En estos días en que muchas novelas son la misma, Vais a decir que estoy loco es un hallazgo, porque es algo distinto, algo nuevo, y se disfruta de cada página.
Frank Ascás es el protagonista, pero también es el loco de la escalera, dibujante de cómics. Vive en un caótico piso de Barcelona. En el piso de abajo, una noche asesinan a su amiga Blanca, La Beata, que no es beata, pero es su amiga. En cuanto la Policía empieza a interrogarle, los genes asesinos de Frank se alteran más de lo normal. Comienza una delirante historia en la que Frank nos cuenta su vida, nos explica su locura y en un intento de huir de la policía, investiga sin querer la muerte de Blanca.
#Reseña de Vais a decir que estoy loco, de @AndreuM49: solo con leer el título ya tenemos la promesa de algo grande, distinto, nuevo. Una historia delirante que no os podéis perder. @velasco_maya. @AlrevesEditor. Share on XFrank no es el típico esquizoide con narcolepsia, de hecho, nunca escucha voces. Porque lo que escucha son pedos:
Oía pedos de todo tipo, agudos y graves, con reverberación, explosivos y con cola, o suaves como un cuchicheo amoroso… Estas flatulencias son una demostración de que existe algún tipo de vida después de la muerte.
Vais a decir que estoy loco. Andreu Martín
Pura filosofía. Los personajes que le acompañan en su andadura son un grupo de amigos dibujantes y Ada Maga, la pitonisa que lee las cartas en la televisión, pero que a veces aparece en un bar o en una cornisa. Y claro, sus personajes: Karakulum y Malpa (de Malparido), los Wapamente (que son los malos), las dos tetudas. Y cómo no, en alusión a otra de sus novelas, Andreu Martín nos lleva de visita al Harén del Tibidabo, donde trabaja el propio Lucifer o, como le llama Frank, Freddie Mercury.
La historia que nos cuenta Andreu Martín es divertidísima, es diferente, como su protagonista. Un lenguaje claro y sencillo, lleno de enumeraciones que ayudan a Frank a entender el mundo, o todo lo contrario. Las descripciones que hace Frank de las personas que van cruzándose en su camino son increíbles: un policía se convierte en un estofado con nariz de patata, mientras que su compañera es un caldo insípido de pollo.
Lo más curioso es que en esta novela con asesinato incluido, no es el culpable a quien buscamos, porque en realidad nos da igual, es el proceso de entender si Frank está loco o no, si lo que él ve será la realidad y no las alucinaciones de un enfermo, si las cosas que nos cuenta son al final verdad o no. Definitivamente, lo más importante es que, desde el principio, nuestro personaje nos gusta, le tomamos cariño, estamos de su parte.
Francamente, Vais a decir que estoy loco es una novela que no hay que perderse por todas las razones anteriores.
Frank no es el típico esquizoide que escucha voces. Lo que él escucha son pedos. Hacedme caso, leed Vais a decir que estoy loco, leed a Andreu Martín (@AndreuM49): no os arrepentiréis. @velasco_maya. @AlrevesEditor. Share on XA menudo, las palabras solo sirven para ocultar lo que quieren decir.
Vais a decir que estoy loco. Andreu Martín
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