«Woods Lane» de David Verdejo. Un sueño, un dólar

Título: Woods Lane

Autor: David Verdejo

Editorial: Chiado

Páginas: 126

Precio: 13.00 €

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«Woods Lane» de David Verdejo. Un sueño, un dólar

Cuenta la leyenda que cuando un amigo te enseña algo nuevo en la vida le debes, al menos, un dólar.

Es la primera vez que se me presenta la oportunidad y el difícil trago de hacer la reseña de una novela de alguien con el que tienes una implicación emocional, amigo y compañero en el duro trance de cumplir sueños.

Y David es amigo y un trabajador sin pausa, implicado, que pone toda su alma en aquello que escribe, con sus influencias y gustos, con su manera y su aire.

Woods Lane es una novela sin pretensiones, de lectura sencilla que, sin el ánimo de poner aceite en las historias, las narra en su cruda realidad. Por que la vida, allá en Woods Lane, es dura, agobiante e incluso claustrofóbica en ciertos momentos, con calor y sequedad a cada página. La situación endogámica de sus protagonistas en un entorno tan cerrado, es tierra abonada para que, además, la Iglesia esté omnipresente e implicada. Jimmy, un discapacitado psíquico del pueblo, es quien a través de sus reflexiones, aporta quizá la visión más objetiva sobre el comportamiento tan particular de sus habitantes.

En sus pocas páginas nos aprieta el alma, nos la exprime, nos muestra cómo es la de los habitantes de este pueblo, donde todo el mundo conoce la vida de los demás, de qué pie cojea y de cuál no, su vida y las penurias que marcaron su devenir, su alma y sus frustraciones.

Sus sueños.

Y es en este ambiente donde se produce el asesinato de Dorothy en circunstancias poco claras; hecho que  revoluciona la apacible vida social de los que están implicados y de los que no, de los que son meros espectadores y de quienes deben intervenir para trazar el camino de madera, lleno de baches, que conduzca ineludiblemente hacia la verdad. Una verdad cruda, cruel y horrible para un sitio tan pequeño.

Pero esto es lo de menos, podrían ocurrir otras cosas, la importancia está en la creación de un lugar con unas características especiales, atrayentes, que te sumergen en la tejana Woods Lane, donde su sheriff desayuna botella y media de Bourbon y algunos de sus habitantes sienten verdadera nostalgia de la época Reagan y otros lo maldicen por la crisis agrícola que azotó Tejas en sus años de gobierno; otros lloran por no sentir más el olor del petróleo emanando de la tierra seca y crujiente.

Amigo, te debo un dólar.

De los de Tejas.

Josevi Blender desde Woods Lane