que a quien perjudica de verdad como he dicho antes es al lector, que termina cabreándose por haber pagado por algo sin calidad alguna y, sobre todo, sin filtro.
Silvia —¿Quién ha roto realmente ese filtro?
Pedro —El sistema, por supuesto. El sistema se ha pervertido hasta el punto de que ellos mismos han tumbado los criterios que hasta hace, más o menos, cinco años, establecían esos mismos protocolos de calidad. Se ha constituido un círculo vicioso de lo más pervertido. La gente dice: «Voy a Planeta, no me publica; voy a Alfaguara, no me publica… Al final con mi Word y la ayuda de mi cuñado, que pone la justificación completa y me numera las páginas, lo subo a Amazon y soy el nuevo prócer de las letras…». Y entonces ese sentir comienza a hacerse popular. Y cada vez más personas lo practican porque la facilidad está ahí. Y entonces las editoriales, de una forma perversa, ha pensado: «¡Anda!, para que ganes dinero solo tú, vamos a ganar dinero todos haciendo lo que tú haces». Y editoriales que hace diez años era impensable que mantuviesen un negocio de autoedición hoy lo hacen y además ni se avergüenzan por hacerlo ni decirlo. Han aceptado que ese nicho de negocio existe y como no pueden pararlo se han sumado al carro. En eso ha consistido la perversión del sistema.
Silvia —Hoy nos presentas tu último poemario, Caricias de fogueo. ¿Nos hablas un poco de tu trayectoria y de este libro?
Pedro — Yo, hace quince años aproximadamente y a raíz de una serie de cuestiones personales, decidí intentar la aventura literaria como un reto personal. Yo tenía una profesión asentada, que me proporcionaba unos ingresos muy razonables y tenía mi vida resuelta, pero tuve una crisis de fe profesional. Yo he sido toda mi vida, y lo sigo siendo, informático de profesión hasta que llegó un momento en el que, tras muchos años dedicado a lo mismo, terminé muy saturado profesionalmente. Me di cuenta que necesitaba un aliciente en mi vida y decidí recuperar una antigua afición que era la escritura. Mi primera intención tras retomar después de tantos años el tema literario fue superar un bloqueo personal. Solo eso. Comencé haciendo cuentos, relatos, textos breves, narrativa sobre todo, de ahí salté a las novelas y tuve una gran suerte porque las novelas funcionaban bien en opinión de mis lectores más cercanos. Amigos, familia… Mi salto al vacío fue mandarlo a un concurso literario pero más que nada con la intención de que alguien ajeno a mi círculo lo valorase, porque la opinión de gente cercana que te conoce no es casi nunca objetiva, y pensé: «aunque quede el decimoséptimo de quinientos, algo querrá decir». Al menos era lo que tenía mas a mano de lo que yo entendía por un criterio serio y objetivo. En fin… que lo envío a un concurso literario y resulta que gano. Así. La primera vez que envío mi primera novela y gano el primer premio. Imagina mi sorpresa. Aun así, el hecho me dio la perspectiva de que lo que hacía, lo que escribía, no solo le gustaba a mi primo y a mi madre sino que había algo más de trasfondo.
‘La primera vez que envío mi primera novela y gano el primer premio. Imagina mi sorpresa’. @PedrodePaz #Entrevista: @Silvia_Monterrubio #Navalanegra @Gorienlaniebla. Share on XEntonces escribí una segunda novela, en el interín en el que estaba terminando de escribirla suscribí los servicios de una agencia literaria que comenzó a representarme y encontró editor para esa segunda novela. Posteriormente esa misma agencia me encontró editor, Grupo Planeta, para una tercera que posiblemente sea mi éxito más logrado: El documento Saldaña. Tuve incluso una cuidada edición en Círculo de Lectores. Muy contento como comprenderás. Y la cuarta novela obtuvo el premio Luis Berenguer en el 2011. Puedo decir con orgullo que mi trayectoria narrativa transitaba por vías muy coherentes y afianzadas y entonces llegó el momento: allá por el año 2010 y debido a una serie de circunstancias personales me quedé sin trabajo, el alimenticio, el que pagaba mis facturas y me dije: «voy a dar el salto e intentar vivir de la literatura». Yo era consciente de que vivir solo de vender libros es muy difícil, pero pensé que de los aledaños del oficio, como son los cursos, conferencias… se podía uno sacar un sueldo decente. Y lo intenté. Pero elegí justo el punto más álgido de la crisis y me resultó imposible por lo que tuve que volver a la informática. Y a partir de ese momento entré en una etapa de desencanto con la narrativa. Así he pasado los últimos seis años: sin escribir narrativa. Pero lo cierto es que quien tiene inoculado el virus de la escritura no deja de hacerlo nunca por lo que, en momentos de dispersión y para no «perder músculo», me volqué en la lírica, en la poesía, en la prosa poética. Escribía poemas, reflexiones líricas, versos… Todo ello, toda la cosecha de esos años, es lo que he ido recopilando y recogiendo y se acaba de publicar bajo el título de Caricias de fogueo. Considero que mi etapa narrativa, si bien no está acabada, de momento ha Caricias de fogueo: Ahora cultivo con más intensidad la lírica y la prosa poética.cumplido su recorrido más inmediato. Ahora cultivo con más intensidad la lírica y la prosa poética. No me exige tanto como construir una trama de cuatrocientas páginas, la pulsión es más inmediata, la puedo resolver en distancias cortas y a mí me quita el mono de escribir. El desarrollo de la trama de una novela son meses y meses, difícil de compaginar con otro tipo de trabajo. La poesía sí me presta esa oportunidad. Yo continúo con la informática como fuente principal de ingresos y la lírica y la poesía me permiten seguir escribiendo. Si te soy sincero, las cuatro novelas que he escrito hasta ahora, sobre todo las dos últimas, ha sido a base de robarle tiempo al sueño y a mi familia. Durante la semana iba dando vueltas a ideas, madurándolas y escribiéndolas, llegaba el viernes por la tarde, que yo salía a mediodía de trabajar y me quedaba escribiendo hasta el domingo por la tarde. El viernes de madrugada hasta las cuatro, cinco y seis de la mañana, luego dormía el sábado por la mañana y luego a la carga de nuevo. Eso desgasta y agota a cualquiera y uno ya no tiene ni la edad ni las ganas. El cuerpo no me da, no me da la vida. Pero hace años sí lo podía hacer, también porque mis circunstancias personales y familiares eran otras y me lo permitían.
‘Yo continúo con la informática como fuente principal de ingresos y la #poesía me permite seguir escribiendo’. @PedrodePaz #CariciasDeFogueo @TierraTrivium @Sil_Monterrubio #Navalanegra. @Gorienlaniebla. Share on XSilvia —¿Alguna cosa que quieras añadir o tal vez alguna primicia?
Pedro —Pues te contaré algo que sí es una primicia porque se ha cerrado hace tan solo dos días. Y es que he firmado con la editorial Tierra Trivium el contrato para la publicación de mi siguiente poemario que ya está acabado aunque aún no tiene título. Se espera que esté en la calle para el próximo mes de abril.
‘He firmado con la editorial @TierraTrivium el contrato para la publicación de mi siguiente poemario que ya está acabado aunque aún sin título. Se espera que esté en la calle para el mes de abril’. @PedrodePaz. @Gorienlaniebla Share on XSilvia —Pues una exclusiva que agradecemos, sin lugar a dudas, todos los lectores de Pedro de Paz y seguidores de Revista MoonMagazine.
Silvia Monterrubio
Portada de David de la Torre. La fotografía de Pedro de Paz es de Alicia Castro Villén
Pedro de Paz no será el último invitado de Navalenegra que nos visite en Revista MoonMagazine. En breve, esta revista se hará eco del noveno encuentro, que se celebrará el próximo 14 de diciembre.
Hasta entonces y como adelanto, nos despedimos con el cartel del anuncio oficial.
Sin Comentarios