Veinte películas pasadas de rosca

En arte, siempre se habla entre el enfrentamiento entre lo apolíneo (lo ordenado, lo equilibrado, lo moderado…) y lo dionisíaco (lo caótico, lo excesivo, lo desbordado…) y, hablando del cine y de las películas, no es menos cierto que hay títulos que se decantan por la primera línea y otros que se decantan por la segunda. Pero, incluso dentro de las películas dionisíacas, las hay que llevan hasta el extremo su carácter y aceleran su ritmo o descoyuntan sus tramas o, simplemente, nos muestran personajes imposibles que se deslizan por el delirio y el absurdo. Son películas pasadas de rosca de las que hoy vamos a ver algunos ejemplos (aunque hay muchísimos más). Las hemos agrupado por un criterio temporal porque, según el momento en que han sido filmadas, el delirio también cambia y evoluciona.

Primer bloque (hasta 1945)

Los movimientos acelerados y las tramas que rayan en lo absurdo copan el protagonismo en las películas pasadas de rosca en el primer medio siglo de existencia del séptimo arte.

1.—Siete ocasiones (1925) de Buster Keaton

Buster Keaton fue, probablemente, el primer cineasta que intuyó que el espacio cinematográfico era un espacio diferente al real y que el montaje y los restantes elementos técnicos podían crearlo, inventarlo, manipularlo y someterlo a reglas diferentes al de la física convencional. Por ello, sus películas desbordan de soluciones imaginativas llenas de fantasía que se anticipan en muchos años a innovadores hallazgos fruto de la exploración sistemática de los medios técnicos disponibles. A todo ello, en Siete ocasiones se le une una alocada trama en la que un heredero tiene que buscar esposa en unas pocas horas si quiere conseguir su herencia. La persecución que se inicia en la iglesia y la huida que provoca un alud de rocas son el clímax perfecto para una película típicamente pasada de rosca.

2.—Una noche en la ópera (1935) de Sam Wood

Solo con decir que esta película está protagonizada por los hermanos Marx basta para justificar que esté incluida en la lista de películas pasadas de rosca (totalmente, además). Podríamos haber elegido varias de Groucho, Harpo y Chico pero, probablemente, Una noche en la ópera sea su mejor título y, además, las escenas del contrato y la del camarote forman parte de la memoria visual de cualquier cinéfilo.

3.—La fiera de mi niña (1938) de Howard Hawks

Este título es la referencia inexcusable de la screwball comedy, ese subgénero caracterizado por su ritmo alocado y frenético y sus tramas cercanas al absurdo centradas en la batalla de sexos. En el caso de esta comedia de Hawks, la búsqueda de un hueso de dinosaurio y dos leopardos sueltos serán los puntales de un argumento delirante protagonizado por Cary Grant y Katharine Hepburn.

4.—Arsénico por compasión (1944) de Frank Capra

En plena II Guerra Mundial, Frank Capra dirigió esta comedia también protagonizada por Cary Grant que, en el día de su boda con Priscilla Lane, realiza un descubrimiento sorprendente sobre sus dos tías el cual llevará a dos horas de locura a un ritmo endiablado. Aquí, por estar «pasado de rosca», lo está hasta el típicamente contenido y comedido Cary Grant.

Segundo bloque (1945-1968)

En este segundo bloque, correspondiente a los años posteriores a la II Guerra Mundial, las películas pasadas de rosca conservan muchas de las características del período anterior pero hay dos elementos que, poco a poco, se van abriendo paso: las primeras tentativas de ruptura de las estructuras narrativas tradicionales y la introducción de sutiles elementos críticos.

5.—El botones (1960) de Jerry Lewis

Desde el primer momento, esta película muestra sus intenciones claramente al definirse como una sucesión de secuencias estúpidas sin hilo conductor alguno. Y eso es lo que Jerry Lewis nos ofrece: un delirio continuo de setenta y dos minutos que encajan perfectamente en este listado de películas pasadas de rosca.

6.—Uno, Dos, Tres (1961) de Billy Wilder

James Cagney era, ya de por sí, un actor que rebosaba de ritmo frenético en sus interpretaciones, con lo cual era previsible lo que se podía esperar de su incorporación al reparto de esta alocadísima película cuya trama giraba en torno a la necesidad de convertir en veinticuatro horas a un comunista de Alemania del Este en un ejecutivo con antecedentes aristocráticos. Otra película clarísimamente pasada de rosca…

7.—El mundo está loco, loco, loco (1963) de Stanley Kramer

 Si fuera necesario encontrar una película que demostrara la afirmación del economista austríaco Joseph A. Schumpeter de que el capitalismo iba a morir de éxito, ninguna como este título de Stanley Kramer, con un reparto repleto de estrellas (encabezado por Spencer Tracy y Mickey Rooney),  en que la búsqueda del botín de un antiguo robo a un banco sirve para enhebrar situaciones cada vez más absurdas e hilarantes.

8.—El guateque (1968) de Blake Edwards

Este título sirve de claro enlace entre las películas de este bloque y el siguiente. Porque, por debajo de su trama superficial, en la que el desastroso personaje interpretado por Peter Sellers es capaz de llevar el caos a cualquier tipo de situación, por más tranquila que parezca, late la sensación de cambio que los tiempos estaban experimentado y cómo el orden burgués (representado por la fiesta que constituye el centro de la película) empieza a verse acosado y dinamitado por la contracultura y la nueva mentalidad de las generaciones más jóvenes.

Tercer bloque (1968-1980) 

En estos años, las películas pasadas de rosca empiezan a adquirir un sentido diferente y empiezan a poner en cuestión los convencionalismos, los prejuicios y las ideas aparentemente inamovibles.

9.—Easy Rider (1969) de Dennis Hopper

Si recuerdan el libro clásico de Peter Biskind sobre el Hollywood de estos años cuyo título era Moteros tranquilos, toros salvajes, hay que decir que lo de los «moteros» viene a cuento por esta película realizada por el gran rebelde Dennis Hopper. Un viaje de Los Angeles a Nueva Orleáns emprendido por dos hippies para encontrar la América profunda que, más allá de su carácter cinematográfico, es uno de los grandes ejemplos de la contracultura que tuvo su momento de esplendor a finales de los 60. Posiblemente, el siguiente título de Hopper, The Last Movie, sea una película aún más pasada de rosca que esta. Pero es que no queremos provocar ninguna sobredosis a nuestros lectores…

10.—¿Qué? (1972) de Roman Polanski

Un proyecto absolutamente personal del director polaco que convirtió en una especie de Alicia en el País de las Maravillas al revés porque donde entra la protagonista, Sydne Rome, es en una especie de manicomio donde no existe ni orden ni sentido. Película de difícil interpretación, quizás, como en buena parte de la obra de Polanski, lo que nos quiere decir es que los malos y oscuros sentimientos del ser humano son más poderosos que cualquier atisbo de bondad.

11.—El fantasma de la libertad (1974) de Luis Buñuel

La vena surrealista del maestro de Calanda afloró con especial fuerza en la etapa final de su carrera. En vez de este título, podíamos haber elegido La Vía Láctea, El discreto encanto de la burguesía o Ese oscuro objeto del deseo, películas todas ellas en las que Buñuel se permite grandes libertades estructurales y todo tipo de licencias narrativas. Pero El fantasma de la libertad es, probablemente, la más libérrima de todos al ir uniendo una situación absurda tras otra sin un hilo conductor evidente. Desbordante y deslumbrante, toda una película pasada de rosca pero que nos dejará boquiabiertos con su aparentemente interminable capacidad imaginativa.

12.—La vida de Brian (1979) de Terry Jones

Una película de los Monty Python: ¿cabe decir algo más para defender que esta sea una película pasada de rosca? Título emblemático del grupo cómico británico, la vida de un profeta con una vida paralela a la de Jesús de Nazaret da lugar a todo tipo de situaciones hilarantes pero, probablemente, habría que destacar los gags del Frente Popular de Judea y la canción final sobre  el «lado alegre de la vida».

Cuarto bloque: el delirio en el cine español

El cine español, para no ser menos, también tiene sus ejemplos paradigmáticos de películas pasadas de rosca. Además, son de lo más variadas…

13.—Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980) de Pedro Almodóvar

Opera prima del director manchego y, posiblemente, su película más alocada y descerebrada. A pesar de su carácter primerizo, ya están presentes muchas de las constantes del posterior cine de Almodóvar: su peculiar sentido del humor, la pose melodramática, la inclusión con intención irónica de elementos de la cultura española, su gusto por el kitsch… Imperfecta pero emblemática. Los dibujos de los títulos de crédito iniciales, pintados por Ceesepe, magistrales…

14.—Amanece que no es poco (1989) de José Luis Cuerda 

Toda una larga tradición española del humor del absurdo, que empieza en Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura y sigue en La Codorniz, Álvaro de Laiglesia, Chumy Chúmez, Manolo Summers, Tip y Coll y llega hasta nuestros días con el posthumor y sus derivaciones, encuentra un punto central en este film de culto de José Luis Cuerda con líneas de diálogo hilarantes memorizadas por un nutrido grupo de fans de la película. Por debajo de su imaginativo estilo, late un sutil tono crítico contra muchas de las realidades de la sociedad española.

15.—El día de la bestia (1995) de Álex de la Iglesia

La película que proporcionó el estrellato al director bilbaíno es una perfecta muestra de su estilo: su amor por la serie B, su sentido del humor extremo, sus tramas desbocadas, sus personajes delirantes, la violencia cazurra y desmedida… Tras ver la película, nunca miraremos igual las entonces llamadas Torres KIO en la Plaza de Castilla de Madrid…

16.—Airbag (1997) de Juanma Bajo Ulloa

Seguimos en Euskadi y quien consiguió, esta vez, un gran éxito de público fue el vitoriano Juanma Bajo Ulloa. Habiendo logrado el éxito artístico y de crítica con Alas de mariposa (1991) y La madre muerta (1997), Bajo Ulloa dio un giro radical a su estilo con esta frenética y delirante película de situaciones impactantes y frases emblemáticas de personajes carismáticos como el interpretado por Manuel Manquiña.

Quinto bloque: el delirio en los últimos tiempos

 Y, para terminar, hacemos referencia a cuatro títulos de las dos últimas décadas… Cuatro películas pasadas de rosca, como sus directores.

17.—Algo pasa con Mary (1998) de Bobby y Peter Farrelly

Los hermanos Farrelly lograron su gran éxito con esta película protagonizada por Cameron Diaz, Matt Dillon y Ben Stiller y nunca más volvieron a repetirlo aunque siguieran con su mismo estilo, procaz y sin reparos por lo borde y lo escatológico. Pero si estos directores no alcanzaron la misma cota de popularidad con el resto de sus títulos, sí que abrieron una línea en la cual sigue la comedia americana hasta el día de hoy (y muchos pensamos que lleva ya demasiado tiempo sin cambiar).

18.—Moulin Rouge! (2001) de Baz Luhrmann

La locura absoluta a todos los niveles: en las interpretaciones, en la trama, en el montaje, en el colorido, en sus canciones anacrónicas con la época en que se desarrolla la historia… Delirio visual e imaginativo en su máxima potencia, es una película que se amará u odiará sin que el término medio sea posible.

19.—Grindhouse: Planet Terror (2007) de Robert Rodriguez y Grindhouse: Death Proof (2007) de Quentin Tarantino

En 2007, Quentin Tarantino junto a su colega Robert Rodriguez creó un proyecto con el fin de recrear la sesiones dobles de género grindhouse, películas de terror de serie Z, de las que habían disfrutado en sus años de juventud. El resultado fue un díptico frenético y descacharrante que nos lleva a los bajos fondos menos aconsejables del género de terror. En el caso del film de Tarantino sus referencias son películas del subgénero automovilístico como Punto límite:cero (1971) de Richard C. Sarafian, Infierno en la carretera (1975) de Jonathan Kaplan o La indecente Mary y Larry el loco (1974) de John Hough pero acabó realizando una película que, según dijo el crítico Jordi Costa en Fotogramas, hablaba de las diferencias entre el orgasmo masculino y el femenino. Indudablemente, esta es la películas más pasada de rosca de su director.

20.—Holy Motors (2012) de Leos Carax

 Y, finalmente, la locura esteticista e intelectualizante también es posible. Carax nos va llevando de situación absurda en situación absurda en la que cabe desde un cementerio en cuyas lápidas aparecen direcciones de páginas web, la inclusión de una interpretación de una canción por Kylie Minogue como diva pop absoluta en el interior de un edificio en remodelación (canción cuyo título, Who were we, es fundamental para entender el tema que trata la película), hasta el secuestro de Eva Mendes por un extraño personaje… Todo ello para expresar la crisis de identidad que todos nosotros vivimos en el mundo contemporáneo, algo que sólo puede ser expresado desde el más perplejo de los delirios.

Estas son las películas que hemos mencionado pero, evidentemente, hay muchas más. ¿Qué películas pasadas de rosca recuerdan los lectores? Ahora, el turno es suyo…

Veinte películas pasadas de rosca que te dejarán el pulso acelerado. Artículo de José Manuel Cruz, autor de El enclave (Casandra encadenada)