Eso que te llevas no eres tú. Mis huellas te delatan.
Mar Beres
Robar, hurtar, sustraer, limpiar, desvalijar, quitar, sisar, afanar, apañar, birlar, levantar, distraer. Sinónimos para un solo concepto: la apropiación indebida. La necesidad, la envidia, la avaricia y el ansia de acumular poder son solo algunos de los motivos que impulsan al ser humano a un acto que siempre relacionamos con un bien físico, material. Algo que podemos tocar, disfrutar, a lo que se le presupone cierto valor y que por arte de birlibirloque y cierta pericia técnica, cambia de bolsillo o caja fuerte, para después, ser puesto en venta como mercancía de dudoso origen, siempre valiosa.
¿Pero qué sucede cuando el bien sustraído no posee corporeidad? ¿Qué ocurre cuando el objeto robado no se puede guardar en un estante, colgar en una pared o llevar en el bolso? ¿Qué pasa cuando se descarga una obra de arte para extraer beneficio de ella, vulnerando así los derechos de su autor? Seguramente, estaremos todos de acuerdo en que llevarse un cuadro, un sobre de jamón, un libro o unos pantalones sin haber pagado por ellos, constituye delito de robo, independientemente del motivo que empuje al sujeto o sujetos en cuestión a realizar tal acto —consideración que bien merece un artículo aparte, pues en el mundo virtual, la sustracción no se produce motivada por una necesidad imperiosa de sobrevivir, al contrario que en la vida real.
Quién es la verdadera víctima del robo
Pero si lo extrapolamos a las redes, a Internet, y sustituimos cualquiera de estos objetos cotidianos por una pintura, una fotografía o un libro digital, ¿estaríamos todos de acuerdo en calificarlo como robo, como delito? Posiblemente no. Posiblemente, argumentaríamos, matizaríamos, presentaríamos pros y contras, diríamos que el tema cultural, gravado con un IVA monstruoso, da pie a ello. No nos engañemos. No olvidemos que el gran perjudicado en todo este tema es el autor, quien a cambio de su esfuerzo y creatividad, recibe una retribución directamente proporcional al puesto que ocupa en la pirámide de agentes que participan en la distribución de su obra: el autor es el último en el escalafón. Dicho de otra forma: es el que menos cobra. Y siendo el que menos cobra, es además, el mayor perjudicado cuando su trabajo cae en manos de piratas informáticos.
El hecho de que la irrupción del mundo virtual en la cotidianidad del usuario se produzca de manera simultánea a sus actividades y adquiera esa vocación de cercanía, de accesibilidad, no significa que todo sea gratis o de libre disfrute, aun a pesar del vacío legal existente, aun a pesar de que a sus promotores les haya interesado que lo veamos de esa manera. Internet es un escaparate para aquellos que no pueden editar un libro o sufragarse una exposición. Internet es un espacio infinito donde el autor puede promocionar su trabajo y vender. Porque el artista, como dije una vez, también come, también se esfuerza y deja un gran trabajo, latente en cada obra que expone libremente en la red. Para que venga un desaprensivo, lo descargue y lo ponga en venta sin, por supuesto, notificárselo, lo cual, como sabemos, no sucederá nunca, porque se trata sencillamente, de un robo.
Publicas tu Ebook y al día siguiente alguien lo descarga y pone en venta. @txaro_cardenas Share on X«¿Pero por qué yo? Si no soy famosa…» Esta fue la primera reacción de nuestra redactora Ana Bolox cuando recibió una alerta de Google informando de que cierto web, que no vamos a nombrar aquí, estaba ofreciendo la descarga gratuita de su novela Carter&West. Su primera novela, a la venta en Amazon por 0,99 €.
Efectivamente, Ana no es famosa. No es superventas, no es rica. Es una trabajadora de las letras, profesora de profesión y vocación. Carter&West es su primera obra editada. Con ella no pretende alcanzar el nº1 en ningún ranking. Solo desea darse a conocer y empezar a labrarse una carrera. Con esfuerzo y trabajo diario. Y con mucha, mucha dedicación.
Pero esto, parece ser, no les importa a los piratas informáticos. Ellos rastrean, descargan y regalan, a cambio de vaya usted a saber qué contrapartida. En su código moral no figura la palabra «respeto», ni experimentan el mínimo rubor… Allá ellos. Nosotros ya hemos tomado las medidas pertinentes.
Contra los piratas informáticos: denunciad las páginas de descarga gratuita @txaro_cardenas Share on XNos gustaría aconsejar a todos los usuarios que nos leéis. Cuando vayáis a dar vuestro «me gusta» en una página de descarga gratuita de libros, recordad lo que aquí os hemos contado y cerradla automáticamente. No se merecen ni un segundo de nuestro tiempo y atención, porque ellos lo traducen en dividendos a costa de terceros.
Ante el robo en Internet, ¡denuncia!
El texto que recogemos al final de este artículo, es la transcripción de la respuesta que Ana Bolox escribió el 31-05-15 en el web de descargas gratuitas cuyo nombre no vamos a desvelar públicamente. A los piratas, ni agua.
«Buenos días y feliz domingo a todos.
Muchas gracias, renaultmaxi, por tomarte la libertad de ofrecer gratuitamente un trabajo que no es tuyo. Es muy considerado por tu parte.
El libro se vende en Amazon a 0,99€, un precio elevadísimo que casi nadie puede pagar, y también puede leerse a través de Kindle Unlimited, lo cual supone un impedimento insalvable para su adquisición. Por ello es loable la labor que llevas a cabo en bien de los lectores.
Mientras tanto, a mí, que es a quien ha costado esfuerzo y tiempo, mucho esfuerzo, mucho tiempo y dinero, sí, también dinero, no solo me dificultas que sume 0,29€ por cada libro vendido (y hay que vender muchos para sumar 600€, que es lo que me costó publicar el libro, a base de 0,29 + 0,29 +…), sino que acabas de matar mi ilusión y mi sueño de poder, algún día, vivir de mi trabajo literario.
Estimado lector, si es que te bajas esta versión gratuita que ofrece alguien a quien nada le ha costado, te pido que compres el libro. Si tu economía no te permite hacerlo, puedes leerlo sin remunerarme por ello, tienes mi bendición. Pero si no es así, si puedes permitirte gastar 0,99€ en un libro, te pido que lo hagas. No ya por los 0,29€ que me reportará tu compra, sino porque será una venta más, me ayudarás a subir en los rankings de Amazon y empujarás con ello mi carrera. Si, además, lo puntúas y dejas un comentario, estarás ayudándome a que pueda ganarme la vida, Porque yo también tengo derecho a ello, ¿no crees? (link)
Muchas gracias por tu apoyo y comprensión.
Ana Bolox»
Así están las cosas.
Tú que nos lees, ¿qué opinas?
Artículo de Txaro Cárdenas
Fotografías de Javier A. Bedrina.
Anna Bolox es escritora, profesora de construcción literaria y redactora en MoonMagazine.info.
Otros artículos del monográfico:
Mi marido Oskar Benegas ha escrito dos novelas que hemos publicado entre los dos, se pueden comprar en Amazon por 2,99€ un precio bastante asequible. Y sin embargo sé que están las dos pirateadas, las he encontrado en paginas de descargas en las que es imposible llegar a contactar con nadie para solicitar su retirada.
Cuando no te tienes que volver loca para presentar un documento que consideren válido para demostrar que la novela en cuestión es tuya realmente.
Da rabia , el trabajo de años lucra a otros y lo que comenta Ana te impide mejorar los rankings, con lo que vendes menos….etc.
Una pena. Yo he optado por denunciar en Google todo este tipo de webs que localizo os dejo aquí cómo. http://doygestion.com/gestion-de-contenidos/como-retirar-de-google-si-infringe-derechos-de-autor.
Espero que algún día aprendamos a valorar y respetar el trabajo ajeno.
Te dejo esta dirección que también es interesante: http://www.redescritoresespa.com/default.htm
Mañana publicaremos el segundo artículo, gracias por venir y adelante, Ainhoa, aurrera.
Es mucho el esfuerzo que supone escribir un libro, muchas horas de trabajo, y publicar es algo que nos cuesta dinero a los autores noveles. Y, a veces, se recupera lo invertido, o no se recupera. Pero merece la pena publicar para compartir con el lector parte de ti misma, de tu alma, de tu espíritu, de tu actitud ante la vida, de tu compromiso ante el mundo, y sobre todo, porque haces realidad un sueño.
Desde este punto de vista tengo tanta admiración por la obra de cualquier autor, que, por coherencia personal, no pirateo, no compro ninguna copia, no me bajo libros que estén a la venta en librerías, ni películas ni series, porque son parte del autor que las hizo posible, y porque lo poco o mucho que le renten le pertenecen a el… Respetemos el arte respetando al artista.
Cuando llevaba la página de Artistas-Creadores de MoonMagazine, tuve que lidiar con muchas páginas que descargaban los trabajos de los autores de la misma, siempre me las encontraba navegando, no sé si era casualidad o causalidad, pero hubo una época en que me topaba con ellas y les exigía que borraran el post. No lo hacían porque esos posts tenían miles de visitas, mientras que los de mi página si llegaban a treinta, podíamos darnos por satisfechos. Así de feo e injusto es, falta de ética e intereses… Nosotros no promocionábamos la página, ellos sí y para colmo, utilizaban fotografías y textos "de Google", como si Google fuera un banco de imágenes. Recuerdo un fotopoema de Elvira Vicente Bernabéu, recortado, sin firma y con millones de visitas. Vergonzoso.
Me acabo de comprar el libro en amazon y las primeras páginas ya me han enganchado,me está gustando mucho,o sea que me voy a la cama a leerlo con tranquilidad.
Me alegro de que te guste, a Ana le hará mucha ilusión después de este disgusto. Muchas gracias y ya sabes, esta es tu casa lunar.
Tras leer tu artículo, Txaro, poco más se puede añadir. Robar está mal. Siempre. Pero robar y encima lucrarse con ello, es aún más reprobable si cabe. Sobre todo cuando se trata de algo cuya adquisición por la vía legal apenas supone el precio de una taza de café en un establecimiento cualquiera. Hay que ser muy miserable para robar algo que cuesta 99 céntimos y encima lucrarse con ello.
Supongo que podríamos apelar a los principios de ética y moralidad del personal para corregir este mal endémico. Sin embargo, mucho me temo que eso sería casi tan poco productivo como predicar en el desierto. Y es que en el mundo de hoy en día en el que quienes más deben dar ejemplo de rectitud moral hacen alarde justamente de lo contrario, haciendo toda una exhibición de cinismo e inmoralidad, poco se puede esperar. Aún así no me resisto a confiar en que poco a poco la gente vaya tomando conciencia de que robar arte mata la creatividad.
Confiemos en que las nuevas generaciones, a través de la educación, consigan entender que en esta vida no todo vale para conseguir aquello que se desea.
Gran artículo, Txaro. Te felicito.
Un abrazo a tod@s.
Tú lo has dicho "robar arte mata la creatividad". Esa labor de enseñanza deberíamos ejercerla todos los que trabajamos en las redes: aconsejar, divulgar, formar. Gracias por tus opiniones, Pedro.