Seis personajes y un cantante, de Amalia Álvarez San Pedro

Seis personajes y un cantante es el nuevo libro de relatos de la fotógrafa Amalia Hoya, que firma con el seudónimo de Amalia Álvarez San Pedro.

Nacida en Béjar (Salamanca), Amalia Hoya reside en Madrid desde 1975. Filóloga de formación, es autora del libro La sombra y otros relatos. Colabora en antologías y revistas como Inspiraciones Nocturnas II, Almiar, o MoonMagazine donde ha publicado artículos de crítica fotográfica. También ha participado en el I Concurso Luna Literaria con su relato «Vacaciones en el paraíso», que en breve será publicado en la antología de este sello editorial.

Seis personajes y un cantante se presentó el pasado 28 de septiembre en la Librería Gaztambide de Madrid. Sobre él, nos habla Fernando Santabarbara.

Seis personajes y un cantante, de Amalia Álvarez San Pedro. Cuando la niñez se tiñe de tornasoles

Algunos sostienen —en la propia presentación se hizo alusión a ello— que cuando un libro ha cautivado te quedas meditando sobre lo leído durante un buen rato. Y que cuanto más prolongado sea ese tiempo más te ha gustado. Es como si te resistieras a dejar de paladearlo y clausurar tu implicación con los lances que a los actores les haya podido acontecer. Pues bien, con Seis personajes y un cantante, libro cuya presentación se llevó a cabo hace unos días y me leí casi a continuación, me ocurrió ese fenómeno hasta en siete ocasiones, una por relato.

Tuve la impresión que detrás de cada uno de estos relatos había una novela, una historia triste, amarga, alborozada o divertida, pero todas hermosas y por florecer. O, como le insinué a la autora; una historia que imbrique a los siete personajes; la historia de la narradora de edad temprana. Su infancia, probablemente.

Abre el libro con el cantante, al contrario que de lo que el título pudiera hacer pensar, y la autora empieza contándonos las razones por las que su padre abandonó la fe; por algo tan mundano como un versículo de Isaías en el que el Apóstol ordena mezclar el vino y el agua, una barbaridad que algunos siguen poniendo en práctica sin sentirse culpables. Pero al menos le sirve a la autora para adentrarse en el mundo misterioso de los templos y los santuarios, donde los miedos, la feligresía y los recelos se entremezclan con otro descubrimiento: la música entonada por voces que resuenan seráficas en la acústica perfecta.

Una de las fotografías que ilustran el libro Seis personajes y un cantante de Amalia Álvarez San Pedro (Amalia Hoya), en este caso, un fotomontaje realizado por la autora

A continuación nos va paseando, uno por uno, por los seis personajes, todos ellos llenos de detalles; desde Cibrián, el practicante de la familia, un borrachín de verbo fácil y convicciones firmes que cautivaba a la narradora mientras hacia sus preparativos a la antigua usanza, es decir, hirviendo las agujas; Serafina, la hortelana que suministraba de verduras a la familia y que bien podría ser la bruja de Hansel y Gretel; Manuel, el típico crío dócil y embelesado a expensas del vasallaje al que le sometía una de esas madres que las horroriza que sus hijos crezcan, y que al final encuentra en la muerte de su progenitora un hueco en el mundo; Zoe, palpable muestra de que la dignidad es más que posible desde la menesterosidad; Minos, un enamorado de la fotografía rudimentaria de la época cuyo relato esconde una sorpresa no revelada (y desvelada) hasta los últimos párrafos; y Rosa, la panadera primorosa, generosa, ardorosa, sabrosa y amorosa, cinco cualidades que la convierten en el cierre perfecto del libro.

Ágil de leer, cómodo de congelar hasta la siguiente lectura —no hace falta ni recurrir al marcapáginas—, fácil de cogerlo en cualquier momento, aunque solo sean unos minutos, asequible de repasarlo cuantas veces se desee y sea necesario y delicioso de gozar con cada héroe o heroína que la autora nos obsequia generosamente.

Pero, sobre todo, y esa es su gran arma, con la oportunidad que se nos ofrece a los lectores para seguir fabulando.

Seis personajes y un cantante

Reseña de Fernando Santabarbara