El pasado diecisiete de enero se presentó en el Centro Artístico, Literario y Científico de Granada, Versos al amor de la lumbre, una antología en la que se recogen poemas inéditos de más de un centenar de autores vinculados a la ciudad de la Alhambra. El volumen ha sido coeditado por los poetas Fernando Jaén, Gerardo Rodríguez Salas y Javier Gilabert.
Un poemario que recuerda a Todo es poesía en Granada, (Esdrújula 2015), proyecto pionero de Mariana Lozano Ortiz y Victor Miguel Gallardo Barragán, en el que quisieron plasmar el panorama poético de la ciudad de Granada durante los quince primeros años del siglo XXI.
Queremos conocer cómo ha surgido el libro Versos al amor de la lumbre que, como leerán más adelante, tiene mucho de especial en cuanto a homenajes se refiere. Y para ello, vamos a entrevistar a uno de sus editores, el poeta Javier Gilabert. Con él hemos tenido esta amigable charla.
Entrevista a Javier Gilabert: «Versos al amor de la lumbre, la realidad de la poesía que se hace en Granada»
Pilar Garcia: —¿Cómo surgió Versos al amor de la lumbre?
Javier Gilabert: — Conocí al equipo de la revista Lumbre en 2018, con motivo de un reportaje que nos hicieron a mi amiga la escritora Alicia Choin y a mí en relación a Granada no se calla. Al poco tiempo, ambos entramos a formar parte de la redacción. Al escribir poesía, todas mis colaboraciones apuntaban siempre en esta dirección. Además, Granada es una ciudad en la que la poesía brota en cada rincón y llegó un momento en el que teníamos un montón de contenidos relacionados con este tema. Dado que Lumbre pretende abarcar todos los ámbitos de la cultura, y no centrarse en uno solo, en una de las reuniones de redacción Josep Maya propuso la idea: ¿Por qué no hacemos un número monográfico? Recogí el testigo y, como suelo hacer, invité a mis queridos Fernando Jaén y Gerardo Rodríguez Salas, con quienes ya he formado equipo en otras iniciativas relacionadas con la poesía como la propia Granada no se calla, o Poesía a tus pies, un precioso proyecto en colaboración con Jesús Ortega y Granada, Ciudad de Literatura UNESCO por el que los pasos de peatones de la ciudad amanecieron pintados con versos de poetas granadinos el pasado 21 de marzo, con motivo del Día Mundial de la Poesía. Así, en junio del pasado año, comenzamos a trabajar juntos en este monográfico.
PG: —Versos al amor de la lumbre es una mirada muy valiosa hacia la poesía de la ciudad de la Alhambra.
Javier Gilabert: — Sin duda, lo es. Creemos que ha cumplido con creces su objetivo, que es precisamente ese: dejar para la posteridad una instantánea que refleje la realidad de la poesía que se hace en Granada en este momento, intentando abarcar todas las tendencias, corrientes estéticas, edades…
Versos al amor de la lumbre: una antología en la ciudad de la Alhambra Share on X
PG: —Que 105 autores de la talla de los que participan en esta antología escriban un poema especialmente para ella es todo un logro. ¿Cómo lo han conseguido?
Javier Gilabert: —Ciertamente ese es uno de los valores añadidos de esta obra. No es fácil aunar en un volumen a tantas voces, y que participaran con un poema inédito —o dos, según la extensión de los mismos, pues se les pedía que no sobrepasaran los 40 versos— entrañaba más dificultad si cabe. Pero tenemos que decir que la generosidad de los y las poetas participantes nos ha desbordado. Como mencionó Teresa Gómez en la presentación en el Centro Artístico, se ha convertido en una publicación conjunta, una reunión poética en la que la poesía ha sido la verdadera protagonista, y en la que las individualidades han quedado relegadas a un segundo plano en pro de lo colectivo.
PG: —Uno de ellos es José Ignacio Lapido. Sabemos que usted es fan del grupo al que pertenece. A ver, confiese…
Javier Gilabert: — No sólo soy fan del grupo, 091, del que soy fiel seguidor desde mi juventud. Me confieso «Lapidiano» de pleno derecho —risas—. José Ignacio Lapido (el «poeta eléctrico», como le llaman sus fans, el Maestro) ha compuesto e interpretado las mejores canciones de rock de este país. Sus letras, pura poesía, han sido incluso estudiadas en obras como En cada lamento que se hace canción, de Jordi Vadell, o en Poesía y Democracia, editada por Luis García Montero y en el que Olga Elwes le dedica un capítulo completo a la poética de sus canciones. Los editores pensábamos que tenía que estar, pues la poesía de Lapido también forma parte de la realidad que se pretendía reflejar en el monográfico. No fue, sin embargo, tarea fácil, ya que José Ignacio se considera músico y en ningún momento pretendía inmiscuirse, por así decirlo, en una disciplina que no es la suya. No obstante, era de justicia que figurase entre sus páginas y al final lo conseguimos.
PG: — En esta antología se rinde especial homenaje a dos poetas.
Javier Gilabert: — Es cierto. Cuando comenzamos a elaborar el monográfico se cumplieron los 20 años de la desaparición del gran Javier Egea. Nos pusimos en contacto con Alfonso Salazar y con la Asociación del Diente de Oro, a los que propusimos rendir un humilde homenaje a su memoria. Les pareció una gran idea y colaboraron en todo momento con nosotros. Les estamos muy agradecidos. De igual modo, al poco tiempo de iniciar esta andadura, una de las voces más importantes de la poesía contemporánea de Granada, Mariluz Escribano, nos dejó. Expresamos a su querida amiga y albacea, la profesora universitaria y crítica literaria Remedios Sánchez, nuestro deseo de rendir tributo también a su memoria y, no podemos estar más agradecidos, se puso a nuestra disposición y nos facilitó todo cuanto necesitamos. Nos queda, eso sí, la pena de no poder haber hecho otro tanto con Rafael Juárez, el cual nos dejó en septiembre, porque no tuvimos la posibilidad de dar con alguien de su entorno cercano al que pedirle unos poemas y un texto. Una de nuestras premisas ha sido la de no molestar a nadie; hemos utilizado como fuentes antologías previas tales como Todo es poesía en Granada (Esdrújula, 2015), Caballo del Alba (Diputación de Granada, 2018) o De la nieve al trigo (Calambur, 2019), y también hemos hablado con nuestras amigas poetas o editores quienes nos han facilitado los contactos de los participantes. Por eso Rafael no está blanco sobre negro, aunque sí que estuvo en la presentación del pasado 17 de enero, en la que leí su magnífico soneto «Lo que vale una vida».
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PG: — ¿Qué influencia cree que ha tenido y tiene Javier Egea en la poesía actual?
Javier Gilabert: — La poesía de Javier ha inspirado ya a varias generaciones. Sin duda, su obra ha trascendido las fronteras de nuestra ciudad y la suya es considerada como una de las voces más importantes e influyentes en la poesía de finales del XX y principios del XXI. Afortunadamente, personas como Jairo García Jaramillo, Alfonso Salazar —junto con la empresa Open Cultura— o asociaciones como la del Diente de Oro, han hecho posible que su memoria perdure. Sin ir más lejos, acaba de presentarse la exposición «Sobre el papel: los libros de Javier Egea», que conmemora y muestra al público el legado que el poeta dejó a la Universidad de Granada y que se puede visitar en el Hospital Real.
En lo que a mí respecta, Javier es, sin duda un referente. De hecho, En los estantes abre con una cita suya.
PG: — ¿Cómo va a ser la promoción Versos al amor de la lumbre?
Javier Gilabert: —La revista Lumbre, promotora del libro, es muy humilde. Se publica únicamente en papel, de forma trimestral, y no cuenta ni con publicidad ni con apoyo económico de ninguna entidad. Por eso, cada número se saca «a pulso», gracias a la colaboración desinteresada —también económica— de quienes la componemos, y se autofinancia con las ventas. Así pues, la tirada probablemente no supere los 500 ejemplares (aunque puedo adelantarte que la primera impresión, que fue de 300, está prácticamente agotada y la segunda a punto de mandarse a imprenta). Se vende en algunos comercios «amigos», unas pocas librerías/tiendas de discos como Babelia, Praga, Ubú, Babel, Picasso o Discos Subterránea. También en las presentaciones de los distintos números trimestrales. Ello no obstante, nos gustaría hacer varias lecturas colectivas en las que puedan participar aquellas y aquellos autores que lo deseen; entre las posibles están la Feria del Libro de Granada 2020 o la Tertulia. No descartamos que salga alguna más.
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PG: — Hay un marcado espíritu altruista y solidario en algunos de sus libros. ¿Cree que su educación de niño en las escuelas del Ave María ha tenido algo que ver en esto?
Javier Gilabert: — No le quepa duda. Soy avemariano de nacimiento, pues mi padre estudió y fue profesor allí. A los cinco años ingresé en la Casa Madre, donde realicé toda la educación obligatoria. Después me hice maestro avemariano en La Inmaculada, escuela universitaria de magisterio que hasta hace pocos años estaba ligada a la obra de Manjón. Mis prácticas las llevé a cabo también en la Casa Madre. Desde 1998 vengo desempeñando mi magisterio en diferentes colonias avemarianas: Albolote, San Isidro y, desde principios de este milenio, en mi colegio actual: el Ave María de la Quinta. Me he formado en el Ave María, cuyos maestros me han inculcado los valores que menciona y que llevo a gala. De hecho, intento transmitirlos a mis alumnos. Nuestra sociedad necesita hoy más que nunca personas como las que Manjón, nuestro fundador, soñó que forjaran sus escuelas: «Hombres y mujeres cabales».
PG: — Colabora con la revista de cultura andaluza SecretOlivo en la que conduce la sección «Entre2vistas» junto con Fernando Jaén, en la revista La Lumbre, en las actividades poéticas, y lo compagina con su trabajo, la realización de un máster y con su vida familiar. ¿De dónde saca el tiempo? Seguro que me dejo otras muchas actividades.
Javier Gilabert: Pues sí —risas. Ensayo con un grupo de amigos con los que de cuando en cuando toco en salas como Planta Baja o Boogaclub, me gusta correr, cocinar y cultivar bonsáis. Soy miembro de la Junta Municipal de Distrito Genil y presidente de la Asociación de vecinos Nueva Churriana, localidad en la que vivo. Publico a diario mis «ejercicios poéticos» en mis redes sociales. ¿De dónde saco el tiempo? de donde puedo —risas—. Cuando me sacan este tema en las entrevistas, hago retrospectiva y qué quiere que le diga: siento vértigo —muchas risas—. Y lo que es peor: hay ocasiones en las que tengo la impresión de que a veces pierdo el tiempo. Lo cierto es que procuro aprovechar cada minuto que estoy despierto y duermo poco. Siempre he sido inquieto, además. Y veo poco la televisión, como puede imaginarse. Hago muchas cosas, sí, pero creo que la clave está en que intento disfrutar de todas ellas. No está la vida como para desaprovecharla.
Antología de textos sobre la violencia machista: Granada no se calla
PG: — Usted, junto con Alicia Choin, tuvieron la idea de crear una antología de textos contra la violencia machista: Granada no se calla (Esdrújula Ediciones, 2018), a la que aportó un poema. ¿Qué nos puede contar acerca de esta experiencia?
Javier Gilabert: — Siempre que me preguntan al respecto digo lo mismo –porque así lo creo-: Esta es la iniciativa que nunca habría querido tener que llevar a cabo. La violencia machista es una de las realidades más injustas y deleznables que perduran en nuestra sociedad. Y no solo la que se ve, la de los –terribles- números en los telediarios. Aún no he conocido a ninguna mujer a la que le haya preguntado y me haya dicho que no la haya sufrido en alguna de sus manifestaciones. A ninguna. Por eso tenía que hacer algo.
Por otro lado, un día al escuchar la noticia de la muerte de otra mujer a manos de su expareja, escribí ‘Cobarde’, un poema de repulsa y condena, y se lo ofrecí a Ana Muñoz, concejala por entonces de Igualdad del Ayuntamiento de Granada, compañera de Junta de Distrito Genil y amiga —por cierto, avemariana como yo—. Pensé que desde su concejalía se podía llevar a cabo algún tipo de iniciativa que involucrara a la poesía. De otra parte, Alicia y yo también barruntábamos la idea de invitar a otras y otros poetas para protestar contra esta lacra. El empujón definitivo se produjo en casa, en torno a mi chimenea, donde de cuando en cuando se producen tertulias con amigos escritores. Aquel día les comenté mi idea a Fernando Jaén, Gerardo Rodríguez Salas, Antonio Caballero y Carlos Allende: «¿Por qué no publicamos un libro que denuncie la violencia machista y que de paso recaude fondos para alguna asociación que trabaje con sus víctimas?». Desde el primer momento me apoyaron y entre todos fuimos aportando ideas: solicitar apoyo institucional (que tuvimos gracias a Ana Muñoz, el entonces alcalde Paco Cuenca y la anterior Concejala de Cultura, María de Leyva), encontrar una editorial (y tuvimos la suerte de que Mariana Lozano y Víctor M. Gallardo pusieran la suya —Esdrújula Ediciones— a nuestra disposición) y conseguir que las voces más representativas del entorno literario granadino cedieran sus textos de forma generosa y altruista a los que por entonces —salvo Alicia— éramos unos auténticos desconocidos. El resultado, cuyo título nació de la genial imaginación de Víctor, es el magnífico volumen que acaparó la atención de la Feria del Libro aquel año, con una inolvidable lectura colectiva, y que sigue gritando desde las estanterías y los escaparates de muchas librerías.
@Mayaestudi, de la redacción de @LumbreGranada, propone hacer un monográfico de poesía, así nace Versos al amor de la lumbre. @pilarmariagr entrevista a @JaviGilabert. Share on XPG: — Háblenos de su segundo libro de poesía, En los estantes (Esdrújula Ediciones, 2019).
Javier Gilabert: —Bueno, en realidad es el primero. PoeAmario no es exactamente un primer poemario. Nació como proyecto solidario —todo lo recaudado con su venta, que no fue poco, fue a parar a las arcas del Fondo Solidario Avemariano— y no con vocación literaria. Eran poemas de juventud que, a pesar de tener el amor como hilo conductor, no fueron escritos para ser un libro. Sin embargo, el trabajo que hay detrás de En los estantes sí que hace que lo sienta como una ópera prima. A raíz de aquel primer contacto con la poesía, y también por la experiencia de Granada no se calla, entré en contacto con muchas y muchos poetas granadinos, algunos de los cuales son ahora mis amigos y pude aprender de todos ellos. Juan Carlos Friebe fue mi maestro —literal— en un taller de poesía, por ejemplo. En él nacieron algunos de los poemas de En los estantes y de Friebe aprendí mucho de lo que puse en práctica a la hora de escribir este libro. Carlos Allende fue mi primer corrector. Recibí muchos y sabios consejos de amigos como Fernando y Gerardo, o de José Iniesta, por citar algunos. Casualmente, cuando entendí que el libro estaba terminado, surgió la posibilidad de presentarlo al I Premio Esdrújula de Poesía. Así lo hice y, a pesar de no ganar, resultó finalista. Los «esdrújulos» me propusieron publicarlo y… de eso hace ya un año en el que no he parado de presentarlo, de compartir sus versos con tantas y tantas personas, de recibir reseñas de más de una decena de críticos, en fin, de disfrutarlo. No puedo estar más satisfecho con y de él.
PG: —En diciembre de 2018 se presentó la antología Caballo del Alba: Voces de Granada para Federico, coordinada por Inmaculada López Calahorro y Alejandro Pedregosa, editada por el Patronato Cultural García Lorca Granada y publicada por la Diputación de Granada. ¿Cómo surge su participación?
Javier Gilabert: — Pues a pesar de que no crea demasiado en la casualidad… por casualidad —risas—. No, ya hablando en serio, aparecí gracias a la generosidad de Fernando Jaén quien me puso en contacto con Alejandro («Pepo») Pedregosa, el cual me invitó a participar y al que le estoy muy agradecido, pues ha sido un honor para mí compartir páginas con semejante nómina de poetas y poder participar en este homenaje a Federico.
PG: —Posteriormente; en 2019, se hizo lo propio con De la Nieve al Trigo, antología de poetas granadinos nacidos entre 1965 y 1990, editada por Juan José Castro. En este caso, ¿quién le brinda la oportunidad de esta colaboración?
Javier Gilabert: — En esta ocasión fue también gracias a los amigos: José Cabrera me puso en contacto con Juanjo Castro, el cual decidió incluirme y por eso también le estoy eternamente agradecido, así como a Remedios por su interés al leer mis poemas e incluirme en el magnífico estudio del preámbulo de esta obra. Soy muy afortunado porque —y lo más importante— la poesía me ha rodeado de amigos como los que he mencionado a lo largo de esta entrevista y tantas y tantos otros que me dejo en el tintero.
Entre los proyectos de @JaviGilabert de este año: participar en La Feria del Libro #FLG2020 y en el Día Mundial de la poesía #Granada. #entrevista @pilarmariagr. Share on XPG: —Ya solo me queda preguntarle por los proyectos que tiene en mente y/o en curso, Javier…
Javier Gilabert: — Como he comentado, Fernando, Gerardo y yo estamos preparando lecturas colectivas con Versos al amor de la lumbre. En lo que a mi libro respecta, ya hay fechadas presentaciones o charlas como la de Loja, o Alicante, y otras actividades, entre las que destaco el «Café poético» que organiza la ONCE y al que he sido invitado. También está en el horizonte el Día Mundial de la Poesía 2020, que va a ser muy especial y del que también tengo el honor de formar parte, y la Feria del Libro de Granada, donde participo en varios actos. En otro orden de cosas, y como no puede ser de otra forma —risas—, tengo ya en mente algún que otro proyecto conjunto con mis queridos Fernando y Gerardo, al que se sumaran otros cuyos nombres no puedo desvelar aún y el que los niños tendrán especial protagonismo. No está mal para abrir boca…
Tras esta entrevista y, conociendo un poco más a Javier Gilabert y su condición de «agitador social», estoy segura de que estos proyectos que nos cuenta serán solo un avance «para abrir boca».
Reconocimientos
Quiero dar las gracias a todas las personas, revistas, asociaciones, escritores, poetas, editores, libreros, lectores, locales, pequeños emprendedores que trabajan, cada a día, en pos de la literatura de nuestra ciudad, Granada.
Y en esta ocasión, mi especial agradecimiento a Javier Gilabert por esta generosa entrevista que nos ha acercado a Versos al amor de la lumbre, Antología a la que deseamos la mejor de las suertes. Porque la poesía y los poetas lo merecen.
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