Redes sociales y plagio
Plagio y calidad
Quiero seguir en la misma línea de mi último artículo, ya que no quiero abandonar todavía el tema de las redes sociales, pero tampoco quiero dejar pasar la oportunidad de denunciar un tema como este. Me quiero unir a mis compañeros de MoonMagazine y poner mi granito de arena en el tema del plagio en obras intelectuales.
Hace unos años casi nadie escribía, me explico, solo escribían los que de verdad deseaban ser escritores. Yo recuerdo cómo se rieron de moi mis compañeros de clase cuando, a la vuelta de las vacaciones de Navidad, mediante típica redacción «¿Qué te han regalado los reyes magos?«, yo comenté que me habían traído una máquina de escribir. A todos les entró la risa, yo no entendía muy bien de qué cojones se reían, yo no me reía de sus balones, ni de sus muñecos… Pero así eran las cosas en aquel entonces.
Ahora todo el mundo se piensa que puede escribir. Y se limitan a cortar y pegar. @Excentrya Share on X
Ahora todo el mundo escribe, o lo que es peor, todo el mundo se piensa que puede escribir. Hay contenido por todas partes, de cualquier tema que te puedas imaginas —incluso de un par que ni te imaginas. Pero este crecimiento exagerado en el contenido tiene un precio, pongamos como ejemplo a los estudiantes. Se supone que ahora que todo el mundo tiene un ordenador en casa, pues debería haber un aumento en la calidad de la redacción y ortografía de los chavales, sin embargo, hay una enorme regresión; los estudiantes cada día escriben peor. ¿Por qué? Porque no redactan nada, cada vez que un profesor decide que sus alumnos hagan un trabajo estos se limitan a buscarlo en Internet y a copiarlo, sin preocuparse lo más mínimo por lo que hacen.
Cualquiera puede encontrar un trabajo de cualquier materia en Internet, cualquiera puede pegar ese contenido en un documento de texto, firmarlo con su nombre y curso, imprimirlo y presentarlo como un trabajo terminado. Los profesores tienen medios suficientes para detectar este tipo de engaños, ya que, muchas veces, los alumnos ni se molestan en «adaptar» el trabajo: se limitan a cortar y pegar. Las similitudes siempre resaltan, sin embargo, la mayoría de los profesores no detectan estos plagios o, simplemente, les importa entre poco y nada lo que hagan sus alumnos.
Hace un par de días hablé con una buena amiga, que es profesora, y ella misma me comentaba que si bien los profesores saben lo que está pasando y que, además, se pasan los trabajos de unos a otros, no pueden hacer nada para evitarlo. A veces suspenden al alumno, otras veces lo expulsan de la clase, pero la tónica general es que no suceda nada.
Propiedad intelectual y redes sociales
Lo mismo sucede con la propiedad intelectual en la mayoría de los casos. Yo mismo me he encontrado con alguno de mis posts copiado (literalmente) en otro blog, yo tengo Excentrya licenciado bajo Creative Commons. Según mi licencia mi contenido no se puede usar con fines comerciales, sin embargo, la página que usó mi trabajo está llena de publicidad, por lo que mi contenido se está usando con fines de lucro. Me puse en contacto con el administrador de esa página y todo quedó en un: «te mencionamos y, si quieres, puedes colaborar con nosotros, aunque no pagamos a los redactores». Pues si tú no pagas a los redactores y yo no trabajo gratis, poco negocio vamos a hacer. Seguramente, si me hubiese puesto muy chungo con el tema, al final ellos habrían retirado el artículo y ya está. Lo dicho, la tónica general es que no suceda nada.
Las redes sociales añaden un punto más de complicación a este problema. No es que sean las malas más malas de la maldad universal, no. En realidad debería ser al contrario, cada vez que alguien comparte tu contenido está acreditando tu trabajo, el problema llega cuando ese tweet o esa mención pasa por dos o tres personas, al final ya no queda tan claro quién es el dueño de ese contenido: ¿eres tú? ¿Tu amigo? ¿El cuñado del vecino de la novia que tu primo tenía cuando estudiaba en Cuenca?
A ese problema se le une otro que es, cuando alguien que no entiende muy bien cómo funciona esto. Comparte algo que ha visto a su amiga y le da a ella el crédito de ese contenido. Eso, aunque no lo parezca, es otra forma de plagio. A mí me ha pasado ya un par de veces, me he encontrado con que, de repente, le estaban agradeciendo mi artículo a otra persona, una que se había limitado a compartir lo que yo tardé horas en escribir. Entiendo que no todo el mundo comprenda las tecnologías, pero esa otra persona en ningún momento dijo: Yo no soy el autor, el autor es «tal». Se limitó a colgarse la medalla y contestar con un escueto y miserable: «gracias». Con dos cojones.
Las redes sociales son el medio por el que se contagia esta enfermedad. Cada vez que compartes tu contenido en las redes sociales corres el riesgo de contagiarte, es como dar la mano a un enfermo de gripe, puede que la pesques, puede que no. El nivel de contagio de esta enfermedad es altísimo, a veces, basta con un roce para que te copien el último artículo. Con las redes sociales el plagio está a la orden del día y no me refiero simplemente a que alguien te plagie tu lista de «los mejores libros sobre aceitunas rellenas de la historia». Me refiero a que alguien decida compartir tu libro, tu disco, tu programa o tu videojuego de forma gratuita.
De la misma forma que sucede con los trabajos escolares, copiar el trabajo ajeno, muchas veces sale gratis o, por lo menos, muy barato. En parte el problema surge de cierta cultura de lo gratis instaurada desde años en nuestro país, todo ha de ser gratis, ya que, incluso lo barato ha de ser pirateado. Al final todo parece reducirse a copiar por copiar, porque como decía aquel cómico manchego: hay que copiar, que eso es muy español.
Hay que copiar, que eso es muy español. Pensamiento muy ético en RRSS. @Excentrya. @jbedrina Share on X
Hola Jaume, he venido a parar a tu sitio por que acabo de darme cuenta que he sido plagiada. Me dedico a ayudar a los animales maltratados, abandonados y enfermos, esa es una parte de lo que intento hacer con respecto a este tema tan complicado, sin embargo esa es sólo la parte «física» de lo que intento hacer por ellos, la otra parte, una más intelectual es la creación de historias, relatos, mini cuentos, todos ellos encaminados a fomentar la tenencia responsable, respeto y auxilio inmediato de los animales que se encuentran en esas condiciones. Mis relatos no es que sean famosos ni mucho menos, me alegra que la gente los comparta en redes sociales por que el objetivo es bastante claro, pero me doy cuenta que la gente «edita» el contenido para cortar mi nombre que aparece al final del texto, cuando sus contactos le comentan lo bien que escribió la historia, responden «gracias», yo me limitaba a escribir un «gracias por compartir la historia que escribí, espero que pueda ayudar a los animales que se encuentren cercanos a tu círculo, y algunas veces esas personas corrigen pero muchas otras, no. Lo que ya me ha parecido peor es lo de hoy, por mera curiosidad puse un trocito de mis textos en el buscador, y sorpresa, al menos tres de ellos aparecen en algún perfil o blog de otras personas, un par de ellas acompañan mis textos con un «me costó mucho escribirlo, pero quería crear consciencia sobre el tema» o «lo escribo con mucho sentimiento por que se lo dedico a mi perro». Contacté a una de ellas para comentarle la situación y hasta se ha ofendido, me respondió que gracias a «su» publicación, muchos animales se salvarían, y ya de paso, como no queriendo la cosa, agregó un «bueno y a que tú la hayas escrito» . ¿Qué te parece?
Vivimos en un mundo que no sólo es moderno para robar y fingir que «no sabían que había que pedir permiso» , vivimos en un mundo en el que si pillas a ciertas personas en la «mentirijilla» el que acaba con cara de tonto eres tú porque encima te das cuenta que les ofende que les pidas que si van a compartir el texto, no modifiquen la autoría o mejor aún que no se atribuyan un trabajo creativo que no les pertenece.
Y así nos va…
Hola a todos.
¿y qué me decís de estos foros en los que varios desconocidos construyen una historia? Nunca la leerán y no se sabe quien se la apropiará. Es un juego, un estímulo literario, ¿o algo más?.
Saludos.
No tengo mucha información sobre ello, pero seguramente quien juegue a ese nivel será consciente y responsable de que sus escritos, sin firma e inacabados, serán deglutidos por el anonimato de la Red… Un juego o estímulo, seguramente, no sé a dónde les llevará, pero lo que sí está claro es que de esta manera luchar por sus derechos de autor es bastante difícil.
En cierta ocasión, asistí a un seminario-taller sobre derechos de autor. Uno de los ponentes, al cual no deseo nombrar sin su autorización, paró su coche en una carretera para tomar café. Lo que vio al entrar al local cafetería, no era, ni más ni menos, que las paredes absolutamente empapeladas con obras suyas, de su autoría. Pues bien, no salió de ese lugar hasta que el dueño del local, que había fotografiado buena parte de la producción del artista, no retirase hasta la última de sus obras copiada e inmediatamente destruidas ante sus propios ojos.
¿No sería un humorista gráfico muy conocido, por casualidad?
Hombre, razón tienes, pero muchas,muchas veces, no por maldad sino por desidia o prisa vas leyendo cosas que te interesan y te las vas bajando a tu web y enseguida aparece "como" si fuera tuyo, pero habitualmente aparece otra firma el nombre de otro titular, lo cual pude llevar a confusión, cierto, pero no siempre ha de ser plagiar.Y es que la web también, tiene algo de universal,que es de todos y de ninguno. Sí ya sé que los derechos de autor son y deben ser sagrados, pero si dejas un libro en la calle para que se lo lean todos,lo correcto es que nadie se lo llevara pero,me temo, que en un par de días – en el mejor de los casos – el libro habrá desaparecido. En fin complicado asunto que se solventa publicando en papel…¿Pero cuantos te van a leer en papel? Un saludo.
Entonces, básicamente nos tenemos que aguantar y santas pascuas, ¿no? A mi compañera le han robado su trabajo, pero ¡oiga! C'est la vie… Pues que bien.
Creo que no van por ahí los tiros o, al menos, no debería ser así, me parece una postura conformista y tremendamente errónea. No, no creo que eso de "me lo bajo a mi web" sea lícitio, mi trabajo no se baja a su web y se firma con el nombre de otro, de eso nada. Mi trabajo es mío, esté publicado en la web o en un petroglifo, ¿qué significa eso de que es universal? Universales son los derechos de primer grado y poco más.
Los derecho de autor son sagrados y no hay más, no se puede permitir el "me lo bajo a mi web", no se puede permitir "lo cojo y listo porque está ahí"… Esto no es la selva, aquí hay unas reglas de juego que se deben cumplir.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo, Jaume. Solo añado que la "liberación" de un libro en la calle se hace con una finalidad determinada, que es facilitar su lectura. El hecho de que tengas entre tus manos un libro no significa que lo hayas escrito tú, ¿verdad? Por desgracia, el "me lo bajo a mi web con prisa o desidia" adquiere unas connotaciones gravísimas en cuanto a la conculcación de los derechos de autor. Es inconcebible que como autor tengas que presentar pruebas de que ese texto es tuyo, pero por desgracia, pasa cada día y nadie hace nada.
Hola Jaume. En varias ocasiones he visto contenido de mi blog en otros sitios. Si se trata de un blog o una web invisible el daño es mínimo, lo malo es cuando se trata de blogs o webs que se suponen TOP. Con estos últimos tuve un par de enganchones y me meti en sus redes sociales para, poco menos, que llamarles sinvergüenzas. Al final conseguí lo que quería, que era que no me copiaran, pero ellos siguen haciéndolo con otras webs y blogs, ponen un enlace generico al final de la entrada y con eso se lavan las manos. Saludos.
Hola, David
El caso que he comentado en mi artículo es exactamente ese: el de una supuesta web puntera (los blogs pequeños aunque me plagian contenido, no me importa, allá ellos con su conciencia), pero el caso de la web que comento me molestó mucho, de entrada porque tienen a cien o doscientos colaboradores escribiendo gratis para ellos, además tienen publicidad y venden productos… ¿Qué necesidad tienen de plagiar el contenido a los demás de esa forma? Y sí, ellos se lavan las manos con un simple enlace al final y listo. Yo no quise meterme en guerras, porque al final tampoco se consigue nada… pero bueno. Estas cosas molestan mucho.
Un saludo, David, gracias por tu comentario.
Saludos, Don Jaume. Un artículo impecable el tuyo. Porque es tuyo, ¿verdad? Me refiero a que lo has escrito tú. No vaya a ser que lo hayas copiado por ahí y te estés echando el moco aquí entre nosotros. Mira que Google lo carga el diablo, ¿eh? 😛 Es broma.
Totalmente de acuerdo con tu análisis. La formación literaria de las nuevas generaciones es francamente preocupante. Y me temo que la cosa irá a peor. De hecho, no tardaremos en ver novelas escritas en el lenguaje propio de los tweets o los muros de facebook del personal; cosas del tipo: "John le dijo a Luise tq, y ella respondió: yo tb tq".
Pero eso sólo será el principio del fin. Con el tiempo la cosa acabará degenerando en una serie de emoticonos que acabarán sustituyendo a las palabras. ¡Con lo bonito que es el lenguaje escrito! ¿O sólo a mí me lo parece?
En cuando a lo de robar el trabajo intelectual ajeno, no sólo es un hecho reprobable e indigno sino que es tristísimo. Y digo lo de triste porque a este paso acabaremos mendigando que nos pirateen nuestro trabajo con tal de conseguir que nos lean. Es cierto que la red ha democratizado el tema del acceso a la cultura, y que incluso ha hecho posible que muchos escritores noveles podamos ver al fin realizado nuestro sueño de publicar gracias a las muchas plataformas de autoedición actualmente disponibles. Sin embargo, ¿de qué te vale publicar ese libro que has tardado meses o años en escribir y editar si a las pocas horas de ponerlo a la venta ya está disponible de forma ilegal y sin que tú veas un céntimo por ello?
Viendo el caso de nuestra común amiga y compañera Ana, son muchas las preguntas que me asaltan. ¿Sigue mereciendo la pena el esfuerzo de publicar? ¿es posible hacer ver al que roba que lo que está haciendo no sólo está mal sino que, con su actitud, está matando la cultura? ¿aún estamos a tiempo de revertir la situación? ¿hay hueco para la esperanza en un mundo cada vez más tecnificado y despersonalizado?
Me gustaría pensar que sí, que aún es posible soñar con un futuro en el que los creadores podamos vivir de nuestras creaciones; porque lo contrario sería renunciar a nuestros sueños y vivir una vida gris y sin sentido, una especie de muerte en vida.
Un abrazo, Jaume. Let's swim to the moon. 🙂
Hola, Pedro!
Te vas a reír (o no, porque no es de risa), pero yo ya he corregido un par de relatos con esos "tq" y "X" y "xq". No me lo podía creer, pero lo estaba viendo así que tuve que acabar por creérmelo.
Lo del robo es muy complejo de explicar, y creo, que imposible de hacer entender. Hay una gran parte de la población que no lo entiende y otra gran parte que consume a diario este tipo de material, así que, al final, estamos en lo de siempre. Publicas algo, has invertido mucho tiempo, esfuerzo y, a veces, pasta y de repente… ¡Nada por aquí, nada por allá! ¿Dónde está mi novelita? Pues rodando por los foros… Al final sucede algo horrible, parecido a la risa de Kauffman al final de Man on the Moon cuando le pilla el truco al indio, sabías que te iban a plagiar, pero tenías la esperanza de que no fuera así, ¿no? 😉
Gracias por el comentario, Pedro, un fuerte saludo.