Rock sureño o southern rock fue una etiqueta de género musical que apareció tres o cuatro años más tarde que el propio género en sí. Con dicha etiqueta se quiso englobar a una serie de músicos que profundizaban en las raíces musicales de los Estados Unidos y que, por razones geográficas (añadiendo tintes identificativos), se enmarcó en los estados de la antigua Confederación de la Guerra Civil Norteamericana. Es uno de tantos ejemplos de cómo algunas ideologías sociales se adueñaron, con el visto bueno o no, de los propios músicos de ciertos estilos.
Las bandas más representativas del #rocksureño en esta primera entrega de El club tortuga, la sección musical de Pep Alie Otto. No te pierdas las #playlist de @YouTube y @Spotify. Share on XDurante la «explosión» musical de finales de la década de los ‘60 y de las diferentes mezclas de estilos musicales y las nuevas tecnologías, tanto en instrumentos como en sistemas de grabación hubo quienes decidieron reivindicar, de una manera más o menos pura, los diferentes estilos característicos de la música norteamericana: blues, country y rock and roll, básicamente. El ejemplo más claro y conocido lo tenemos en los Creedence Clearwater Revival, que rechazaban incluir las nuevas tecnologías y, sobre todo, la mezcla de géneros. A su estilo se le denominó swamp rock (un día hablaremos de la obsesión de la industria discográfica en etiquetar cualquier tipo de producto), debido a que este estaba influenciado por los diferentes sonidos de las zonas pantanosas de Louisiana y Mississippi… a pesar de que los Creedence eran originarios de California.
En sus álbumes encontramos temas puramente country, blues y rock, y muy poca aportación instrumental ajena a estos estilos.
Nace Allman Brothers Band: rock sureño y melenas hippies
En 1969, los hermanos Walden, Phil y Allan, que se habían elaborado un enorme prestigio en la industria musical al haber representado a figuras sureñas del soul —Otis Redding, Percy Sledge o Sam & Dave, por poner algunos ejemplos—, se asociaron con un directivo de la Atlantic Records, Frank Fenter —el responsable del fichaje de Led Zeppelin por la Atlantic—, para crear un nuevo sello discográfico en la ciudad de Macon (Georgia). Los hermanos Walden eran originarios de esa ciudad, y Fenter, aunque nacido en Sudáfrica, también se crió allí.
Decidieron enmarcar en el nuevo sello a músicos que interpretaran estilos con raíces sureñas. Así nacía la Capricorn Records.
El fichaje más emblemático del nuevo sello fue una banda originaria de Jacksonville (Florida) llamada Allman Brothers Band, cuyo debut discográfico se produjo en 1969 con su álbum epónimo.
El grupo se había trasladado de Jacksonville a Macon. Su música, si bien era muy valorada por los oyentes locales, con dosis muy importantes de blues y country, su aspecto, en cambio, no fue bien recibido por el público de Georgia, muy conservador a los valores WASP —blancos, anglosajones y protestantes—, al exhibir melenas hippies y, sobre todo, al tener un miembro afroamericano, uno de los dos baterías, Jai Johanny Johanson, algo que en esos círculos sureños no era nada aceptado.
Tal vez sea por ello que los Allman Brothers Band, a pesar de ofrecer un estilo musical muy «sureño», jamás lideraron el estandarte de los que se conocería más tarde como southern rock.
Allman Brothers Band presentaban una formación muy innovadora: de entrada fue la primera banda en incorporar a dos baterías —el antes mencionado J.J. Johanson, y Butch Trucks—, y liderada por dos magistrales guitarras, Dicky Betts y el genial Duanne Allman, que a veces se ampliaba a un tercer guitarra, Gregg Allman —que usualmente se encargaba de los teclados—. Cerraba el grupo el bajista Berry Oakley.
A su debut discográfico, con un gran éxito de ventas, le siguió Idlewild South (1970) y un fantástico álbum doble en vivo At Fillmore East.
La marca del grupo era su estilo cadencioso, con sus desgarrados slides de guitarra y sus temas que abordaban paisajes y figuras del Sur Profundo. Incluso sus versiones de clásicos del blues (Hoochie Coochie Man o Stormy Monday Blues) adquirían un cuerpo especial, un tanto alejado de las versiones originales de Muddy Waters o T.Bone Walker, o de cualquier banda o músico que, aunque fuera blanco, imitase las raíces afroamericanas, ya fuera Johnny Winter o Eric Clapton.
Los Allman Brothers Band eran las estrellas de la Capricorn Records y las figuras más representativas de ese «nuevo Rock» nacido en el Sur Profundo. La única pega para el público que demandaba este estilo fue la poca representatividad, como ya he comentado antes, del grupo con la esencia sureña. Aparte de contar con un miembro afroamericano, Duanne Allman colaboraba frecuentemente con músicos «forasteros» —y ya sabemos lo que conlleva la palabra «forastero» en ambientes tan cerrados como el Sur de los Estados Unidos—, puesto que había trabajado con gente como Eric Clapton (inglés) y, lo más grave, artistas afroamericanos como Wilson Pickett, Aretha Franklin o King Curtis.
Definitivamente, los Allman Brothers no representaban la «personalidad» sureña.
Lynyrd Skynyrd o el espíritu sureño
Ese mismo año, el grupo sufrió una tragedia que muchos pensaron sería el fin de la banda. El 29 de octubre de 1971, Duanne Allman fallece tras un accidente, al estrellarse con su Harley Davidson en las calles de Macon. Su siguiente álbum, Eat a peach, publicado en 1972, aun contaba con la participación de Duanne, pero se auguraban malos presagios para la continuidad de la banda.
Fue entonces, en 1972, cuando el neoyorkino Allan Peter Kuperschmidt, más conocido como Al Kooper, que había participado con Bob Dylan en 1965, en la «transformación» de este al Folk «electrificado», había creado bandas como Blues Project o Blood, Sweat & Tears, y había participado en un álbum, Super Session (1968) junto con Stephen Stills y Mike Bloomfield, decidió crear un sello discográfico con el propósito de recoger las esencias sureñas, y competir con la Capricorn.
Kooper fundó Sounds of the South, sello independiente englobado en la discográfica MCA (Music Corporation of America), fundada en 1972.
Para ello, Kooper descubrió a una banda de Jacksonville llamada Lynyrd Skynyrd. Esta banda merece un artículo aparte —que es mi intención presentar próximamente.
Lynyrd Skynyrd presentaba una formación rompedora: una voz carismática, Ronnie Van Zant, y tres guitarras solistas —sí, nada menos que tres—, Allen Collins, Gary Rossington y Edward King. El grupo se completaba con bajo (Leon Wilkinson), piano (Billy Powell) y batería (Bobby Burns).
Los Skynyrd ya eran otra cosa. A su sonido, muy sureño, con textos muy enmarcados en las tradiciones sureñas, con una mezcla de country y rock, con algunas pinceladas de blues, se complementaba el hecho de que sus miembros sí formaban parte de esa cultura sureña.
Debutaban en 1973 con su álbum Pronounced Leh-nerd Skin-nerd, en el que su música parecía alejarse a extremos opuestos de lo más característico de la primera mitad de los ‘70: el mestizaje musical, el rock progresivo y las innovaciones sonoras. Ellos representaban la pureza de la música tradicional, con instrumentos eléctricos obviamente, pero con ese sabor a barbacoa, fiesta cervecera y puestas de sol en el porche de un rancho en la pradera.
#LynyrdSkynird representaban la pureza de la música tradicional, con instrumentos eléctricos obviamente, pero con ese sabor a barbacoa, fiesta cervecera y puestas de sol en el porche de un rancho en la pradera. Share on XLos músicos, todos ellos blancos, habían adquirido una cierta fama de «folloneros» y, a pesar de llevar el pelo «tal vez demasiado largo», estaban lejos de toda sospecha de «hippismo».
Fue en su segundo álbum, Second helping (1974), y gracias a su tema más popular, «Sweet home Alabama», donde recibieron ya el calificativo de abanderados del rock sureño. La canción en sí era una rabieta de sus autores (King, Rossington y Van Zant) a un par de canciones de Neil Young («Southern man» y «Alabama») en las que el autor canadiense criticaba ciertas tradiciones sureñas: la quema de crucifijos por parte de encapuchados blancos, el trato (o no trato) a la población afroamericana, y sobre todo, el conservadurismo xenófobo sureño. Los Skynyrd, medio en broma (y medio en serio) compusieron el tema como acto de desagravio (incluso citando en el texto al propio Neil Young), y se produjo la reivindicación sureña por todo el Dixieland (conjunto de los antiguos estados Confederados).
A ello se les unió la exhibición en los conciertos, cuando interpretaban esta canción, de la bandera confederada y la ejecución de algunos compases del «I wish I was in Dixie», el que fuera el himno de la Confederación.
Ahora sí, el rock sureño había hecho su puesta de largo.
Una banda marcada por la tragedia
Por su parte, en 1973, los Allman Brothers no hicieron caso de los negros presagios y resurgieron con el álbum Brothers and Sisters demostrando que, a pesar de la sensible baja de Duanne Allman, el grupo estaba en plena forma…, pero volvió la tragedia a la banda.
Poco antes de publicar el álbum, el bajista Berry Oakley fallece del mismo modo que Duanne Allman: se estrella con su Harley Davidson… y a 150 metros del mismo punto en el que se estrelló la Harley de Duanne.
Este golpe fue más duro ya que, a partir de entonces, los Allman Brothers irían perdiendo presencia, agravada por la marcha de Dickey Betts, que en 1975 formó su propia banda, la Dickey Betts’s Great Southern. Desde entonces, y bajo el liderazgo de Gregg Allman, la banda ha sobrevivido con continuos cambios de formación: Warren Heynes o Derek Trucks (hijo del batería Butch Trucks), por citar los más conocidos.
Otras bandas de rock sureño
Pero, «a rey muerto (con todos los respetos) rey puesto». La Capricorn ficha en 1973 a una nueva banda, la Marshall Tucker Band.
Originarios de Carolina del Sur, el grupo lo forman los hermanos Caldwell (Toy y Tommy), y su música, al principio, estaba enmarcada dentro de country rock. A su formación característica de su género (bajo, guitarras y batería), el grupo presentaba la innovación de un músico, Jerry Eubanks, de instrumentos inusuales en este estilo: flauta travesera y saxo. No obstante, su sabor sureño era inconfundible, presentando temas muy elaborados y, algunos de ellos, muy extensos. Dominaba, en clave de country, una progresión de compases y una cierta complejidad instrumental. A nadie se le ocurrió, pero puestos a crear etiquetas de géneros, yo le hubiera llamado country progresivo. No obstante, sus textos no estaban nada alejados de ese sabor sureño lleno de tradición, viejas costumbres y paisajes extensos de las praderas de medio oeste. Sus notas rezuman aromas sureños en un tiempo que pasa lentamente, presto a ser saboreado con calma.
A todo esto, nuevas bandas se van abriendo paso en este género, aunque con ciertos matices que las diferencian:
La Capitol Records lanza al grupo Charlie Daniels Band, la banda del violinista Charlie Daniels, de Carolina del Norte, muy afín a los Lynyrd Skynyrd —ha colaborado con ellos en muchas ocasiones—, pero con una base musical mucho más country. Daniels añadió a su estilo un marcado acento boogie woogie que a pesar de ser originario de la comunidad afroamericana, en los ‘50 muchos grupos de country se adueñaron de él.
Al igual que los Skynyrd —y contrariamente a los Marshal Tucker—, Daniels también se significó ideológicamente con las tradiciones sureñas —incluso fue miembro de honor de la Sociedad Nacional del Rifle—. No obstante, los textos de Charlie Daniels básicamente hacen alusión a leyendas típicas del Sur, o ensalzar los parajes de la región e, incluso en alguna ocasión, a los estragos de la Guerra del Vietnam.
Su estilo, contrariamente a la Marshall Tucker, es más fiestero, más de reuniones de cowboys en barbacoas y rodeos, ante una enorme fogata, ofreciendo una alegre banda sonora típica del Far West.
ZZ Top
Más al oeste, concretamente en Texas en 1970, aparece una curiosa banda llamada ZZ Top. La forman tres músicos: Bill Gibbons (guitarra), Dusty Hill (bajo) y Frank Beard (batería)… los mismos miembros con los que cuenta en la actualidad, medio siglo después.
La Pequeña Vieja Banda de Texas, que es como se les conoce, comenzaron un poco al estilo de los Creedence Clearwater Revival, con blues, country y rock and roll, sin mezclarlo.
La diferencia fue el carácter reivindicativo cultural de Texas. En vez de exhibir banderas confederadas —Texas formaba parte de la Confederación—, ZZ Top hacía gala de la bandera de la Estrella Solitaria, y reivindicaba raíces hispanas, propias de los territorios suroccidentales fronterizos con Mexico. Sus álbumes en la década de los ‘70, Rio Grande mud (1972), Tres hombres (1973), Fandango (1975), Tejas (1976), Degüello (1979) y El loco (1981), tal vez sean los más representativos. No hablan en sus textos de temas políticos y su reivindicación tejana está carente de cualquier significado nacional, basándose en lo puramente cultural.
La Pequeña Vieja Banda de Texas, ZZ Top. No hablan en sus textos de temas políticos y su reivindicación tejana está carente de cualquier significado nacional, basándose en lo puramente cultural. Share on XMuchos no enmarcaron a ZZ Top dentro del rock sureño, no obstante, su estilo está perfectamente definido en él.
Por supuesto que hubo muchos grupos más —citaría a los grandes Little Feat de Lowell George—, pero es que esto se haría muy extenso. Como también cabría añadir a grupos que, sin estar enmarcados en el rock sureño, alguno de sus álbumes sí fueron de total esencia sureña, como los Doobie Brothers e, incluso, los Eagles.
En la década de los ‘80, con los nuevos aires que soplaban en el panorama musical, el rock sureño prácticamente desapareció.
Los Lynyrd Skynyrd abandonaron los escenarios en 1977, tras el trágico accidente aéreo en el que fallecieron Ronnie Van Zant y el nuevo guitarrista Steve Gaines. Los supervivientes formaron en 1980 la Allen Rossington Band, aunque de muy escaso relieve. En 1987, volvió a reunirse Lynyrd Skynyrd —con Johnny Van Zant, hermano de Ronnie, a la voz—, para un concierto homenaje, y volvieron al mercado en 1991, hasta hoy en día.
La Marshall Tucker Band y la Charlie Daniels Band siguieron, aunque lejos del esplendor de los ‘70, y enmarcados en el más genérico estilo country rock.
Los ZZ Top, como dije, no fueron oficialmente englobados en el rock sureño, y también su estilo cambió en los ‘80 a uno más cercano al pop rock.
No obstante, en la década de los ‘90, parece que hubo un intento de resurgimiento del rock sureño con la vuelta, ya antes comentada, de Lynyrd Skynyrd y con grupos nuevos como The Black Crowes, Georgia Satellites o Kings of Leon…
… pero eso ya es otra historia que debería comentarse en otra ocasión.
La playlist de Pep Allie Otto
Aquí os paso una breve recomendación de algunos álbumes para que pongáis banda sonora a todo esto:
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Idlewild South (1970) Allman Brothers Band
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At Fillmore East (1971) Allman Brothers Band
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Sailing shoes (1972) Little Feat
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Brothers and sisters (1973) Allman Brothers Band
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Pronounced Leh-nerd Skin-nerd (1973) Lynyrd Skynyrd
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Tres hombres (1973) ZZ Top
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Dixie Chicken (1973) Little Feat
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The Captain and me (1973) Doobie Brothers
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The Marshall Tucker Band (1973) Marshall Tucker Band
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Second helping (1974) Lynyrd Skynyrd
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Fire on the mountain (1974) Charlie Daniels Band
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Searching for a rainbow (1975) Marshall Tucker Band
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Fandango (1975) ZZ Top
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High lonesome (1976) Charlie Daniels Band
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A Rock and Roll alternative (1976) Atlanta Rhythm Section
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Carolina dreams (1977) Marshall Tucker Band
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Million mile reflections (1979) Charlie Daniels Band
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The Southern Harmony and Musical Companion (1992) The Black Crowes
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The last rebel (1993) Lynyrd Skynyrd
No están todos los que son, pero son todos los que están.
Y si preferís, podéis escuchar esta lista de Spotify que he confeccionado:
PLAYLIST EN SPOTIFY
Un artículo de Pep Alie Otto
Portada: David de la Torre
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