La noticia del reciente fallecimiento de Stan Lee marca el fin de una etapa en el desarrollo de la cultura popular contemporánea. Ha acontecido poco tiempo después de la partida de otro gran artista de los cómics, Steve Ditko, con quien creó una serie de personas inolvidables. Estos dos genios, junto con Jack Kirby, han sido los grandes artífices de una transformación de la narrativa heroica. A partir de las páginas de sus cómics se ha engendrado toda una narrativa posmoderna de lo cósmico. La síntesis de una auténtica piedra filosofal de los superhéroes como arquetipos del heroísmo en una sociedad tecnológica. Porque a diferencia de las aportaciones de otros autores, supieron desarrollar un concepto novedoso desde el punto de vista estético: la del superhéroe con problemas cotidianos. Infinitas son las lecturas que se pueden extraer de la combinación de la conversión de lo fantástico en una variante heroica de la ciencia ficción con el costumbrismo social.

Stan Lee, El Hombre de Marvel

Para este desarrollo las características de Stan Lieber tanto como guionista como editor fueron determinantes. En los momentos de máximo esplendor de la Edad de Plata de los cómics supo dejar la libertad creativa a sus dibujantes para que desarrollasen algunos de sus ideas estéticas más potentes. No podríamos entender buena parte de los mejores trabajos de Kirby o Ditko sin el concurso del «método Marvel». Aunque la excesiva libertad que aportaba Stan Lee, algunos dirían que despreocupación sobre los detalles, no funcionaba con tanta sinergia con otros grandes dibujantes de Marvel como John Buscema, quien lo pasó bastante mal con las exiguas notas de guion de Lee para la serie sobre Estela Plateada. Pero esta libertad para las mentes más alocadas, los poetas embriagados por lo cósmico, tenía un límite, y a veces el guionista tenía que atar en corto a sus dos grandes dibujantes cascarrabias. Aunque esto terminaría generando los conflictos que tantos ríos de tinta han desplegado en las páginas de los autores del mundo del cómic, también consiguió la obtención de los mejores resultados.

De modo que si tengo que considerar cuál ha sido la gran aportación de Stan Lee al mundo de la Historia del Arte, sin duda afirmo que ser copartícipe de una auténtica revolución estética. La de la plasmación de lo sublime en una viñeta sin olvidar la conexión con la experiencia vital de los lectores. Esto es muy importante, hay que insistir sobre ello. La humanización del héroe es una constante de la narrativa heroica desde el poema de Gilgamesh, pero la forma en que se ha hecho en el moderno cómic de superhéroes es diferente. La propia concepción de lo cósmico tal como se concibe por parte del espectador del arte superheroico tiene mucho que ver con esa conexión con lo cotidiano.

#StanLee fue copartícipe de una auténtica revolución estética: la de la plasmación de lo sublime en una viñeta, sin olvidar la conexión con la experiencia vital de los lectores. Un artículo de @jm_uria. Share on X

El tránsito vital desde el joven Lieber aficionado a la ficción pulp al señor simpático que hacía cameos en las películas más taquilleras del momento, definió un modo de crear y ser creado por la cultura popular. Un proceso dialéctico sin fin, como sin duda será el tránsito de este gran demiurgo de mundos cósmicos y cotidianos. La creación de un nuevo mito, de otro nuevo superhéroe: El Hombre de Marvel. Sí, estoy convencido de que de alguna manera que nosotros, mentes finitas y materialistas, no entendemos bien, Kirby y Ditko pintan las grandilocuencias de la majestuosidad del Hacedor de Todas las Cosas, sin duda lo que hará a su llegada a esos dominios incognoscibles Stan Lee le recordará que tiene que hacer la colada. ¡Excelsior!

 

Adiós al gran demiurgo de mundos cósmicos y cotidianos. Nace un nuevo mito, un nuevo superhéroe: #StanLee, El hombre de Marvel. ¡Excelsior! Artículo de @jm_uria Share on X

 

José Manuel Uría