Testigo de cargo: sobre el libro de Agatha Christie y la película de Billy Wilder
Tercer artículo-reseña de la serie «Novela negra y cine negro», creada exclusivamente para la VII Semana Negra en la Glorieta. Almudena Natalías testifica en el estrado y jura por Billy Wilder en su análisis sobre Testigo de cargo.
Revista MoonMagazine en la VII Semana Negra en la Glorieta
Están Uds. a punto de leer la tercera reseña de la sección «Novela negra y cine negro», creada exclusivamente para la VII Semana Negra en la Glorieta, evento cultural organizado por Javier Alonso García-Pozuelo, director de Cita en la Glorieta, revista online de Historia y Literatura.
El título elegido por nuestra compañera Almudena Natalías forma parte de la historia del cine: Testigo de cargo es un relato de Agatha Christie llevado a la gran pantalla por el gran Billy Wilder, que con su gracia habitual hace doblete en esta sección (lean el artículo de Salva Alemany y descúbranlo).
MoonMagazine es testigo del mejor noir.
Larga vida a la Semana Negra en la Glorieta.
Testigo de cargo: sobre el libro de Agatha Christie y la película de Billy Wilder
Por Almudena Natalías
En 1948 Agatha Christie publica una breve recopilación de relatos que toma el nombre de uno de ellos, «Testigo de cargo».
En este brevísimo relato la autora, con sólo tres personajes, consigue construir una trama compleja que se adentra en la oscuridad de la mente humana.
Un reputado abogado de Londres recibe la visita de un joven, Leonard Vole, acusado de asesinar a una rica anciana, Emily French. Todo parece estar en su contra, más aún cuando su propia mujer testifica en su contra en el juicio.
A partir de este relato, aparentemente sencillo, Billy Wilder (Thank you, Mr. Wilder) hizo su adaptación, con la genialidad que le caracterizaba, en 1957. Una excepcional película con Charles Laughton, Marlene Dietrich y Tyrone Power como protagonistas.
Un plantel inolvidable
La película es infinitamente superior al relato en el que se basa. Los personajes, que quedaban algo desdibujados en la historia de Agatha Christie, ganaron en profundidad gracias a la personalidad de los actores.El peso de la historia lo lleva el abogado encarnado por Charles Laughton, Sir Wilfrid Robards. Su personaje dota a la película de momentos inolvidables gracias a la arrolladora personalidad que sabe darle. Él protagoniza con destreza tanto las secuencias cómicas como las trágicas, y el resto de los actores gira a su alrededor aportando sus matices a la obra. Marlene Dietrich interpreta a una fría mujer con la que el espectador no sabe a qué atenerse. Tyrone Power personifica al altruista joven que es acusado de asesinato; quizás parece algo afectado y bastante histriónico, pero representa perfectamente el papel que se le ha asignado. Wilder añade un personaje que no aparecía en la historia original: el que interpreta Elsa Lanchester (ella y Laughton formaron un matrimonio singular). Elsa es una insufrible enfermera que intenta, sin mucho éxito, evitar los excesos del abogado y que protagoniza los momentos más divertidos de la película.
Después de que los personajes sean presentados, el desarrollo de Testigo de cargo tiene lugar casi totalmente en la sala del juicio. En ella se producen los diálogos más brillantes y las miradas más significativas, una tensión dulcificada por las intervenciones de la enfermera y el mal genio del abogado. El espectador no sabe a qué atenerse. Oscila entre la inocencia y la culpabilidad del acusado hasta que se produce el gran giro final que le deja un regusto extraño pero del todo inolvidable.
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